Parte final de aclaraciones, resumen, introducción, capítulos 1, 2, 3 y conclusión, en proceso, 2 de abril de 2024

 

020424

 

PARTE FINAL DE ACLARACIONES

 

        Tengo que seguir precisándoles más y más el mundo (y ya llevo más de dos tercios de mi vida en esto, pero a alguien le iba a tocar, a alguien que naciera con una cantidad suficiente de inteligencia –que se va directo hasta las tripas–), porque todos ustedes están sumidos en un mundo como el de los perros (y aunque ustedes no están exactamente como ellos, ustedes también están limitados, por eso mismo –las cantidades de inteligencia– que a los perros los tiene como perros… y ese creer en un Dios del que no hay ni la más mínima prueba es el ejemplo más evidente de las limitaciones en que están todos ustedes), y aunque a algunos de ustedes la cantidad de inteligencia con que nacieron los ha movido un poco más (y Copérnico y el Che serían los mejores representantes de los 2 niveles máximos de entendimiento que ustedes pueden alcanzar… Y a pesar de todas sus carencias –ignorancias, cegueras, sonambulismos– gente como el Che sería de la menos ciega de entre ustedes, la ciencia tiene rigor científico, pero está más ciega –y lo más lejos que llega es a visiones liberales, incluso casi jipis, como las de Einstein. Porque hay un mundo, una realidad, unos humanos, unos asuntos humanos, unos problemas humanos, una historia, una infelicidad, unas desigualdades, unas injusticias… y hay unos como sonámbulos, unos como operados del cerebro, unos como robotitos, que ven Dios y diablo, o que no ven Dios y diablo, pero que tampoco ven mucho, a lo que tienen frente a sus narices, ni a la historia -a los procesos-, ni a las cadenas, a las estructuras, a los fondos, no del universo, sino del mundo, de un mundo grandioso y terrible, con mucho de bueno y de malo, con mucho de bonito y de feo, pero ni bueno ni malo, ni bonito ni feo, sólo inútil, e infinito, el mundo es eterno, pero no nosotros -ni la vida-, nosotros sólo vivimos -como- 70 u 80 años -y la vida que hay hoy en el planeta Tierra podría durar millones -o miles de billones- de años, pero algún día será cortada-, y entonces por lo menos esos pocos años deberían ser plenos, felices, bonitos, pero para todos, pero así no es, así no ha sido, así nunca podrá ser, antes, porque estábamos en ignorancia, ahora, porque ya puede saberse al mundo, a un mundo que no tiene sentido, propósitos -y en donde la vida no puede eternizarse, porque el universo -que es donde somos nosotros, y los perros, y las piedras, menos la piedrota universal, o sea, él mismo- no es una cosa inmóvil-, pero que aun y así hay tareas, hay obligaciones, cada humanidad que surja va a tener que ser enderezada, va a tener que ser puesta de cara a la realidad– que esos locos –rebeldes, con mucha causa, y no es para menos, sólo alguien muy desconectado de la realidad no puede darse cuenta de tanto problema que tenemos los humanos, de tanto que está jodiendo a tantos. Y el Che murió luchando y tal vez ya desencantado del comunismo, comunismo que si en aquel tiempo dejaba mucho que desear hoy está irreconocible, pero comunismo que sólo es un ejemplo de las limitaciones de ustedes, el comunismo estaba mal, y lo peor es que los que creían en él lo creían avalado por la realidad, creían que ya se había entendido a la realidad, creían que en libros como el Manifiesto del Partido Comunista ya estaba plasmada la realidad -el comunismo era creído a ciegas, como cualquier religión-. Pero ninguno de ustedes puede burlarse, porque están peor… ustedes tienen ciencia, filosofía, religión, política, y entre ustedes hay derechistas, e izquierdistas, que tal vez nunca llegarán a los grados de izquierda del Che. Pero nosotros sólo somos cosas, no hay culpas, no hay méritos, hay alcances de mundo, y el factor es la cantidad de inteligencia con que se nace, y los pocos de ustedes que nacen con más se van hacia revolución de izquierda, o hacia ciencia, y ambas están ciegas, sólo que diferente– casi suicidas como el Che) que al resto (y casi siempre ha sido así, casi siempre sólo unos pocos de ustedes no han estado en el mismo nivel de embrutecimiento que todos los demás de ustedes, y al principio todos estábamos en el mismo embrutecimiento, cuando éramos recién nacidos, o cuando empezó ese camino que produjo humanos, que a nosotros nos hizo humanos, y que nos separó de los demás perros), no los ha movido lo suficiente como para poder salirse de eso (porque fue la inteligencia la que me movió a mí, una inteligencia que no es mérito mío, me fue heredada, y me metió en lo que está en esta explicación –y el mundo sólo es lo que es, se enteren o no se enteren los perros, puedan enterarse o no puedan enterarse los perros, y es tan terrible un mundo así, que el mundo sea así, que los perros sólo sean perros–).

 

        Esta explicación es para sacarlos a todos ustedes de eso que son hoy, de eso que viven hoy (esta explicación era para arreglarlos, porque lo necesitamos, pero todo esto es peor de lo que imaginaba y entonces sólo queda liberarlos). El mundo es muy raro (muy increíble, muy inconcebible), pero no fue creado por un Dios (porque eso no existe, porque no hay ninguna prueba de eso), ni es de inteligencia (que es lo único que puede crear con intención, pero la inteligencia sólo es de la vida, sólo surge con la vida, y lo más que puede es lo que podemos los humanos), pero es desde la inteligencia (ella es quien realmente ve, ella es quien realmente piensa), pero la inteligencia de todos ustedes todavía está como la de los perros, y ahí está el lío de nosotros (la tragedia de nosotros, las desgracias, las infamias –nuestra pobre historia -de formación, de ceguera inevitable, de daño inevitable- se debe a que la inteligencia es en cantidades y en más condiciones–), ustedes y los perros se dan cuenta de algunas cosas, pero no se dan cuenta de que el mundo no tiene sentido (porque no fue creado, ideado), ni de que sólo son vida (una cosa química más, pero que vive, que es vida, ése es su ser, su interés, vivir, no entender al mundo, pero entiende al mundo… y ustedes y los perros están bien, sólo son lo que son, pero están tontos, y en mucho daño, en mucho mal), y que algún día esa vida va a ser cortada… y si la vida no fuera cortada podría eternizarse (porque se reproduce), y los seres como nosotros podrían inventarse un ser, a pesar de todo, a pesar de que todo (lo que es, lo que puede ser, en este mundo tan raro que va a seguir por siempre –porque hoy es y no fue creado–) sea para nada.

                  

        Qué es el mundo, qué somos nosotros… un mundo y un nosotros (que sólo somos una parte del mundo) que están estrechamente relacionados (el mundo es, siempre es, aunque no siempre sea como está hoy aquí, pero ya podemos saberlo, sus cosas, sus alcances, un mundo raro –increíble, inconcebible, pero terrible, sin sentido -porque no fue creado, ideado-, que sólo “emerge” más –porque en -la “piel” de- las bacterias del planeta Tierra de hace 3 500 millones de años ya ha emergido, ya puede sentirse,– cuando hay ojos y pensamiento, pero emerge mal, y en donde podemos ver más eso es en los perros, en sus afanes –aun más necios que los nuestros–, pero todo esto no es tan simplón, tan inofensivo, todo esto es en un embrollo terrible, trágico, en donde ustedes y los perros andan creyendo cosas, y causándose daño, por eso hay que aclarar este embrollo –aunque a la larga nada importe -porque todo lo que vemos hoy va a ser desbaratado -porque es de una expansión de universo, es de movimiento-, pero todo esto que vemos hoy es solo, o sea que volverá a ser -una y otra vez-, pero será ya sin nosotros -la humanidad del planeta Tierra jamás volverá a ser-, pero habrá otros, que se parecerán a lo que hoy somos nosotros, porque sólo hay seres vivos y seres no vivos, e inteligencia en distintos grados, porque todo lo que hay sólo es eso, sólo puede ser de eso-, pero hoy está importando, hoy está siendo la puritita verdad, hoy está doliendo, está destrozando, está matando, rápida, y lentamente–, pero no va a ser fácil, pero este embrollo siempre termina aclarándose –nosotros sólo somos una humanidad más dentro de la película del mundo -pero esa película no tiene principio ni final, pero es una película acabada, porque puede saberse, que el único enredo está en ustedes, porque los demás seres que tiene además de nosotros sólo son como los perros -y demás seres vivos con excepción de los humanos-, y como las piedras, no hay seres sobrenaturales, no hay seres mágicos -no hay hadas-, no hay seres espirituales -como eso llamado Dios, o como los fantasmas-, esos seres sólo están en la gran mayoría de ustedes, y en todos nosotros, cuando somos niños- esto que hoy estamos siendo nosotros sólo es una de sus escenas, y la escena no se llama los humanos del planeta Tierra, la escena se llama los humanos, así serán los humanos, así será cualquier ser vivo que llegue hasta este nivel “humano”, sólo los cuerpos y las caras no serán exactamente iguales a los nuestros, pero si aun aquí las caras y cuerpos de los humanos pudieron haber sido diferentes a los nuestros -incluso muy diferentes, tal vez hasta de tipo dinosaurio-, y el que las caras y cuerpos de los humanos del planeta Tierra fueran exactamente como son hoy era sólo una posibilidad entre millones–, pero no es tan fácil romper las cadenas naturales en que están todos ustedes, unas cadenas que son casi como ésas en que están los perros, pero las cadenas de los perros no pueden romperse, pero esas cadenas de los perros no van a ser por siempre, porque algún día no habrá ninguno de los seres vivos del planeta Tierra, pero volverán a ser, en otros perros, de otras expansiones del universo en que estamos, o de otros universos), un mundo que se conecta a través de cosas como los ojos y el pensamiento (que pueden verlo, que pueden pensarlo), unos ojos y un pensamiento que los seres como nosotros tienen en su máximo, pero que hasta hoy no ha sido así con todos ustedes (pero nosotros y los perros no somos libres, nosotros y los perros somos de aquí, de este mundo que no fue creado por nadie, de este mundo raro, terrible, pero en el que los perros andan como si nada –como si estuvieran en casa–, y los perros son lo que son porque tienen vida, y un poco de inteligencia, y así ustedes), por eso meto a los perros, para mostrar que la inteligencia (una inteligencia que surge en la evolución de la vida –una vida que es de combinaciones de los elementos químicos–, una vida que siempre empieza desde cero –desde cero vida, pero que sigue caminos de sobrevivencia–, una inteligencia que siempre empieza desde cero –desde cero inteligencia, cada vez que en algún planeta la vida puede empezar, e individualmente nosotros nacemos como bebés, y nacemos con cierta cantidad de inteligencia, que tiene que desarrollarse–) es en niveles (pero tiene 2 niveles principales: un nivel que empieza desde cero y que llega hasta como está en los perros, y otro nivel que puede ir más allá que eso, un nivel como en el que estamos nosotros –pero que tiene la etapa en que aún hoy están todos ustedes. Y yo nací, y empecé a aprender -y me enviaron a la escuela, y ahí me di cuenta de que no todos nacemos con la misma cantidad de inteligencia, y me di cuenta por las calificaciones, y después por lo que empecé a ver del mundo, y que ya no me dejó en paz-, y aprendí de Dios, y de la injusticia, y que había que arreglar a los humanos -que había que sacarlos de la pobreza, pero también de la irresponsabilidad, del vicio, de la vileza, del egoísmo, de malos gobiernos, de estructuras, como las del dinero-, pero había más elementos -como el estado en que están todos ustedes, que parece que no ven, los problemas, los asuntos-, y he llegado hasta lo que está en esta explicación. Y son muchos los temas, por ejemplo, no bastaba con entender que el mundo no era de Dios, que el mundo no había sido creado, el problema no era Dios, el problema era que no lo había, y entonces todavía faltaba resolver cómo era todo esto -además de eterno y de “conectado” -más- con nosotros-, incluido ahí el estado increíble -parecido al de los perros- en que están todos ustedes. Y otro de los temas ejemplares es eso que ustedes llaman homosexualidad -no hay tal cosa, sólo hay heterosexualidad, bisexualidad y asexualidad-, y muchos podrían decir que los “homosexuales” son grotescos, pero no, no son homosexuales, su problema es que nacieron con los cuerpos revueltos, los gais son mujeres, las lesbianas son hombres, y algunos están grotescos -en la voz, en la cara, en el cuerpo, y generalmente ésos son los que se notan más, pero ésos sólo son un poquito de la punta de un iceberg, y podríamos decir que a ésos les tocó muy mala suerte, de quedarse a medio camino, pero ya del otro lado, porque hay algunas mujeres que aunque parezcan completamente mujeres, aun sin ropa, no son mujeres verdaderas -sino hombres, tienen testículos, pero están atrofiados, y no están visibles, lo que pasó ahí se llama síndrome completo de insensibilidad a los andrógenos-, no tienen ovarios, y hablando de verdaderos, los hombres y mujeres 100 % -o muy cercanos a eso- son menos de los que uno podría creer, hay mucha bisexualidad, pero como mayormente casi no se nota mucho -porque casi nadie conoce mucho al cuerpo externo- es fácil ocultarla, aun de uno mismo, sobre todo cuando no es mucha-, pero no es su culpa -son producto de desórdenes del desarrollo sexual, y esos desórdenes son más de 50 diferentes, un pene o una vagina no lo dicen todo, sino los apetitos, los hombres o las mujeres más o menos “normales” lo somos no porque nos lo propongamos, sino porque no podemos evitarlo-), y cantidades, y que en ustedes todavía está como está en los perros, limitada, como programada, para entender sólo hasta cierto punto (y la gran mayoría de ustedes son el ejemplo perfecto para mostrar las limitaciones de todos ustedes, esa gran mayoría que son capaces de creer en cosas como Dios, es decir, en cosas como espíritus, en cosas ya muy anacrónicas hoy, pero que son parte de algo que llega hasta las peores bobadas, como el tarot).

 

        Tengo que explicarles el mundo, porque hay que enderezar a nuestro mundo humano (esto debería de ir por delante de todo lo que quiero que quede fijado en esta explicación, porque lo urgente es empezar a darle cordura a una humanidad como de locos, a una humanidad muy irresponsable, muy injusta, muy desigual, muy violenta, muy enviciada, muy vil, muy egoísta, muy prejuiciada, muy ignorante, muy miserable, pero desgraciadamente, para poder empezar a enderezar al mundo de los humanos primero tengo que lograr que esos humanos entiendan al mundo, porque si actualmente los humanos estamos en medio de tanta porquería es porque somos parte de un mundo raro, terrible, solo, un mundo que tiene algunos cauces, y son esos cauces los que hacen que haya humanos, pero también son esos cauces los que hacen que hoy todos ustedes estén tontos, no sólo los más tontos), a un mundo humano que tiene cosas como el amor (y como el hambre, y como la sed, y como el sueño, y como las ganas de ir al baño, y como las necesidades sexuales), cosas que nos atrapan, cosas que nos dirigen, pero el mundo no es así, el mundo es de que no tiene sentido (porque no fue creado, ideado), el mundo es de que en él pueden ser muchas cosas (como las estrellas, como la vida), pero que siempre son desbaratadas (la vida y las estrellas algún día no pueden seguir siendo –porque el universo en que estamos se está expandiendo, y esa expansión va a tener que resolverse de algún modo, hacía expansión y más expansión, o hacia contracción, es decir, hacia disgregación, o hacia aplastamiento de todo lo que contiene -y no tenemos que perder de vista que la expansión actual tuvo un inicio, y que en ese momento en este universo no había estrellas ni vida, y para que pueda haber vida primero tiene que haber habido estrellas, porque en las estrellas se producen más elementos químicos -en el inicio de la expansión del universo sólo se produjeron átomos de Hidrógeno, Helio, Litio y Berilio--), el mundo es de que su único testigo e intérprete es la inteligencia (a través de cosas como los ojos y el pensamiento), el mundo es de que lo que hoy estamos siendo los humanos del planeta Tierra sólo es una de las cosas que puede haber en el mundo (y por tanto repetible –porque hoy nosotros somos y no somos especiales, no somos de un Dios, porque no hay ninguna prueba de que haya tal cosa–, una y otra vez, por toda la eternidad, pero nosotros jamás volveremos a ser –porque sólo una vez se nace -y porque algún día no va a haber nada de la vida del planeta Tierra-, pero los que sean serán como nosotros, y durante mucho tiempo estarán como están todos ustedes, que no se dan cuenta de tantísimas cosas, como, de que nosotros sólo somos vida –de necesidades de la vida -como comer, como copular-, de modos de ser de la vida -vivir, es decir, sobrevivir-, de capacidades de la vida -vivir, sentir -tocar, ver, oír, oler, saborear… y lo del pathos-, pensar-, una vida que es de las capacidades de los elementos químicos–, y que a nivel personal nos debemos a una gran cadena de hechos circunstanciales, y que si en lugar de nosotros hubiera sido otra humanidad aquí en el planeta Tierra –pero parece que hace como 66 millones de años cayó un asteroide, que tal vez fue el causante de la eliminación de los dinosaurios no aviares -y de los pterosaurios, y de los plesiosaurios, y de los mosasaurios, y de los ammonoideos-, y que terminó haciendo que este hoy de nosotros fuera posible– todos los que nacieran también se sentirían especiales, dignísimos, porque así funciona el pensamiento, y hasta podrían ufanarse, o avergonzarse, porque podrían creerse responsables de sí mismos, no dándose cuenta de que no tuvieron nada que ver en haber nacido fuertes o débiles, bonitos o feos, inteligentes o tontos, buenos o malos, sino que simplemente el mundo no es de justicia, pero que tampoco es de injusticia, pero hay injusticia, y no es buena, no es bonita), su cosa más capaz (menos esclavizada), que ni siquiera en la igualdad máxima podría ser (pero ustedes podrían intentar permanecer aquí, y para eso necesitarían la justicia… y la idea de justicia de ustedes es la que actualmente rige, al infierno que tienen ustedes, al manicomio que tienen ustedes).

 

        Y ya saber la película del mundo… ya saber todo lo que puede ser (sólo hay seres como las piedras, seres como los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos– y seres como los humanos… y sólo en los seres vivos hay, o puede haber, inteligencia, y la inteligencia es la que percibe al mundo, es la que ve al mundo, es la que piensa al mundo, es la que interpreta al mundo –a un mundo que no tiene sentido, a un mundo inútil, a un mundo en donde nada importa–, pero la inteligencia de todos ustedes todavía está como la de los perros, limitada, y de ahí es el mundo de ustedes, un mundo de tontos, o de locos, o sólo de pobres seres, que andan en un mundo, como los pobres perros andan en otro)… ya saber que hoy estamos en algo terrible, pero que está normal, pero que nosotros ya vamos a liberarnos de lo que hasta hoy hemos sido (porque ya podemos hacerlo, antes no podíamos, porque no sabíamos. Y los perros nunca se liberan)… ya saber que todos ustedes están increíbles, en un estado como el de los perros (viviendo un mundo irreal, ajenos al mundo), pero que lo de ustedes sólo es una etapa, lo de los perros no, lo de los perros está completamente cerrado, completamente condenadoya saber que siempre que alguien logre entender al mundo (por haber nacido con la inteligencia suficiente para eso… para que en él pueda empezar el proceso que lleva hasta eso) encontrará a los demás (en injusticia, en ignorancia, en maldad, y) en religión, en ciencia, en filosofía, en política (y la religión es muchísima ignorancia, muchísima ceguera, y la ciencia es conocimiento ciego, y la filosofía es especulación ciega, y la política es todo lo anterior aplicado al diario vivir)… ya saber que no podemos defender ninguna idea religiosa (porque no hay Dios ni nada que se le parezca), ni ninguna idea política (porque los humanos sólo somos cosas, que son parte de un mundo sin sentido –porque no fue creado, ideado–, inútil –e inútil completamente, no sólo porque es para nada, sino porque siempre llega un momento en que son desbaratadas las cosas que pueden producirse en él, cosas como la vida, o sea que ni siquiera podríamos engañarnos con la vida -inventar una vida feliz, pero feliz para todos, igualitariamente feliz para todos-, con una vida que sólo es una cosa química, pero que vive, y que tiene su forma humana -y que no está tan mal -y que hasta hoy no ha estado tan mal sólo para el 4 ó 5 % de los humanos que han vivido-, si no fuera por la muerte, y por el envejecimiento, y porque es para nada-, no sólo como la de los demás pobres perros… o como la de las malditas moscas–. No podemos defender ni a la mejor idea de justicia, y sólo nos queda enfrentarnos a la injusticia, a la desigualdad, a la irresponsabilidad, a la ignorancia, a la tontería, a la maldad, a todo ese mundo terrible en que están todos ustedes).

 

        ¿Y quién creó al mundo? Nadie, ¿y qué es el mundo?…, ¿y cómo es el mundo? En el mundo hay seres como piedras, hay seres como perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos), y hay seres como nosotros… y hay inteligencia (y ahí es en donde está la distorsión, los ladridos a lo tonto, las preguntas ciegas, como ésa de qué es el mundo, porque no alcanzan a darse cuenta de cómo es el mundo, de que el mundo sólo es visto y pensado por la inteligencia, de que el mundo no es de inteligencia, de que el mundo no tiene sentido –porque no fue creado, ideado–, de que el mundo es muy raro, pero que está encerrado en sí, y en la inteligencia de los perros y de todos ustedes, y que así podrían llevársela –los perros, ustedes, y el mundo… en tanto los perros y ustedes no fueran exterminados–, como tontos perfectos, como tales para cuales, como hasta hoy, pero ojalá todo esto fuera inofensivo, pero no lo es, es muy terrible), que en seres como nosotros es en su máximo, pero que en todos ustedes todavía está muy limitada (y eso está muy visible en la mayoría de ustedes, que cree en un Dios del que tal vez desde hace más de 4 300 años –que es de cuando tenemos los testimonios escritos más antiguos de algunas cosas profundas que ya pensaban algunos de los humanos -y la escritura a la que ya se le puede llamar escritura apenas se inventó hace como 5 200 años-ya no hay ni la más mínima posibilidad, hasta antes de esa fecha el mundo era más desconocido, y por tanto Dios todavía era algo posible).

 

        Hoy sólo es un momento del mundo (y no me refiero a nuestras muy cortas vidas personales, sino a todo lo que vemos hoy), pero la gran mayoría de ustedes no se dan mucha cuenta (hoy que los humanos del planeta Tierra ya estamos en el final de lo humano, de lo que es lo humano, de lo que hay para el humano… nacemos, y poco a poco se nos van haciendo ideas de las cosas, pero la gran mayoría de ustedes nunca pasan del sonambulismo de que la vida y el mundo son lo mismo –o que incluso el mundo está dentro de la vida–, creen que la vida que viven es parte de algo que es así –creen que la vida -aunque tenga muerte- siempre es–: vivo –creen que esto de hoy es todo, creen que ya saben al mundo, que ya han conocido al mundo, que el mundo es lo de hoy, y que si hay más es lo de Dios, y lo de los muertos -lo de los espíritus de los muertos-, pero que no significa una gran diferencia con respecto a lo de hoy–), y los pocos de ustedes que se dan más cuenta de algo de lo del mundo (por haber nacido con más inteligencia), tampoco entienden gran cosa (a un mundo sin sentido –porque no fue creado por un Dios -que no existe, porque la realidad no es así, no es espiritual, fantástica, mágica-, y porque no es producto de la inteligencia, que es lo único en donde hay voluntad, e imaginación, pero que lo más que puede es lo que pueden los humanos y los perros, unos humanos que están muy mal, y unos perros que están como perros–, y a la vida que constriñe –constriñe a los perros, nos constriñe a nosotros–, a vivir –y para eso tiene que mantenerse, y por eso tiene que comer -y de la comida sale energía, y excremento, y gases-, y reproducirse -y en los humanos eso llega hasta el “amor”-. Y lo que se necesita más es justicia, una difícil vida que podría paliarse un poco, pero el mundo no puede ser paliado, estamos sujetos al mundo, y a la vida, y a la inteligencia… de ustedes, estamos sujetos a cosas como pobreza, fealdad, enfermedad, ignorancia, egoísmo, irresponsabilidad, y con la igualdad podríamos tratar de hacer felicidad para todos los de las generaciones futuras –hacer una humanidad sin pobres, pero también sin feos, sin enfermos, y para eso habría que llegar hasta la clonación -cada humano sólo es un producto, un resultado, una posibilidad, pero que cuando es, siente, y ya no podemos permitir que siga habiendo tantos condenados-, pero sería inútil… mientras no sabemos al mundo sólo somos como perros, unos perros diferentes, con más capacidades, pero como perros, siendo ciegamente un ser, un tipo de ser, un tipo de capacidades, y cuando sabemos al mundo ya no podemos ser, porque podemos ver lo que es este lugar), los humanos del planeta Tierra tenemos como 7 millones de años que empezamos (es un decir, nosotros no somos autónomos, nosotros no tuvimos nada que ver con lo que somos hoy, nosotros somos un resultado, de los elementos químicos que pueden producir vida, y de la vida que tiene cosas como la inteligencia) el camino que nos llevó a ser seres humanos cada vez más (y eso fue después de que los que un día seríamos nosotros y los que un día serían chimpancés y bonobos dejáramos de ser uno solo, así como 3 millones de años antes ese ancestro –las cosas no son sencillas, los seres vivos que hay hoy son el producto de ancestro sobre ancestro, después de que los que un día nos darían origen se diferenciaron de los que un día darían origen a los chimpancés y a los bonobos pasaron por una gran serie de transformaciones, por una gran serie de ancestros, de los que sólo han quedado algunos fósiles -como los de los australopitecos y los de los neandertales-, tanto de nuestra línea directa, como de las líneas que se extinguieron– dejara de ser uno solo con lo que algún día daría origen a los gorilas), antes de eso no éramos (hace 395 millones de años los peces sarcopterigios de los que descendemos nosotros y las culebras –y las ballenas, que son parientes de los hipopótamos, pero que volvieron a tomar formas parecidas a las de los peces -cuando se metieron al agua todavía más que los ancestros de los hipopótamos actuales-, y la ciencia puede probar esto, eso es conocimiento científico -conocimiento con pruebas-, un conocimiento muy bueno, pero muy corto, ante la realidad -porque parece que vive en otro mundo -en un mundo de sabios científicos, en un mundo de sabios ciegos, de sabios sonámbulos-, pero sólo es parte del estado increíble en que están todos ustedes, que están como programados, como los perros -pero el conocimiento científico sólo lo manejan muy pocos de ustedes, la gran mayoría de ustedes vive en cosas parecidas a cuentos como el de Adán y Eva… y estoy tratando de hacer que vean a un mundo que ninguno de ustedes entiende, y no todos ustedes están como ésos de Adán y Eva, pero ésos de Adán y Eva son el mejor ejemplo de lo que somos nosotros y los perros, sólo cosas, con capacidades, con limitaciones--, y así también están los intentos de justicia de ustedes, muy cortos ante la realidad, pero ese tipo de conocimiento y esos intentos de justicia son lo más alto que pueden ir ustedes, por eso es necesario liberarlos, y siempre han estado necesitados de liberación, cuando se los comían los tigres, o los Hitlers, o cuando se han comido y se siguen comiendo entre ustedes, cuando están atrapados en un vivir de tontos, de retrasados mentales, cuando los veo en las calles vendiendo cosas, cuando los veo enfrascados en vicios y en violencia, cuando los veo casi como perros, que viven en un presente inmediato, totalmente ajenos al mundo del que forman parte, y que hoy los hace ser– todavía andaban en el agua, nadando, con sus aletas lobuladas: carnosas), y dentro de algunos años no seremos (y hasta hoy nosotros sólo habíamos sido lo que debíamos ser, sólo seres que todavía no habían alcanzado todo su potencial y que por eso no habían tenido el nivel de inteligencia suficiente para –ser mejores, mucho menos para– entender a esta cosa, al mundo –y lo grave es que ambas cosas vienen en el mismo paquete, y ya no podemos ser mejores, al entender al mundo podemos darnos cuenta de que no podemos ser, pero mucho menos podemos seguir siendo la tragedia -con mucho de porquería- que hasta hoy hemos sido. Y qué bueno que tanta porquería tiene explicación, que sólo es parte de un estado -de vida e inteligencia- como el de los perros, ¿en verdad creen que eso que son está bien, que está coherente, y no que sólo es una cosa de un mundo sin sentido y de una inteligencia como está en los perros?, qué bueno que no estamos condenados a sólo seguir siendo -mientras fuéramos, mientras no nos extermináramos nosotros mismos, o mientras no nos exterminara alguna causa externa antes de tiempo, porque la expansión actual -del universo- algún día no va a poder albergar vida- lo que hasta hoy hemos sido, esas cegueras -normales, inevitables, inimputables-, esas injusticias, esas desigualdades, esos egoísmos, esos negocios, esos vicios, esas vilezas, esas maldades, esas ignorancias -esos prejuicios… esos racismos, clasismos, sexismos, homofobias, pero es que de todo lo que hemos sido lo único que se salva es la justicia, el bien, la bondad-… y así también les ha pasado y les seguirá pasando por siempre –el mundo es eterno -porque hoy es, y no se ve ningún Dios, de algún modo es todo, pero ese algún modo no incluye fantasía, ni inteligencia, porque la única inteligencia que hay es la de la vida, y esa inteligencia es lo único que puede desenredar al mundo, porque ella es lo único que lo enreda, porque ella es lo único que ve, que piensa- a los extraterrestres, a los extraterrestres de tipo humano, no a los extraterrestres de tipo perro o de tipo piedra).

 

        Y sé que los leones no tienen la culpa, pero pobres cebras, ñus y demás seres que les sirven de alimento (y durante mucho tiempo también nosotros les servimos de alimento. Pero a nosotros las vacas y muchos otros seres nos sirven de alimento, y en estos años en que yo he estado entregado en cuerpo y alma a resolver al mundo –para poder con él, pero para poder con ustedes, para poder arreglarlos a ustedes, sus tonterías, sus injusticias, sus cegueras, sus modos naturales de bondad y maldad ciegas, su inteligencia todavía a medias, como la de cebras y ñus, cebras y ñus que aunque les haya tocado sufrir mucha injusticia por parte del mundo también entre ellos se hacen injusticias, como cuando los machos pelean por las hembras, y gana el más fuerte -pero ése es uno de los caminos a través de los cuales la vida se fortalece, porque se reproducen más los que tienen más grandes las fuerzas, o los impulsos de “lujuria”-, y ustedes pudieran decir que ésos sólo son instintos, pues el asunto es que los humanos también los tenemos, son cosas inherentes a la vida, a los humanos todavía nos mueven mucho cosas como el sexo -a pesar del mucho debilitamiento sexual inevitable que ya hemos tenido, porque por muchas razones -como los intereses económicos, o como los desarrollos tecnológicos-, los que en la naturaleza hubieran tenido casi nulas -o nulas- probabilidades de reproducirse se han reproducido, lo más seguro es que ahí está la explicación de por qué cada vez hay algunas cosas más que antes, como las enfermedades, o como la intersexualidad, o incluso como el debilitamiento del interés sexual, que en donde está más marcado es en Japón y en Corea del Sur, pero son cosas normales, así y más es el mundo, y tengo que decirlo lo más exactamente posible, para poder con eso en que están todos ustedes, con un estado como el de las cebras, pero ustedes son humanos, y el nivel de inteligencia de los humanos es diferente del de las cebras, el de ustedes sólo está atorado, muy atorado, aun en los pocos de ustedes que tienen un poco más de inteligencia, es decir, que nacieron con un poco más de inteligencia-, pero en los humanos también son inherentes las creencias en Dios y la búsqueda científica, unas creencias en Dios que no tienen ninguna base, y una búsqueda científica tan exacta, pero tan desconectada de la realidad del mundo -porque el mundo no tiene sentido -porque no fue creado, ideado--, pero que son cosas que ustedes van a terminar haciendo, son parte de una programación, de unos instintos, de un nivel de inteligencia, de una cantidad de inteligencia, que no les permite sustraerse a ciertas cosas, así como los leones no pueden sustraerse de la injusticia que cometen contra cebras y ñus, o como las cebras no pueden sustraerse de la injusticia que se cometen entre sí–, el mundo ha seguido su curso normal de modos de ser que no son de inteligencia, y antes yo trataba de apurarme –allá por tiempos de Reagan–, porque me preocupaba –pero era más que preocupación, era que la pesadilla podía ser peor– la posibilidad de una guerra nuclear, y ahora –que cada vez está más completo todo esto que he ido haciendo a ciegas -y que ya había atrapado desde hace más de 20 años, pero que tenía que atrapar aún más, porque ustedes están en unas cadenas casi como las de los perros -pero afortunadamente ustedes pueden entender más-, y por eso tengo que dejarlo lo más completo posible- ustedes están un poquito más violentos y desalmados que casi siempre). Y qué mundo tan espectacular, que tiene cosas muy bellas, pero que no mira hacia todos los lados, hacia todo de todas las ovejitas. Y las actitudes de ustedes (las actitudes de los pobres revolucionarios izquierdistas, las actitudes de la ciencia, las actitudes de los religiosos, las actitudes de las ratas y cucarachas) ante un mundo así, inepto, era más fácil asumir que era un mundo solo, sin dirección, sin corazón, sin inteligencia (que sólo se veía inteligencia en nosotros y en otros seres vivos, pero que la inteligencia de todos ustedes estaba muy rara, que estaba como la de las cebras –tonta, limitada–, como programada, para funcionar sólo de cierta manera), y tratar de ordenarlo, tratar de atraparlo, fijarlo, marcarlo, enmarcarlo. Y durante mucho tiempo he estado batallando con el mundo, porque había que explicarlo, porque había que restregarlo… a ustedes, para poder con todos ustedes, con tontos y con malos.

 

        Esto de hoy sólo es un conjunto de circunstancias del mundo (esto que hoy es no siempre ha sido y no siempre será, el mundo siempre es, pero no siempre está como está hoy, y sobre todo, es la única vez que seremos nosotros –individual y colectivamente– los perros y los humanos del planeta Tierra. Y no siempre hay seres como nosotros, porque para que haya seres como nosotros se requieren condiciones que no siempre hay, pero las hay, se dan, se producen –porque hoy nosotros estamos aquí y no hay ningún Dios, porque no hay ninguna prueba de eso–, los humanos del planeta Tierra sólo somos una humanidad más –y los seres como los perros son el nivel de inteligencia que hay abajo del nivel en que se produce lo que somos nosotros. Y ciertamente que lo que existe es sorprendente, maravilloso, increíble, y casi incomprensible -casi casi candidato para que fuera obra de algún Dios-, si no tuviéramos la realidad de todos los días, y si no tuviéramos tantas evidencias históricas de nosotros, del planeta y del demás universo -y esas evidencias evidencian a cualquier Biblia, no sólo a la tan infantil y tan malhecha que hicieron aquí-, y si no tuviéramos tantos ejemplos de terribilidad del mundo, entre los que está la estupidez humana, y no siempre hemos sido como somos hoy, el humano surge a partir de niveles de inteligencia como los de los perros, pero una vez que se cruza cierta barrera se termina llegando –la vida termina llegando, no nosotros, nosotros los humanos sólo somos una posibilidad de la vida, una capacidad de la vida, y la vida sólo es una posibilidad, una capacidad, de los elementos químicos– a lo que hoy somos nosotros), pero los perros y ustedes viven como si todo fuera normal (como si supieran lo que están viviendo, lo que están siendo, como si fueran libres… pero sólo mientras se está como perro es como se puede ser en esto, pero no se trata de matarse a lo loco, se trata de entender lo que las otras humanidades entendieron –que aquí en el mundo -en lo único- no se puede ser, ni siquiera en la igualdad máxima que los humanos pudieran hacer -por medio de la clonación-, porque no hay sentido, y porque además algún día -por mucho que eso tarde en suceder- la vida que haya en la expansión actual del universo no podrá seguir sosteniéndose, porque la expansión infinita la desmembrará o porque aparte de expansión infinita sólo podría haber contracción, aplastamiento… desde ahora puede saberse que la vida sólo es un fenómeno químico sujeto a un mundo físico, y a la inteligencia–, y que por eso ya no están –pero antes de irse tuvieron que arreglar, reparar -porque cuando se llega a un punto como el de hoy siempre se está como hoy estamos nosotros, como si todos estuviéramos tontos, o locos, sobreviviendo, en medio de la injusticia, de la desigualdad, de la irresponsabilidad, de la violencia, del crimen, del vicio, de la vileza, de la mentira, de la ignorancia-, prepararse–), sin poder darse cuenta de lo descerebrado (sin sentido, y completamente inútil) que es el mundo (a pesar de que haya cosas bonitas, y a pesar de los sentimientos de perros y de humanos). Y hasta hoy todos nosotros habíamos estado igual que los perros (o que las estrellas), como títeres, pero el problema es que no hay titiritero, sino que el mundo sólo es un conjunto de modos de ser físicos (y químicos), el mundo es físico, material, no es espiritual, nadie creó a esto, y eso de los perros y de ustedes sólo es el mundo ciego y una inteligencia a medias, pero los perros no lo saben, y hasta hoy ustedes tampoco (hoy –que ya se saben tantas cosas– ustedes siguen hundidos en una vida que algunos –sólo algunos, la mayoría de ustedes no logran despegarse siquiera un poquito de tanta ceguera increíble, y pensar en algo diferente, mejor, justo, bonito, pero para todos, ésa es la diferencia mejor entre ustedes, pensar en todos, o por lo menos en los que sufren más, tratar de liberar a todos, o por lo menos a los que sufren más– de ustedes intentan –o han intentado– salvar –o sea, todos esos justicieros, todos esos revolucionarios sociales–, o que incluso algunos otros de ustedes pueden negar –como los suicidas–, o evadirse –como los cínicos -fundados por Antístenes en el siglo IV antes de Cristo y que perduraron como 8 siglos-, como los cirenaicos -fundados por Arístipo de Cirene en el siglo IV antes de Cristo, pero no duraron mucho tiempo -porque fueron surgiendo abismos doctrinales, como el de Hegesias--, como los epicúreos -fundados por Epicuro a fines del siglo IV antes de Cristo y que perduraron como 7 siglos-, como los libertinos -principalmente los libertinos eruditos del siglo XVII-, como los nihilistas -principalmente los nihilistas rusos del siglo XIX-, como los de la filosofía del absurdo–, sin entender que todo tiene que tener un fondo más grande, en donde todo –todo lo malo, todo lo bueno, todo lo tonto– tiene una explicación). Pero yo he podido saber, y yo soy lo mismo que ustedes, pero aquí no hay méritos ni culpas, hay condiciones, capacidades, posibilidades, y simplemente yo nací con una inteligencia adecuada (porque fue la inteligencia –que empezó a evidenciarse en las calificaciones que obtuve desde mi primer año de escuela, y 9 años después no sólo ya me había dado cuenta de que hace falta justicia, arreglo, sino que también me di cuenta de que todos ustedes están como tontos, como sonámbulos, como pericos, como merolicos, como si estuvieran en otro mundo, o en otro canal, o en otro nivel… de inteligencia, y durante los primeros años de mi vida yo estuve en lo mismo en que están ustedes -también metido completamente en ese mundo normal de todos ustedes-, pero en cierto momento empecé -pero yo no lo hice, así nací- a salirme, y cada vez me fui saliendo más, es todo un proceso de conocimiento -asentado en la cantidad de inteligencia con que se nace- el poder superar todo lo de ustedes, tanto lo increíble por su ignorancia -como las creencias en Dios -o sea lo religioso- o en el tarot -o sea la charlatanería--, como lo increíble por su cordura limitada -o sea la ciencia y la justicia-, pero además están todos los revoltijos que hay en medio -como lo filosófico, como lo político-, pero que mayoritariamente tienden más hacia ignorancia que hacia cordura limitada– lo que hizo que yo pudiera entender al mundo, porque es la inteligencia la diferencia entre perros y humanos, y es la inteligencia la diferencia entre ustedes, entre una gran mayoría muy retrasada, y una minoría que sólo ha podido llegar hasta ciencia e izquierda auténtica, es decir, hasta un conocimiento como el científico –que puede ser verificado, sometido a prueba, por cualquiera, una y otra vez, pero que está como ciego ante muchas cosas del mundo, así como los que creen en Dios o en el tarot están como ciegos ante casi todo lo del mundo– y hasta lucha por la justicia), en un tiempo ya adecuado (cuando el mundo ya pudiera verse tanto –porque lo humano ya estuviera muy avanzado– como para que alguien –que naciera con la inteligencia suficiente– pudiera darse cuenta de que todos ustedes tienen una inteligencia rara, como de perro), pero puede ser que por lo menos desde hace más de 4 300 años el tiempo ya era adecuado.

 

        El mundo es todo lo que existe, todo lo que puede existir, pero sólo tiene cosas como las piedras, cosas como los perros (y demás cosas vivas con excepción de los humanos) y cosas como los humanos, porque sólo hay vida y no vida, e inteligencia en distintos grados (no hay cosas sobrenaturales, la creencia en esas cosas sólo está en los más ignorantes de ustedes, pero son la gran mayoría), y nosotros y los perros sólo somos vida (que se da dentro de los modos de ser del universo), que tarde o temprano va a ser cortada (el universo en que estamos no está fijo, se está expandiendo… y parece que se expande a una velocidad cada vez mayor –y entonces tal vez la expansión actual no terminará en un Big Crunch, en donde todo lo que vemos también hubiera sido desbaratado, pero en este caso aplastado, no disgregado a partículas–, pero esto último sólo se descubrió hace 23 años –pero tiene muchos años -tal vez más de 4 300 años- que alguien -que hubiera nacido con la inteligencia suficiente- ya hubiera podido entender que el mundo no tiene sentido, que es para nada -porque no fue creado, ideado-, y que por tanto ni siquiera en la igualdad máxima -que pudiéramos hacer- podríamos ser, pero mucho menos en la desigualdad, en la injusticia, en la ignorancia, en el mal–, y lo del Big Bang –o inicio de la expansión actual– apenas se empezó a plantear hace como 94 años). Lo nuestro y todas las demás cosas que hay son muy increíbles, pero sólo son como humo, que se forma, y que se deshace, pero las partículas por ahí quedan, y algún día volverán a constituir cosas (sin sentido, y completamente inútiles) como las que vemos hoy (habrá otros como nosotros –y ya ha habido otros como nosotros, muchísimas veces, tantas como la eternidad–, y por consiguiente todo su contexto: vida, planetas, estrellas).

 

        Y algún día este universo en que estamos no podrá albergar vida, y sin embargo volverá a haber vida una y otra vez (simplemente porque hoy nosotros y los perros somos y no se ve ninguna cosa como un Dios, sólo se ven seres como ustedes, y como los perros –y demás seres vivos con excepción de nosotros–, y como las piedras; sólo se ve poder como el de ustedes, y como el de los perros –y demás seres vivos con excepción de nosotros–, y como el de las piedras –y el mundo en su conjunto es como las piedras, sin vida, sin inteligencia, pero en donde hay potencias -las piedras están hechas de átomos -y también los perros y nosotros estamos hechos de átomos-, y los átomos están hechos de partículas elementales-), vida como ésta que hoy hay en el planeta Tierra, o más incipiente, pero que si avanza lo suficiente producirá seres (aún más móviles) como los perros, y si avanza más producirá seres (aun más pensantes) como nosotros. Y no toda la vida entiende, y si la vida que sí entiende no entiende mucho, entonces muchas veces ladrará a lo tonto, o estará como ustedes, que no ven que nosotros somos producto de la vida y de su inteligencia (y que el mundo sólo es visto y pensado –y enredado -con cosas como Dios y los espíritus -y con más cosas de la inteligencia, como razones, propósitos, sentido--por la inteligencia), que no ven que el mundo es para nada (que es inútil, que no tiene sentido, porque no fue creado, ideado), que no ven que el mundo sólo es, y que siempre ha sido y será (porque no fue creado, porque aquí lo único que puede crear –algo, no mucho– es la inteligencia), pero no nosotros, porque los universos producen y desbaratan (todo lo que producen) dentro de sus modos de ser (y que sólo ahí puede haber ojos, que sólo ahí son los ojos, y el corazón), y que en algo así ni siquiera los mejores anhelos de justicia pueden ser, los mejores anhelos de hacer un mundo humano bonito, bueno, justo, igualitario (lo más igualitario posible, y para eso tendríamos que llegar hasta la clonación, porque no es suficiente con que no haya pobres –ni dinero, ni negocios, ni vicios, ni fronteras… ni malos–, sino que no debería haber ni feos –o enfermos, o débiles, o enanos, o con Down, o intersexuales, que es en donde se da eso que ustedes llaman gais y lesbianas, pero que no son eso, son intersexuales, es decir, “hombres” o “mujeres” que nacieron con partes masculinas y femeninas, muy visibles, porque hay muchísimos más intersexuales, sólo que no cualquiera puede notarlo–, es decir, ninguna causa de infelicidad evitable), pero que por lo pronto vamos a tener que ser hacia eso, hacia lo más bonito, bueno, justo e igualitario que podamos, y sabiendo bien que es una misión casi imposible, porque ustedes están terribles (casi tan idos –en sus mundos– como los perros), y más la mayoría de ustedes.

 

        Estamos encadenados (en el torbellino del mundo, y tenemos que comer –y tenemos que conseguir esa comida, y para eso tenemos que trabajar, o robar, o prostituirnos–, y tenemos que dormir, y sentimos amor, y sentimos dolor –por muchas cosas, hasta por el amor–, y algún día vamos a morir –todos, y no quedarán ni recuerdos de ningún humano del planeta Tierra, porque no quedará nadie de nosotros -porque el universo en que estamos no siempre va a ser como es hoy -y no siempre ha sido como es hoy-, algún día la vida no va a ser posible en él-, y entonces desde hoy podemos saber que todo lo nuestro -individual y colectivamente- termina absolutamente en nada, que sólo es producto de la vida -que a su vez sólo es producto de las capacidades de los elementos químicos- y de su inteligencia, pero vida que tiene fuerzas, y durante toda nuestra vida vamos a estar sujetos a esas fuerzas tan demandantes, fuerzas que a muchos nos obligarán a enamorarnos -es decir, a querer todo con alguien, es decir, a estar más que en una idea fija, a estar en ese imán que te jala, que te atrapa no sólo el cerebro, sino casi todo el cuerpo, sólo se salvan los brazos y las piernas, y que a veces no dura mucho, pero sí lo suficiente como para que la vida tenga la probabilidad de reproducirse, de continuarse, y ha continuado-, fuerzas que nos obligarán a tener que comer -y luego a tener que ir al baño-, fuerzas que a los leones los lleva a matar -pero cómo se llama eso que les hacemos a las gallinas que nos comemos-, fuerzas de la vida, no de nosotros ni de los leones, fuerzas que nos hacen buenos o malos–), pero tenemos que saberlo, tenemos que saber qué es todo esto, y todo esto es el mundo, pero también es la inteligencia, y todo esto sólo es un momento del mundo, una parte de un drama, que hasta hoy todos nosotros habíamos estado siendo igual que los perros, sin saber, sólo siendo lo que somos, pero que no está bien.

 

        Todo es regular, normal, pero inútil (somos de un mundo que no es de inteligencia –ni de justicia, pero tampoco es de injusticia, pero tiene injusticia, no tiene justicia–, ni de nada relacionado con la inteligencia –sentido, propósitos, razones, voluntad, “alma”–, pero de ahí es esto que somos nosotros, este ser, esta vida, esta inteligencia, pero el nivel de inteligencia que se alcanza en la etapa en que hasta hoy habíamos estado todos nosotros es el que había interpretado al mundo, es el que había pensado que la realidad era de inteligencia, ya fuera porque existía un ser de inteligencia llamado Dios, o porque la inteligencia era la misma realidad, como en el caso de la filosofía idealista –aunque ellos la llamaran Idea– más extrema –porque hay filosofía idealista que toma cosas de aquí y allá, tratando de acomodarse un poco con la realidad innegable–, o su culmen –al afirmar que la conciencia -o pensamiento, o idea, o espíritu… y ahí no iba ninguna de esas palabras, sino la palabra inteligencia, porque la conciencia depende de inteligencia… hasta hoy esa famosa conciencia humana había estado igual que la de los perros, parcial- es producto de un nivel superior de organización de la materia, o sea, del cerebro–, en el caso de la filosofía materialista –cuyo mejor representante es el marxismo -que casi deificó a la materia-, que amalgamó realidad material con justicia, pero sin entender casi nada de la realidad material -… predicaba que una humanidad sin clases sociales estaba escriturada en la materia- y por eso sin entender un poco más a la justicia, a una justicia que sería lo único que podríamos intentar en esta realidad material sin sentido -porque lo único que podría justificar a la vida en un mundo sin sentido sería la felicidad, el ser felices, pero todos, absolutamente todos, y lo más que se pudiera, y para eso se necesitaría la igualdad máxima posible -se tendría que llegar hasta la clonación-, pero no podemos -engañarnos con una felicidad igualitaria-, porque algún día la expansión actual del universo no podrá albergar vida, y entonces sólo nos queda liberarnos del estado terrible en que hasta hoy hemos sido-… nuestro ser es como una tragedia, y tener que liberarlo -tener que desatorarlo, en quienes puede ser desatorado, en los perros y demás seres que sienten no se puede-… y los que quisieron arreglarlo con sus buenas intenciones ciegas, sin haber podido darse cuenta de que los que queremos hacer algo estamos solos ante esta cosa, solos, y rodeados de humanos y de perros que no entienden mucho– o de la ciencia –que piensa que se puede hacer una vida aquí–, una ciencia que está agarrada de los pelos, su sustento está en que el universo puede ser medido, y aprovechado, tecnológicamente, y ahí está su éxito, su permanencia, aunque sea conocimiento también de sonámbulos, pero es conocimiento imponente –y es muy útil, para situar un poco al mundo en que nacemos y al que desde que nacemos empezamos a conocer, a descubrir, a entender–, pero la mayoría de ustedes no pueden entender ese conocimiento –y ninguno de ustedes entiende lo que ese conocimiento revela -sin querer-: un universo físico -es decir, sin Dios, y por tanto sin sentido-, que está en expansión -una expansión que algún día va a tener que resolverse, y que ahí va a ser desbaratado todo lo que vemos hoy-, la mayoría de ustedes no entienden casi nada, pero sí pueden algunas cosas, pueden aprender a decir mentiras, o a manejar carros), con mucho de maravilla, pero con mucha terribilidad, con algunas mujeres muy atractivas, pero que se marchitarán (y algún día la planta será destrozada), pero que volverá a haberlas (a través de modos de ser ciegos, que empiezan, que finalizan, y que volverán a empezar –porque el mundo es eterno -porque hoy es y no fue creado, porque no hay ninguna prueba de eso-, y porque hoy aquí hay una expansión de un universo, y en esa expansión se ha producido todo lo que vemos hoy–, y a finalizar –porque la expansión o la reversión de la expansión va a terminar desbaratando a todo lo que vemos hoy–, y así por siempre, pero no nosotros, nosotros moriremos, y la humanidad del planeta Tierra algún día no será, ni el planeta Tierra, ni el Sol, ni las demás estrellas del universo actual –pero las moscas que andan vuela y muele no lo saben, y tampoco casi nadie de ustedes, y millones de millones de moscas y de humanos ya han muerto, y todo sigue como si nada, y los que hoy vivimos y los que han vivido valemos lo mismo, pero la mayoría de ustedes y todas las moscas que hoy andan volando andan como si lo único importante del universo fueran ustedes, como si el universo sólo fuera para sus pequeñas vidas miserables, pero nosotros y las moscas sólo somos como títeres, que actuamos, cuando el mundo nos hace actuar, y sólo cierto nivel de inteligencia puede oponerse un poco a esto, a no ser tan mosca, pero eso no abunda, por eso hasta hoy nosotros hemos tenido tanto mal… una vida que los humanos -o sea, los animales a los que la inteligencia hace llegar hasta ese nivel- viven como humanos, pero no es tan sencillo, porque la vida como humano no siempre es igual, sino que hay una serie de desarrollos por los que pasan -por los que tienen que pasar- esos humanos -fueron necesarios como 7 millones de años para que nosotros pasáramos de inteligencia de tipo perro a la inteligencia de tipo humano que tenemos hoy, que ya estamos en el final de lo humano-. Unos humanos a los que la inteligencia fuerza a vivir en forma diferente a la de cualquier otro animal, por una cantidad de inteligencia que puede rebasar cierto nivel hasta donde se es como “animal”, hasta donde no se puede evitar ser sólo un animal, y una vez que se rebasa ese nivel la inteligencia ya no tiene límite, pero eso en que hoy están todos ustedes muestra que aun después de que se rebasa el nivel que alcanzan los animales comunes y corrientes todavía la inteligencia tiene otro nivel, un nivel en donde todavía no puede verse la terribilidad, la inutilidad, el sinsentido, de todo esto que es, y ni siquiera puede verse mucho de la injusticia, por eso ustedes no pueden entender más… si ustedes no pudieron hacer una vida mejor para todos -sin ninguna injusticia, sin ninguna desigualdad, una humanidad sin pobreza, ni irresponsabilidad, ni enfermedad, una humanidad de puros clones bellos y felices, que lo único que harían sería vivir, hasta morir, pero que antes envejecerían- es porque el paquete de la cordura es uno solo, y es tajante: se tiene o no se tiene… y no cesa, sino hasta que se llega hasta el fondo de todo esto que es–)… Y el balance general del mundo es de terribilidad, de engendro, de que lo que hoy estamos viendo es todo (porque podemos ver sus máximos, sus máximos alcances, sus máximas posibilidades, sus máximas criaturas, sus máximos monstruos –es decir, nosotros–, sus máximos enredos –es decir, ustedes–… que sólo puede tener seres como las piedras, seres como los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos–, y seres como nosotros, que no hay más seres, que no hay espíritus –como eso llamado Dios–, ni algún otro tipo de inteligencia –aparte de la de nosotros y de la de los perros–, que seres como nosotros y como los perros somos sus seres de más autonomía, y que todo lo demás es como las piedras –como las estrellas–, con más límites), y sólo desnudarlo, quitarle su misterio, su esclavitud (pero nosotros sólo podemos quitarlos en estos humanos del planeta Tierra), que por momentos (en algunas esquinas de espacio y tiempo) se puede saber al mundo, y todo es normal, inevitable, sin mérito, sin culpa, pero hoy todos ustedes están como los perros, siendo perros (los humanos somos unos perros más, de un mundo sin sentido, porque no es de inteligencia –porque no se ve esa inteligencia, sólo se ven fuerzas ciegas, e inteligencia como la de ustedes y como la de los perros–, porque no es producto de “Dios” –porque no hay ni el más mínimo indicio de eso, eso -esas creencias, esas ignorancias increíbles- sólo está en los más ignorantes de ustedes, que son la mayoría de ustedes–), y no dándose cuenta de eso… Y sólo se trata de dar sentido a tanto, a tanta maravilla, y a tanta terribilidad, a tanta condena, solamente señalar en dónde había más razón, menos ceguera (que el mundo no es mágico, arbitrario, caprichoso, sino de modos de ser –modos de ser raros, pero no mágicos, no espirituales, ni de inteligencia, sino solos, eternos, pero que sólo son vistos y pensados por la inteligencia, pero la inteligencia de ustedes no discierne, no ubica cosas, como la justicia, como la falta de sentido, como un ser inútil, el del mundo, y por tanto el de nosotros–, modos de ser que algún día borrarán todo lo que vemos hoy, pero que siempre habrá la posibilidad de que vuelva a armarse más o menos como está hoy, pero ya no con nosotros, sino con otros, con otros como nosotros, que volverán a caer en todo lo que hemos caído nosotros, y que por mucho tiempo tendrán una vida –y cómo decirla, tal vez los que la han llevado peor son los que mejor podrían describirla, todos ésos que han sido asesinados, o todos ésos que han sufrido mucho, pero no por su culpa, sino porque así es el mundo y sus humanos– como de sonámbulos, Dios o la religión no tienen ninguna base, y la ciencia parece que no sabe que el universo no siempre será como es hoy y que por tanto todo lo que vemos hoy está condenado, que es completamente inútil, que sólo es de modos de ser físicos y químicos, y la filosofía menos ciega habla de materia y de conciencia, pero habla desde una conciencia muy ciega que no se da cuenta de los demás elementos que tiene el mundo, y la política es un batidillo de todo lo anterior y en donde resultan 2 tendencias, hacia derecha –hacia mantener situaciones injustas, algunas basadas en creencias como las de Dios, y otras en simples conveniencias personales o de pequeños grupos– o hacia izquierda –hacia búsqueda de justicia, de libertad, de igualdad. Y el asunto del mundo está hacia posiciones como las de la ciencia, o como las de la filosofía materialista, o como las de la izquierda, pero va muchísimo más allá–)… y de ahí salí yo, de caminos de corazón, de justicia, de cordura… de eso que sólo es una parte (muy pequeña, pero que hace diferencia, la hizo conmigo, la empezó a hacer desde que nací, y luego cuando fui a la escuela, y a los 17 años de edad ya no pude seguir así, y empecé a vivir –a sobrevivirme– sólo para saber, para pensar, para resolver a tanto –lo que necesitaría el mundo es sentido, razón, pero ahí nada puede hacerse, y lo que necesitaría el humano es arreglo, pero lo único que puede hacerse es sacarlos a todos ustedes de ese estado como de perros en que están hoy, ponerlos de cara al mundo, empezar a enderezarlos, y empezar a prepararlos para lo que sigue, para lo que han hecho las demás humanidades que ya ha habido en este mundo eterno, todo lo del mundo sigue esquemas ciegos, como de robots, pero llega un momento en que las humanidades pueden oponerse un poco a esos esquemas ciegos, sólo para darse cuenta de que sigue habiendo esquemas, que las humanidades tienen que irse, porque aquí no se puede ser, ni siquiera en la igualdad máxima–, porque cada vez yo veía más y más cosas, injusticias, desigualdades, ignorancias, incapacidades) de un mundo difícil, terrible.

 

        Es mucho lo que tengo que contar, mostrar, demostrar, desembrollar, porque el mundo es en un ovillo, y la inteligencia es su única punta (su salida, su ventana, su testigo, su intérprete, su revelación, pero ustedes no se dan cuenta, y hasta están en Dios –creen que el mundo fue hecho por un Dios, pero sólo le están dando a ese Dios algunos de los atributos de la vida… y de la inteligencia, como ése de la voluntad, o como ése de que puede crear cosas, o como ése de que puede creer que hay objetivos, propósitos, razones, sentido– y en cosas como de ciencia ficción –fantaseando con que las humanidades tienen futuro, que pueden desparramarse por el universo, que hoy hay muchísimas humanidades -surgidas en otros planetas- desparramadas por el universo, pero que no las vemos porque se han miniaturizado, o porque están en otras dimensiones, porque -ellas y su “inteligencia artificial”- se han vuelto inteligentísimas. Pero el mundo es prosaico, es este mundo en que nuestra vida es muy frágil, y muere -y envejece, y se pone decrépita-, y que además es cortada por los modos de ser del universo… esta vida, el único lugar en que es la inteligencia, una inteligencia que puede ver, que puede soñar, pero que pertenece a un mundo que no es así–, pero todo eso que muestran ustedes y los perros es lo que permite entender al mundo, y a la inteligencia, porque podemos ver al mundo, podemos ver cómo es el mundo, y podemos ver lo que ustedes y los perros dicen del mundo, es decir, lo que hacen –Y ya poder decir tajantemente algunas cosas, aunque sean obvias, ya poder afirmar que no hay Dios, que no existe eso, pero ya también poder afirmar que todo lo que existe es muy raro -y el humano tuvo que haber salido de alguna parte, y también el perro -o el tipo de lobo del que desciende, y que no es ninguno de los lobos actuales-, y también la vida, pero no el mundo, el mundo siempre ha sido -no fue creado, porque no hay ningún Dios, porque no se ve nada como eso-, pero el mundo también es como está en la cabeza de los perros, y en la cabeza de ustedes, porque ambos andan como Juan por su casa, andan como si el pedazo de mundo que hoy es fuera el mundo, como si así fuera siempre, y los perros ni siquiera saben de la muerte, y muchos de ustedes creen en una futura vida eterna-, pero que no es como ninguno de ustedes lo cree, o lo medio entiende… todos ustedes están como ciegos ante el mundo… porque el mundo no tiene sentido -porque no fue creado, ideado-, porque el mundo sólo es visto y pensado por la inteligencia… y yo he tenido que reconstruir a todo esto, para poder con ustedes, que andan como los perros, en sus mundos -de inteligencia increíble-, creyendo cosas–), pero a ustedes no les es fácil entender, porque la inteligencia de todos ustedes está como la de los perros, limitada (y por eso ustedes no han entendido qué es esto que vivimos los humanos y los perros, ustedes lo viven como si tuviera sentido, propósitos, como si fuera una realidad continuada –es decir, permanente, estable, no esta cosa de procesos que empiezan y que terminan, y que vuelven a empezar, y a terminar–, o como si fuera de algo que alguien hubiera ideado, planeado, creado… pero sólo son impulsos ciegos –de vida– que fuerzan a ser –todo lo de ustedes es sin culpa -aun lo peor-, sin mérito -y lo único rescatable de todo lo de ustedes es el bien, aunque no sea mérito de ustedes -porque está relacionado con cantidades de inteligencia innata-, pero si alguna vez hubiera alguna especie de Juicio Final -si alguna vez tuviéramos que tomar decisiones muy profundas- el bien sería la medida, qué tanto bien hiciste, qué tanto mal -es decir, daño- impediste-, y a los perros les va a dar por oler traseros, y ustedes van a caer en religión, en filosofía, en ciencia, en política, en derecha, en izquierda–… ustedes no entienden lo suficiente como para en verdad poder entender –¿y cómo llegué yo hasta qué es todo esto, hasta cómo es todo esto? Pues para mí fue algo muy natural, difícil, pero muy natural, sin mérito, así nací -cómo decir a una inteligencia que puede darse cuenta de la realidad, no como la de los perros, que está rara, limitada, encapsulada. Y la inteligencia muestra una coherencia con las calificaciones generales de los primeros años de escuela. Y tienen que ser de los primeros años de escuela, porque tiene que ser lo más parejo posible -y si es en contra mejor, yo era por lo menos un año menor que mis compañeros de salones de clases, y aun así la diferencia siempre fue grande-, y tienen que ser las calificaciones generales, porque una inteligencia sólo apta para determinada área -o áreas- se parece mucho a una inteligencia relacionada con alguna forma de autismo-, me fue inevitable, no pude evitar no darme cuenta de tanta terribilidad y estupidez, y de la incapacidad de todos ustedes para darse cuenta de esa terribilidad y estupidez -pero durante mucho tiempo estuve con un pie en el mismo mundo en que están todos ustedes, y con el otro pie en un mundo en donde ni la justicia es suficiente y en donde una y otra vez confirmaba que todos ustedes estaban en algo como eso de los perros-), no muy capaz, ya sea porque no es mucha o porque está muy incompleta (todo esto de hoy sólo es un momento del mundo, los seres humanos del planeta Tierra no siempre hemos sido, y no siempre hemos sido como somos hoy, y no siempre seremos, pero la gran mayoría de ustedes creen que el mundo siempre es más o menos así como es hoy –como ven al mundo desde vida e inteligencia creen que el mundo es así, de eso -y no al revés-, creen que la vida y la inteligencia lo abarcan todo, lo penetran todo, y que además también hay cosas que no tienen vida, y que nosotros morimos, pero que pertenecemos a un mundo vivo, que nuestros espíritus tienen vida -que tenemos espíritu-, que Dios vive–, y los pocos de ustedes que saben más –por haber nacido con una mayor cantidad de inteligencia– tampoco han podido entender, y viven en algún otro tipo de sonambulismo). Nosotros los humanos del planeta Tierra sólo estamos repitiendo lo que se es en humano, pero ustedes no lo saben, ahí está el lío de todo, ustedes se creen libres, sabios, poderosos, únicos, cuando en realidad están muy tontos, muy ciegos, muy ignorantes, y lo peor, muy malos (y no hay culpas –y nada importa, nada debería importarnos, preocuparnos–, pero la maldad no debe seguir teniendo permiso), pero el modo de ser en humano tiene esa parte tan terrible en que hoy están todos ustedes, pero como el mundo que es sólo es desde la inteligencia, entonces ustedes podían seguir así, mientras no hubiera alguien que los pusiera en su sitio, es decir, alguien que les mostrara su realidad de perros, que lo que somos no es cosa de nosotros, sino de un mundo terrible (ciego, igual que ustedes, aunque ustedes tengan ojos, pero los ojos sí pueden darse cuenta, de que el mundo es ciego, de que nosotros somos una humanidad más, de que en nosotros hay una etapa ciega, de que nada importa, pero que en todo esto hay un esquema, una explicación), que ahora nosotros ya vamos a poder enfrentar, porque de eso se trata (de que ustedes ya no sigan como perros, perdidos en necedades innatas, y aunque nada importa cada humanidad que ha habido ha tenido que hacerlo, los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos– y las piedras no pueden hacer nada, porque no pueden darse cuenta del mundo), de enfrentar a eso en que están todos ustedes, a eso en donde está lo peor de nuestro ser, de nuestra suerte, ¿y cómo definir a eso de los perros, cómo definir a eso que ustedes dicen que son instintos?, pues en unos “instintos” (en unas “programaciones”, ya sea que sean caminos exitosos de la vida –como el hambre, como lo sexual, como lo maternal, como el dominio de los más fuertes–, o sólo bajas cantidades de inteligencia –como la perversidad–) parecidos está asentada toda esa injusticia e ignorancia en que están todos ustedes, y lo terrible es que no hay final feliz (porque ni siquiera en la justicia más completa que pudiéramos hacer podrían ser las generaciones futuras –ni aun llegando hasta la clonación, porque no es suficiente con que no haya pobres, sino que tampoco debería haber feos, ni enfermos, es decir, ninguna causa de infelicidad evitable–, porque no hay sentido, porque es un ser para nada –y además, la vida siempre es cortada, porque los universos tienen modos de ser y llega un momento en que no pueden seguir albergando a la vida que puede producirse en ellos–, porque sólo es ser, mientras se es, porque sólo es un ser lo que se es, seas piedra, perro –cebolla–, o humano), pero hoy estamos en el infierno.

 

        Esta explicación es porque hay que liberarlos a ustedes (porque hay que sacarlos de modos del mundo que todavía los tienen como perros –entendiendo algo, pero sin entender que el mundo no tiene ningún sentido -el mundo es para nada, el mundo no es de razones, de propósitos, de ideas, de voluntad, es decir, no es de ninguna cosa de las que hay en la inteligencia, el mundo sólo es fenómenos, uno de ellos es el de la inteligencia -y la inteligencia es de la vida, que es otro fenómeno--, sin entender que sólo son vida -de necesidades de la vida, de intereses de la vida, vida que algún día no va a poder continuar, porque va a ser cortada, por un universo que es en modos de ser, el universo en que estamos está en expansión, y en esa expansión se ha producido todo lo que vemos hoy-, e inteligencia –inteligencia-, vida e inteligencia que una y otra vez serán -porque hoy son, son cosas posibles de ser-, porque por eso es que es este hoy, porque el mundo -es, pero- sólo es desde la inteligencia–), esta explicación es porque sin avisarme yo fui metido en lo que está en esta explicación, y la única explicación de esta explicación es la inteligencia con que nací, inteligencia que no es mérito mío (y en este mundo hay muchos factores, pero la diferencia principal que hay entre sus seres es la inteligencia, sus seres como las piedras no la tienen, sus seres como los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos– tienen una poca, y sus seres como los humanos la tienen hasta su alcance máximo, pero hasta hoy ustedes no la han tenido así), inteligencia que quedó reflejada en mi historia escolar, y que ahora está reflejada en lo que está escrito aquí, y que es de una vida que he tenido que dedicarla a tratar de entender (porque no podía hacer otra cosa, porque antes que nada había que “arreglar al mundo”) por qué, no sólo la pobreza o la maldad humanas, sino por qué todos ustedes están como en otro mundo (como sonámbulos, como retrasados mentales, con un entendimiento increíble, limitado, muy ciego, muy ignorante, y más la gran mayoría de ustedes. Todos ustedes están como en otro mundo, no en éste, en donde hay problemas y causas, en donde hay cosas maravillosas, pero en donde la terribilidad lo permea todo), y mucho (casi todo, sólo se salva lo que la ciencia ha investigado científicamente, es decir, con rigor científico, es decir, con pruebas –todo lo demás de ustedes son creencias, opiniones, suposiciones, vislumbres, algunos más o menos fundamentados -como las ideas políticas más hacia la izquierda-, pero otros sin nada de fundamento, como las creencias en Dios o en el tarot–, pero esa ciencia –que sólo muy pocos de ustedes -científicos o no- pueden medio entender, una ciencia que debía llevar a una comprensión más integral, más totalizadora de la naturaleza, entre la que estamos nosotros y nuestros problemas, todos nuestros problemas, principalmente los más terribles, como los de nuestra condición de cosa, que se puede ver en la terrible historia que hemos tenido– es una ciencia como de ciegos, como todo lo demás de ustedes –como todo lo demás que pueden ustedes -lo religioso, lo filosófico, lo político, lo revolucionario, lo marxista, lo anarquista -desde el anarquismo bienintencionado y fraternal de “ni Dios ni amo”, hasta el anarquismo más tonto, destructivo, caótico--, pero lo que no pueden es la cordura, para mirar las fallas de todo eso, lo infundamentado o lo insuficiente de todo eso–, aun lo de esos pocos izquierdistas que ven un poquito de lo verdaderamente importante del mundo) de ese mundo puede probarse fácilmente que es ignorancia y sólo ignorancia, y algunas cosas de plano franca desfachatez, como eso de la astrología, o como lo del tarot, para los muy modernos, porque cuando yo era niño usaban más eso de “echar las cartas”, con la baraja española (y Dios o la religión –y si hago la distinción es porque algunos de ustedes dicen que lo suyo no es religión, sino que lo suyo es una relación personal con Dios -con ese personaje de fantasía, pero los que creen en él no lo saben, porque casi no saben nada de lo básico del mundo, saben muchas cosas intrascendentes, y también saben muchas tonterías- son ignorancia, pero sólo en algunos casos llegan hasta el nivel de desfachatez).

 

        Y nosotros y los perros estamos metidos en nuestros asuntos, creyendo que son muy importantes, pero aquí nada importa (los humanos contemporáneos del planeta Tierra somos el resultado de una larga cadena de injusticias, de desigualdades, de azares, de buena suerte para unos y mala suerte para otros, pero al final, si éramos, íbamos a ser más o menos como hoy, no exactamente en las caras y en los cuerpos, pero sí con la misma tontería –e íbamos a tener idiomas, países, religiones, y la ciencia iba a terminar en lo que es hoy -en ese tipo de conocimiento tan preciso, tan fundamentado, pero que no se da cuenta de que está en un mundo que no tiene sentido, y en donde sólo durante lapsos se da el humano, y su Dios, y su filosofía, y su política, y su ciencia-, y la filosofía siempre termina como hoy -en nada-, y la política siempre termina definiéndose en sus 2 tendencias posibles -y los elementos que las separan son cosas como los conceptos de libertad, de justicia, de Dios-, y aquí en la Tierra tienen como nombres izquierda y derecha–), porque el ser permanente sólo es física y química (eternas), no es de inteligencia… y esta cosa de locos tiene que ser enfrentada, y no escapando, sino renunciando (entendiendo que es increíble, pero que es terrible, y la terribilidad que hemos tenido –y la de los demás animales devorados– debería de darnos pistas de lo que es esto, sólo una cosa natural en donde hay mucha terribilidad, pero que aun y así a partir de un momento como el de hoy los humanos podrían hacer –pero sólo por un tiempo, aunque ese tiempo fueran miles de billones de años– una vida mucho mejor, pero el problema es que sería para nada), pero no sin antes detenerla, enderezarla, mostrarla, demostrarla (no somos la única humanidad, y el mundo es eterno, siempre ha sido, ya ha habido innumerables humanidades, desde siempre, pero siempre terminan entendiendo que aquí –en lo único– no se puede ser –que desgraciadamente esto sólo es para perros -y para piedras-, y para cuando los humanos están como los perros–).

 

        El problema es que todos ustedes están como los perros, siendo ciegamente su ser (y no tienen la culpa, pero los perros tampoco tienen la culpa, de ser perros, sólo perros… y este mundo de palos dados tiene que darnos pistas de qué es, de cómo es, y de lo ciegos y tontos que están ustedes), y sólo muy pocos de ustedes tienen las herramientas suficientes (pero no por mérito propio, sino por circunstancias, principalmente por la cantidad de inteligencia con que se nace) para poder traspasar (si se les señala, si se les encamina) eso, esa normalidad, esa naturalidad, esa inevitabilidad, esa etapa, sólo algunos revolucionarios izquierdistas y algunos científicos podrían entender que hay que liberar a la humanidad… y sé que hoy sólo es un momento, que pasará, que esto de hoy no será siempre (y que nada importa, y que algún día no habrá humanos del planeta Tierra, pero que humanos seguirá habiendo una y otra vez –porque hoy nosotros somos y no hay Dios–, y que siempre tendrán una etapa como ésa en que hoy están todos ustedes –y el mundo sólo se abre en un punto como éste de hoy–), y que siempre las humanidades terminan entendiendo al mundo (si es que no se destruyen antes), pero mientras tanto nosotros y los perros estamos viviendo, amando, odiando, pero ustedes y los perros se lo creen, pobres criaturas ciegas de un sinsentido, en donde no hay nada sagrado, en donde todo lo de nosotros es como lo de los perros, capacidades, limitaciones, es tonto asumir que somos libres (que podemos jugar a las comiditas, sin poder ver que lo de hoy es parte de una Bestia –eterna, sola, sin sentido, y completamente inútil–, y que nosotros los “humanos” somos una de sus bestiecitas), ése es el error (la limitación, la ceguera, la ignorancia, el sonambulismo) de la ciencia, y la religión es pura ignorancia (y tal vez buenas intenciones, pero de pura ignorancia), y los revolucionarios izquierdistas tal vez sólo sean buenas intenciones (mucho corazón, o mucha locura, porque sólo alcanzan a darse cuenta de un poquito de lo del mundo, principalmente de la injusticia, y algunos de ellos tratan de apuntalar sus buenas intenciones con filosofía materialista –como pasó -y todavía pasa- con algunos marxistas–), y los de la filosofía del absurdo tampoco entienden gran cosa, porque el asunto no es tan sencillo como ellos creen, el mundo no tiene sentido, pero tiene modos, y sí, uno no debiera preocuparse, porque todo es inútil, pero aun y así hay tareas, enderezarlos a todos ustedes, liberarlos, porque hoy están igual que los perros, siendo ciegamente a un mundo ciego.

 

        Humanos y perros somos de lo mismo, sólo vida e inteligencia (los humanos sólo somos ciertas características, ciertas cualidades, ciertas capacidades, que también tienen los perros –lo que nosotros somos parece muy grandioso, pero también lo son los perros, y sólo es vida -vida que sólo es una cosa química más, vida que es tan fácil de matar, y vida que es en los modos de ser del universo y eso la condena, puede durar miles de billones de años, pero al final es cortada, todo lo de ella es, sucede, vive, muere, pero no vale, porque siempre es borrado del pizarrón- y su inteligencia -y nosotros sólo somos el nivel de inteligencia siguiente del de los perros, pero el de ustedes todavía está como el de los perros-, pero ustedes se creen casi divinas garzas, y como hasta hoy nadie los había puesto en su lugar, como los perros no hablan, como los perros se ven tan inferiores, tan “animales”, tan otra cosa, tan diferentes de los humanos, pero todos ustedes aún están como los perros, también están ignorantes de su ser, ignorantes del ser, ignorantes del mundo, en una inteligencia aún amarrada, como programada, como de robot, con límites, ciega, tonta, todos ustedes están increíblemente tontos, pero no es culpa de ustedes, es por cosas de la inteligencia, pero también por cosas de la inteligencia los perros son perros, sólo perros), y los perros sólo pueden ser lo que son hoy, y mayoritariamente hoy ustedes están muy ignorantes (más del 99 % de ustedes, en una gran variedad de grados, pero abrumadoramente tienden más hacia cosas como las de la religión o como las del tarot –hacia cosas que no existen– que hacia ideas políticas de izquierda, que es hacia donde está lo de menos ignorancia que ustedes pueden alcanzar), y el máximo conocimiento que alcanzan es como de ciegos (o como de autistas) y es muy minoritario (muy poquitos de ustedes manejan conocimiento científico). Pero no hay culpas, nosotros sólo somos unos seres naturales más, como todo lo demás que hay a nuestro alrededor, pero el mundo no está bien, pero los perros y ustedes no lo saben, sólo viven, sólo son, su ser, un ser.

 

        La vida es una cosa química, en donde hay inteligencia, y por tanto mundo, un mundo que es, independientemente de que en él haya o no haya inteligencia, pero que sólo a través de la inteligencia puede ser visto, pensado, incluso entendido. La vida es increíble (es portentosa, pero es como fuegos artificiales), pero muere, y se acaba totalmente todo lo que había ahí, todo lo que era ahí (es decir, se acaba el mundo, para el que muere, pero algún día –por muchos millones -o miles de billones- de años que falten para que eso ocurra– se acabará toda la vida que ha surgido en el planeta Tierra –porque la expansión de universo sólo puede seguir y seguir, o contraerse -pero la habitabilidad del planeta Tierra va a durar mucho menos, pero ustedes podrían intentar correr hacia el planeta Marte, o hacia algún planeta de alguna estrella enana roja -ellas no son como el Sol, que es una estrella de tipo G, conocidas antes como enanas amarillas, las enanas rojas permanecen en estabilidad muchísimo tiempo-, pero sólo recuerden que no va a ser tan fácil, nosotros somos organismos del planeta Tierra, constituidos de acuerdo a la atmósfera, presión atmosférica, fuerza de gravedad y más -no nos creó un Dios, fuimos formados por la naturaleza- que hay en el planeta Tierra-, y son varias las posibilidades de lo que podría pasarle al universo en el futuro -pero todo lo que vemos hoy va a ser desbaratado-, a un universo que no está inmóvil, fijo, fijado, el universo se está expandiendo, se sigue expandiendo, empezó a expandirse hace como 13 800 millones de años–, es decir, todo lo que vivimos y hemos vivido los humanos y los perros se va a volver nada, va a ser como si nunca hubiera sido… pero los perros se lo creen, no saben que sólo son de la vida, de cosas –caminos, modos de ser, necesidades– de la vida –el único lugar en donde puede haber ojos, y creencias–, y que la vida sólo puede producirse en las expansiones de universo –que sólo ahí es, que sólo de ahí es, que sólo ahí puede ser–, y que eso y más es parte de un mundo que no tiene sentido, porque no fue creado, porque no hay eso llamado Dios –no hay seres fantásticos que a partir de nada pueden crear cosas con el poder de su voluntad–, la única voluntad, sentido, propósitos, poder de creación con intención –pero sólo de algunas cosas, y no a partir de la absoluta nada– e ideas que existen son los que hay en la inteligencia –lo demás del mundo no es así, el mundo es muchas cosas -pero no es de inteligencia, pero es desde la inteligencia, pero la inteligencia de todos ustedes está como la de los perros, no les ha alcanzado para en verdad poder entender -pero muchos de ustedes sí pueden, si se les encamina--, es muy raro, pero no es de voluntad -no muestra voluntad-, no es de idea -no muestra idea-, no fue planeado -no muestra planeación-, el mundo es material, no es sobrenatural, no es caprichoso -el mundo tampoco muestra magia, ni milagros, ni espíritus, ni nada relacionado con ello, ni aun en lo más desconcertante de la mecánica cuántica-, el mundo es un conjunto de leyes regulares, de comportamientos regulares, constantes, sin sorpresas, en donde se produce la inteligencia, y no siempre la inteligencia puede entender al mundo, y eso es lo que pasa con los perros, y con nosotros en la etapa -en el nivel de inteligencia- en que aun hoy están todos ustedes–).

 

        El mundo sólo tiene, o puede tener (porque no siempre hay todo lo que hoy hay aquí), 3 tipos de seres (los diferentes seres del mundo se pueden reducir, se pueden simplificar, desde que los seres como nosotros son los más diferentes –los más peligrosos, los más complicados, los más engañados–, pero se ve de dónde venimos, de dónde salimos): seres como las piedras (o como las estrellas, o sea, seres no vivos), seres como los perros (o como las estrellas de mar, o sea, seres vivos, pero menos perceptivos que nosotros) y seres como los “humanos” (los humanos del planeta Tierra sólo somos una humanidad más –el mundo es eterno, porque hoy es y no fue creado, y no fue creado porque los datos del mundo no muestran ningún creador, ninguna posibilidad de creador, absolutamente ninguna -porque no hay ningún Dios -porque no hay ninguna prueba de tal cosa-, y porque el mundo no muestra que sea de inteligencia -que es lo único en donde hay voluntad, propósitos, poder de creación con intención-, porque no muestra nada de inteligencia -no muestra idea, no muestra propósitos, no muestra voluntad, “alma”, sólo muestra procesos ciegos, sordos, mudos, insensibles, indiferentes- aparte de la inteligencia que hay en la vida y cuyos máximos exponentes hasta hoy han sido ustedes, es decir, una inteligencia tonta, en donde están los enredos del mundo, de un mundo que sólo es en la inteligencia, es decir, un mundo que sólo la inteligencia puede ver, pensar-, el mundo sólo es -es la realidad, es el ser, eternos, hacia atrás y hacia adelante-, y en él se producen cosas, se crean cosas -pero no por obra de poderes sobrenaturales -que no los hay-, ni de inteligencia -la inteligencia sólo puede crear una que otra cosita, pero las crea a partir de lo que hay, de lo que es--, y es muy increíble, muy inconcebible -principalmente la vida -porque puede vivir- y la inteligencia -porque puede pensar-, tan diferentes de todo lo demás-, pero es solo, es “natural”, funciona de alguna manera, pero ahí no está el problema del mundo, sino en los ojos y en el pensamiento, porque el mundo sólo repercute en cosas como los ojos y el pensamiento, y hasta hoy en el planeta Tierra sólo había repercutido en unos ojos y en un pensamiento como los de los perros y como los de todos ustedes–), no hay más tipos de seres (las plantas pueden ser agrupadas con los perros, con los demás seres vivos diferentes a nosotros, y los seres vivos salimos de lo mismo de donde salieron las piedras y las estrellas: de modos físicos y químicos), no hay seres como ese Dios (y demás mundo sobrenatural) en que creen la gran mayoría de ustedes (Dios –y todo lo religioso– no es asunto de amor, o de piedad, o de elección, Dios es asunto de muchísima ignorancia, Dios no significa amor, piedad o libre albedrío, Dios significa muchísima ignorancia, la que se necesita para creer en algo de lo que no hay la más mínima prueba, pero Dios no es el problema –por eso los “ateos” tampoco entienden mucho–, problema es que no lo haya, porque entonces el mundo es solo, sin sentido, sus piedras, perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos– y humanos están solos, y sólo son y pueden ser lo que sus modos de ser les hacen ser –y el mundo en su conjunto es como las piedras, porque actúa como las piedras, no vive, no ve, no piensa–, y los humanos en la etapa en que están todos ustedes estarán tan ciegos como los perros), no hay seres como los espíritus (el mundo se ha quedado sin sorpresas, así como ha sido así seguirá siendo, sólo con la posibilidad de tener piedras, perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos–, y humanos).

 

        El mundo es, pero sólo “es” en la inteligencia, el mundo es, pero sólo “emerge” a través de (cosas como los ojos y el pensamiento de) la inteligencia, pero la cantidad de inteligencia con que nacen la gran mayoría de ustedes no permite entender mucho, y el resto de ustedes nacen con un poco más de inteligencia, pero hasta hoy no había sido suficiente para entender más, y por eso todos ustedes seguían en una situación (en que inevitablemente siempre va a caer la inteligencia una vez que vaya más allá del nivel de inteligencia en que están los perros) todavía no muy diferente de ésa en que están los perros (ustedes están muy increíbles, y sólo naciendo con una inteligencia suficiente es como alguien iba a poder superar eso, esa parálisis, ese atasco, esa inercia).

 

        Todo está trabado, el mundo sólo es desde la inteligencia, el mundo está atado a la inteligencia, como la de todos ustedes (y como la de los perros), no sólo como la de la gran mayoría de ustedes que casi no saben nada (de lo realmente importante, porque sí saben muchas cosas… que los lleva a creer en cosas que no existen, como en eso llamado Dios), porque algunos de ustedes saben que el universo en que estamos no siempre va a estar como está hoy, y que eso va a cortar a la vida, pero no han entendido las implicaciones de eso (que entonces lo que vivimos nosotros y los perros va a ser como si nunca hubiera sido, que se vuelve completamente inútil, pero tampoco han entendido que el mundo no tiene sentido –porque no fue creado, ideado–, que es para nada –que sólo da vueltas en torno a sus capacidades físicas y químicas, en donde de tarde en tarde se produce la vida, y con ella la inteligencia, que puede llegar hasta ojos y pensamiento que pueden ver y pensar–, que es inútil, que sólo es modos de ser físicos y químicos –y lo de que todo lo que vive la vida está de más -porque va a ser borrado- sólo es un pilón–)… no pueden entender mucho, por eso no han entendido que lo de todos ustedes sólo es una etapa de uno de los 3 tipos de seres que puede haber en el mundo, que lo nuestro no es nuestro, que nosotros sólo estamos siendo (repitiendo) un modo de ser, que los extraterrestres sólo pueden ser como piedras, como perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos), o como nosotros (pero los extraterrestres del tipo de nosotros no son muy frecuentes, porque la vida no es muy frecuente –porque no es fácil que se produzca y arraigue–, y porque una vez que entienden al mundo ya no duran mucho –porque se van, voluntariamente, colectivamente–, y por esas 2 razones no hemos tenido noticias de ellos –pero también puede ser que nosotros seamos la primera humanidad de esta galaxia, y también puede ser que las humanidades se aniquilen a sí mismas en guerras nucleares–, y porque en su etapa de mucha inconsciencia –como en la que hoy están todos ustedes– no pueden mucho –pero la etapa de conciencia no es algo raro, no es algo esotérico, sólo es darse cuenta de qué es todo esto que es, es decir, de cómo es todo esto que es–, los viajes espaciales interestelares tripulados son casi imposibles –porque las distancias entre estrella y estrella son grandísimas–, y la humanidad terrícola ni siquiera ha podido viajar al planeta Marte –sólo ha enviado sondas, naves no tripuladas y robots… pero en el planeta Marte no hay seres como nosotros, y tampoco los hay en los demás planetas y lunas del Sistema Solar, y puede ser que ni siquiera haya vida primitivísima, muy estancada–, y apenas tiene como 100 años que empezó a radiar ondas –de radio– al espacio, y ya está esta explicación del mundo, y así más o menos les pasa a todos los extraterrestres del tipo de nosotros –y tal vez desde hace más de 4 300 años ya podía haberse llegado a lo fundamental de esta explicación–… Pero los seres como nosotros durante mucho tiempo no sabrán qué es eso que viven, por eso vivirán –como hasta hoy nosotros, aunque sea una vida de casi muerte, aunque vivan en injusticia, en desigualdad, en irresponsabilidad, en violencia, en crimen, en maldad–, y cuando lo saben se van, porque no se puede arreglar a los humanos –aquí no se puede ser ni siquiera en la justicia máxima -es decir, en la igualdad máxima- que pudiéramos hacer, ni siquiera llegando hasta la clonación–, porque sólo son una cosa química, y que además no puede ser continua por siempre, porque en los modos de ser del universo se pueden producir seres –como las estrellas, como los perros, como nosotros–, pero ahí mismo son desbaratados –no sólo es la muerte personal, sino que algún día no quedará nada vivo de esta vida que se produjo en el planeta Tierra, y tampoco quedarán estrellas, ni planetas–, pero volverán a producirse –en el futuro de este universo -pero muy en el futuro, si es que eso es posible, porque hoy este universo va encarrerado hacia una disgregación, pero tiene que ser posible, porque si no fuera así este universo en que estamos quedaría truncado, pero de alguna manera es todo lo de este mundo eterno que nadie creó y que hoy nosotros estamos viviendo, desde este universo. Y el mundo es eterno porque hoy es, pero sólo es desde cosas como los ojos y el pensamiento, que son de la vida, como ésta del planeta Tierra, y que todavía podría seguir siendo durante millones o tal vez miles de billones de años más, pero que sólo es una cosa química, de un mundo físico, material -solo, no fue creado, no es espiritual, no hay espíritus, sólo son un invento, de la inteligencia, de una inteligencia que sólo surge en la evolución de la vida-, pero que ustedes no entienden, y que sin embargo lo viven, pero también los perros lo viven, pero ustedes y los perros no siempre han sido, ni esta vida que hay hoy en el planeta Tierra, un planeta Tierra que tampoco siempre ha sido y que algún día será achicharrado, o puede que hasta tragado, por un Sol que seguirá su ciclo de estrella de tipo G… Y la mitad de lo inmediato anterior es información científica, pero lo de que el mundo es eterno -y que sólo es desde cosas como los ojos y el pensamiento, y que no es espiritual y que por tanto no tiene sentido- no lo es, pero ustedes no han entendido cosas como ésas, y tampoco han entendido que porque el mundo no tiene sentido no se puede arreglar lo de los humanos, pero que tampoco podemos seguir como hasta hoy, como perros por el mundo-, o en otros universos que actualmente pudiera haber, pero que no resuelven al universo en que estamos, a éste sólo lo resolvería una contracción, una reversión–, una y otra vez –porque seres como las piedras, seres como los perros -y demás seres vivos con excepción de los humanos, o sea, seres vivos que jamás entenderán al mundo, tengan o no tengan ojos y pensamiento- y seres como los humanos son los únicos tipos de seres que podrían producirse, porque sólo hay vida y no vida, e inteligencia en distintos grados–, y una y otra vez serán desbaratados –porque el universo es en desarrollos, despliegues, y tal vez también en repliegues -pero todo es hacia adelante, nada es hacia atrás, nada es hacia el pasado-).

 

        El mundo es increíble, pero sólo es en los ojos y en el pensamiento, pero los ojos y el pensamiento de todos ustedes todavía están como los de los perros, y ahí es en donde están los líos de un mundo que sólo tiene seres como las piedras, seres como los perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos) y seres como nosotros… y sólo puede haber estos 3 tipos de seres (hoy sólo hay seres que se pueden clasificar dentro de estos 3 tipos, y por más que uno busque –o trate de imaginarse– no hay más, no podría haber más, sólo la vida es la que aporta seres diferentes a como son las piedras –a como son las estrellas, a como es el aire–), y los únicos seres que faltarían (que podrían faltar, que podría haber, para cubrir todas las posibilidades de todo) serían los seres fantásticos, como los espíritus, como Dios (pero esos seres sólo son nosotros imaginados poderosísimos, e inmortales), pero esas creencias sólo están en los humanos, al principio en todos (como en el planeta Tierra hasta hace –por lo menos– 2 400 años… o como cuando somos niños), pero después sólo en la gran mayoría.

 

        Los humanos del planeta Tierra somos de uno de los 3 tipos de seres que hay en el mundo, pero ustedes no se dan cuenta, pudiendo ver que además de nosotros sólo hay seres como los perros (o como las plantas, seres vivos que en términos generales tienen una inteligencia más incapaz que la de ustedes) y seres como las piedras (seres no vivos)… que no hay seres espirituales (como eso llamado Dios, es decir, seres con capacidades de inteligencia imaginadas hasta el infinito, y que además son eternos, seres que si existieran serían los que podrían crear cosas como el mundo), que no hay seres misteriosos, mágicos, la creencia en seres espirituales sólo está en la gran mayoría de ustedes, no en la realidad (ése es el problema de Dios –que desafortunadamente no haya algo como eso, que no haya alguien -o algo- cuidado, protegiendo, amando, a todas las cosas, o por lo menos a todos los humanos, pero absolutamente a todos, aunque dejara a los demás seres vivos como están, sujetos a los modos de ser de la naturaleza, en donde hay perros grandes, y perros chicos, perros con suerte, y perros sin suerte–, que está al revés de cómo debía estar, no está en la realidad, sólo está en la ignorancia, de los más ignorantes de ustedes).

 

        Todos ustedes viven con cegueras (a un mundo ciego, y de él son los ojos, y las cegueras), y eso está mal, pero no está mal, es como lo de los perros, que están mal, pero que no están mal, así es su ser, ellos no pueden evitarlo, y hasta hoy nosotros tampoco habíamos podido evitarlo, porque el mundo tiene modos de ser, y en esos modos de ser hay mucho mal (es decir, daño, el mal no es mal, es daño –y la maldad humana no es maldad, es tontería, ignorancia, incapacidad–, el mundo no es malo, ni bueno, pero en él se dan situaciones, de bien y de mal… y la mayoría de los humanos tendrán vidas terribles, serán pobres, feos, enfermos –y todo lo que vivan los humanos siempre será como si nunca hubiera sido, porque algún día no habrá ningún humano–, y entonces, cómo asistir impasibles a tanta inutilidad, a tanto sinsentido, a tanta terribilidad, que sin embargo es, ha sido, seguirá siendo, aunque ahora nosotros ya podamos enfrentarla en nosotros), y los perros no pueden liberarse (pero también algún día va a ser como si nunca hubiera habido ningún perro del planeta Tierra), pero nosotros sí (y sé muy bien que a los perros no se les puede explicar, pero a ustedes sí –aunque con gran parte de ustedes va a ser como tratar con un avispero–), nosotros sí podemos hacer algo, y simplemente lo que nos corresponde hacer, ya no seguir como perros.

 

        Y qué opinar de ustedes (aunque no tengan culpa), pero más de los más malos de ustedes. Nosotros los humanos sólo somos unos pobres perros más, pero todos ustedes están igual que ellos (en un tipo de inteligencia parecida: parcial), y cómo enfrentar esto, y tener que hacer que vean, para que se conduelan, para que vivan con los ojos abiertos, para que ya dejen de andarse con tanto cuento (y con tanto daño hacia los demás), para que vean que sólo somos vida, sólo una cosa química (que tiene sus modos de ser y que si no estuviera sujeta a los modos de ser del universo podría ser eterna, porque –aunque tiene muerte– se replica, se reproduce, y así hasta podría no importar que el mundo no tenga sentido –y los seres como nosotros podrían inventarse un ser, pero ya lo hubieran hecho, atrás de nosotros ya ha habido eternidad, pero no se ve nada de ellos. Y esto de hoy de nosotros viene desde abajo, aquí en el planeta Tierra la vida tuvo que empezar de nuevo. Y los datos que hay son pistas, de cómo es todo esto, que hoy nosotros estamos viendo–, pero la vida es aniquilada una y otra vez –y esto sólo es la puntilla, el mundo no tiene sentido, es para nada -porque no fue creado, ideado-, el mundo sólo es fenómenos, físicos, y químicos, nosotros sólo somos de necesidades de la vida, de intereses de la vida, pero de una vida en la que hay inteligencia y que sólo ahí el mundo es visto, pensado -y se hace este círculo humano, este lío en que hoy estamos nosotros-, porque el universo no siempre está como está hoy, porque el universo no está inmóvil, se está expandiendo, y esta expansión tuvo un inicio, y va a tener un final… va a llegar un momento en que no haya condiciones para que la vida pueda seguir siendo –así como hubo un tiempo en el pasado -de esta expansión de universo- en que la vida no podía ser–, y entonces todos los afanes de los seres vivos se vuelven completamente inútiles, nada).

 

        Y el asunto es que hay que enderezarlos a todos ustedes (sacarlos de la injusticia, de la desigualdad, de la irresponsabilidad, de la ignorancia, de la tontería, de la violencia, del crimen, del vicio… sacarlos de tanta ceguera, es decir, sacarlos de los modos de ser de un mundo ciego que a todos ustedes todavía los tienen ciegos… ojalá lo único contra lo que tuviéramos que enfrentarnos fuera la desigualdad –es decir, la pobreza, la enfermedad, la fealdad–, ojalá el mundo fuera otra cosa y todo estuviera en nuestras manos... o en las de Dios), para eso es esta explicación, pero el problema es que la tontería en que están todos ustedes es parte de un asunto muchísimo más grande, muy complejo, y que si están tontos es porque el mundo no es de inteligencia, y porque la inteligencia no es muy inteligente (y no sólo están los perros como ejemplo, sino que también está la gran mayoría de ustedes).

 

        Nosotros los humanos somos de aquí (y tenemos inteligencia, pero nos domina el cuerpo, porque si no comemos nos morimos, y después de lo de la comida la vida tiene que poder reproducirse, porque si la vida no se reproduce no sigue, aunque coma, por eso el sexo también domina), de lo que es el mundo (de nada con inteligencia, de nada con sentido, de nada con razones, de ser, para ser), de lo que es la vida (la vida sólo es una cosa química una vida que lo único que hace es vivir, supervivir, sobrevivir, y por eso tiende tanto hacia la fuerza, y un poco hacia la belleza, pero no mucho hacia la inteligencia, en donde hay inteligencia, el único lugar en donde hay inteligencia –que es lo único que ve, que piensa–, una inteligencia que también es como la de los perros, y como la de ustedes, y ahí están los enredos), pero todo esto no está bien (cómo va a estar bien una cosa en donde la ignorancia y su tontería puede mandar, forjar, como hasta hoy en nosotros, cómo va a estar bien una cosa en la que sus humanos durante mucho tiempo van a estar esclavizados, sujetos a un mundo ciego en donde hay mucha terribilidad, y a cantidad incompleta de inteligencia, y por tanto también ciega, terrible y los pobres perros están peor, porque ellos no pueden ser liberados), pero los perros no se dan cuenta, y hasta hoy todos ustedes tampoco (y siempre van a tener que ser liberados, siempre alguien tendrá que explicarles el mundo).

 

        Y verlos a ustedes y a los perros esclavizados (e independientemente de los caminos seguidos el resultado en los seres vivos sólo puede ser: seres que actúen como los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos–, y seres que actúen como los humanos, y en los humanos habrá dinero, negocios, fronteras, ideas políticas, ciencia, filosofía, creencias religiosas –creencias religiosas increíbles, increíblemente ignorantes, como las de aquí del planeta Tierra, estamos solos y es terrible, es lamentable que no haya nadie, que no haya un Padre -o una Madre-… Y ahora por fin puedo con todo esto, con las estructuras de un mundo ciego en donde ustedes y los perros quedan esclavizados, sumidos en mundos increíbles… y afortunadamente nosotros podemos hacer algo, los perros no, ellos seguirán así mientras el universo -o el Sol- les permita ser–), por un mundo que no es de inteligencia… y por una inteligencia que los hace ladrar, mover la cola, llorar.

 

        Y el Sol está siendo su ser, pero no se entera (y los perros tampoco, y ustedes no mucho), y algún día el Sol no será (ni el planeta Tierra, ni ninguno de los humanos del planeta Tierra, aunque evacuen el planeta, porque no pueden evacuar el universo, algún día la expansión actual del universo no va a poder albergar vida, ni estrellas), pero seguirá habiendo estrellas (porque hoy las hay, porque son algo posible de esta cosa sola que es), seguirán formándose (y desbaratándose) estrellas (y humanidades –es decir, seres de inteligencia como la de nosotros. Y hasta hoy no han venido humanos extraterrestres a la Tierra -porque, para empezar, no hay ninguna prueba de eso, así como no hay ninguna prueba de Dios-, porque los humanos son como se los cuento, no es muy fácil que se produzcan -porque no es muy fácil que la vida arraigue-, pero se producen -porque aquí estamos nosotros, y no se ve ningún Dios, ni ninguna otra cosa creadora con voluntad, aparte de la inteligencia, que sólo surge en esa cosa química que es la vida, pero que lo más que puede es lo que podemos los humanos-, y una vez que se producen pasarán mucho tiempo como hasta hoy hemos estado nosotros -soñando, hasta con viajes espaciales tripulados-, y nosotros no hemos podido viajar a otro sistema solar -porque no es tan fácil, las distancias entre estrella y estrella son enormes, son muchisísimo más que ir a la Luna, o a algún planeta del Sistema Solar-, y ya está esta explicación, que pone límite a los sueños y tonterías de los seres como nosotros–).

 

        Y ya saber que no hay arreglo para nosotros (pero que tampoco vamos a seguir como hasta hoy. Nosotros siempre hemos estado necesitados de arreglo, y los mejores arreglos sólo podrían estar en la justicia, en la igualdad, en la felicidad, pero para todos, absoluta, completa, igualitariamente para todos, pero la falta de sentido del mundo –porque no fue creado, ideado– convierte en inútil a todo, el mundo es para nada –la vida de humanos y de perros es para nada, sólo es una cosa química, que vive -que muere, que se reproduce-, que sobrevive, que va sobreviviendo, eso es lo que en realidad hace, la vida sólo es sobrevivencia–, pero hoy estamos como los perros, gruñendo, o moviendo la cola, pero naufragando, en este naufragio eterno), pero que hay modos de ser, y que ahí está lo nuestro (lo que somos, lo que hemos tenido que ser, lo que pasará con nosotros), que estamos atrapados, pero que esto tiene estructuras, que nosotros tenemos una estructura, y haber podido entender (pero no porque yo me lo propusiera, sino porque me fue inevitable), a esto, a terribilidad y a estupidez, a tanta terribilidad que tiene el mundo, y a tanta estupidez que tiene el humano, y ya saber al mundo, que no tiene sentido, y que sus humanos y sus perros siempre son cortados (y es terrible tanto drama, que será por siempre, el mismo circo, pero con diferentes payasos, y nadie de allá afuera sabrá de los payasos del planeta Tierra, pero podrán imaginarse, así como nosotros ya podemos saber cómo serán todos los demás humanos y perros del mundo eterno), y ver a los humanos, y a los perros, ver a seres indefensos, a seres tontos, e indefensos, y ver que los perros no pueden llegar hasta cordura, que no pueden entender al mundo, que no pueden entender cómo es el mundo, que no pueden entender qué son ellos, pero que ustedes sí pueden entender, y yo entendí por verlos a ustedes, y a los perros (y demás seres vivos), y a las piedras, y a mí, que de algún lugar salí, y tuvo que haber algo diferente, tiene que haber algo diferente, y la única diferencia relevante que he tenido ha sido la inteligencia.

 

        Y cómo mostrarles el mundo a unos como ustedes, que no alcanzan a arañar mucho (pero que están normales, ése es el problema, que nosotros sólo somos unas criaturas del mundo, que somos de acuerdo al mundo, no de acuerdo a nosotros –que si tenemos buen juicio o mal juicio no es por nosotros, sino por la cantidad de inteligencia con que nacimos, y por la cantidad -y calidad- de conocimiento que hemos adquirido, que hemos podido adquirir -a partir de la inteligencia con que nacimos, y del tiempo en que nacimos, no siempre los humanos hemos tenido la misma cantidad de conocimiento disponible, hubo un tiempo en que sólo podíamos saber casi lo que puede saber un perro-, el mundo –sus modos de ser, sus capacidades, sus disparidades– es el que nos da nuestro ser, es decir, todo lo que somos), a unos como ustedes que lo más a lo que pueden llegar por sí solos (pero es porque la cantidad de inteligencia con que nacieron sólo puede llegar hasta eso, para que hubieran podido ir más allá de eso –por sí solos, en la oscuridad en que hasta hoy habíamos estado todos– les faltaba más inteligencia, nacer con un poco más de inteligencia, sólo un poco más, para que pudieran darse cuenta de más cosas, que llevaban a más y más cosas, que llegaban hasta cómo es todo esto del “mundo”) es a ciencia (a conocimiento científico, un tipo de conocimiento muy bueno, de calidad, comprobable, pero muy ciego, muy capaz para investigar al universo, pero no para entender al mundo, es decir, a la realidad, al ser), a filosofía (y la filosofía no entiende ni al mundo ni al universo, pero a veces hasta puede apantallar, pero los merolicos sólo pueden enredar) y a izquierda (una izquierda –unas ideas políticas de izquierda– que sólo es un poco de sentido común, resultado de darse cuenta un poco de la injusticia, de la desigualdad, de la materialidad del mundo, de algunas estructuras del mundo), pero sólo muy pocos de ustedes, porque la gran mayoría de ustedes están peor, la gran mayoría de ustedes están creyendo en cosas que no existen, y creyendo por ingenuidad, por infantilidad, por mucha ceguera, por poca inteligencia, por haber nacido con poca inteligencia.

 

        El mundo es muy terrible para muchísimos, y por eso se necesita justicia, igualdad, igualar, pero no es suficiente (pero se necesita, es necesario, no podemos seguir como los perros, es terrible el estado en que se encuentran ustedes, y el problema es que son todos ustedes –no sólo los más tontos, no sólo los malos–, que están viviendo desconectados –ignorantes– de la realidad, y no es culpa de nadie, así es el mundo, tiene mucha terribilidad, y en nosotros –y en los perros– es en niveles de inteligencia innata), porque aunque arreglemos al humano (lo máximo posible, es decir, hasta la igualdad máxima posible), seguimos siendo parte de un mundo sin sentido (porque no fue creado, ideado), un mundo que es en círculos, en modos de ser eternos (como los de la vida, como los del universo, vida que se produce y que se corta dentro del universo, universo que tiene periodos en donde hay estrellas, planetas, vida, e inteligencia –desde la que el mundo puede ser visto y pensado–), pero que ustedes no saben, no entienden, pero que nosotros los humanos podemos saber, que, por ejemplo, sólo tiene (o puede tener, porque 2 de ellos no siempre los hay, pero siempre hay seres como las piedras, porque el universo es como las piedras, se comporta como las piedras) 3 tipos de seres, como piedras, como perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos) y como humanos (y las propias experiencias personales de penosa construcción –nacemos como bebés, y tenemos que aprender todo– y de fin absoluto –morimos, es decir, abruptamente pasamos de estar siendo todo a ser nada– dan una idea de lo que es este tipo de cosa que hoy estamos siendo nosotros, esta experiencia humana, que es grandiosa, ilusionante, pero completamente inútil –porque algún día será como si nunca hubiera habido nuestra humanidad del planeta Tierra–, pero que puede reincidir –pero ya nunca más esta humanidad de nosotros–, una y otra vez –por eso es que somos nosotros en el planeta Tierra, porque la vida -esa cosa química- aquí -por ciertos asuntos, principalmente de habitabilidad- pudo llegar hasta humano–, pero que siempre será cortada, por eso mismo por lo que se produjo, por los modos de ser del universo).

 

        En ustedes es en donde están los dramas más grandes del mundo, dramas peores que los de las cebras siendo comidas por leones (o que los de las cebras y leones siendo exterminados por caídas de asteroides y cometas)… y las cebras miran y miran, y siguen comiendo plantas, porque se los pide el cuerpo, y siguen mirando, pero no entienden al mundo, no pueden entenderlo (pero entienden otras cosas –más sencillas–, y así ustedes, aunque ustedes entiendan más, aunque a ustedes las capacidades de inteligencia que tienen les permitan entender más cosas –incluso cosas que ni siquiera son–), y ustedes sí pueden entenderlo, pero hasta hoy han estado como las cebras (en inteligencia incipiente), perdidos en él, siguiendo necesidades de la vida, comiendo, enamorándose, ilusionándose, y muriendo, pasando.

 

        Y ya poder con ustedes, que están siendo un ser raro, increíble, con conocimientos, y con cegueras, ustedes que han descubierto al universo (aunque la gran mayoría de ustedes no entiendan eso, pero sí que se sirven de la tecnología resultante), ustedes que están capacitados naturalmente para poder descubrir al universo, pero que no pueden entender a lo que es, a lo que hay.

 

        Estar aquí, viendo que todo es terrible, y que todos ustedes están como los perros, que nacen al mundo, y son, sólo son, su ser, no dándose cuenta de que sólo son perros, y que están sometidos a su ser de perro.

 

        El mundo es un lío interdependiente, autocontenido (el mundo es, pero sólo es visto y pensado por la inteligencia, pero una inteligencia incompleta cae en mundos de inteligencia incompleta, como los de ustedes y como los de los perros), sin sentido (porque no fue creado, ideado), en donde nada importa (porque algún día todo lo que vemos hoy va a ser desbaratado), pero aun y así es necesario liberar a esta humanidad del planeta Tierra (porque es lo que corresponde, porque ustedes pueden ser liberados, los perros no), y sólo podremos hacerlo conociendo la verdad, es decir, la realidad.

 

        Ustedes pueden ver a los perros, es decir, ustedes pueden ver al mundo de los perros, a eso en lo que andan los perros, y no tendría que sorprender que los perros sean lo que son, todo lo de aquí es natural (todo lo de aquí es de aquí), incluidos nosotros los “humanos”, pero las cosas se complican cuando alguien puede ver que todos ustedes andan en una cosa muy parecida a ésa en que andan los perros… El problema (la complicación –la sorpresa, la buena nueva–, es que el mundo puede ser entendido, que el mundo no sólo es eso de ustedes y de los perros, eso en que andan ustedes y los perros) es que el mundo puede verse completamente (que no tiene sentido, y que tiene mundos como los de ustedes y como los de los perros, esclavizados ambos, pero que ustedes pueden ser liberados), no sólo como lo ven los perros (no sólo lo que ven los perros), no sólo como lo ven ustedes (no sólo lo que ven ustedes), aunque cada uno de ustedes vea cosas diferentes, y la gran mayoría de ustedes ven cosas muy increíbles, de muchísima ignorancia.

 

        El mundo no tiene sentido (porque no fue creado, ideado), lo único que piensa en sentidos es la inteligencia, lo único que piensa es la inteligencia, pero este asunto de la falta de sentido del mundo no es tan sencillo, no se trata de nihilismo, todos los temas de ustedes están muy cortos, y ustedes trataron casi todo, excepto, que el error estaba en todos ustedes, en la inteligencia de todos ustedes, pero ustedes no podían ver que ustedes estaban mal, los perros tampoco se dan cuenta de que sólo son perros, es decir, sólo impulsos de vida, e inteligencia a medias… El mundo no tiene sentido, pero entonces, qué es esto, cómo explicar tantas cosas, hay ser, hay vida, hay ojos, hay pensamiento… y hay cosas bonitas… y hay injusticia, hay ignorancia, hay mentira, hay maldad… hay cadenas, que es necesario enfrentar… El mundo no tiene sentido, pero hay cadenas, hoy nosotros estamos en ellas, como los perros, sujetos a fuerzas, pero nosotros podemos enfrentar a esas fuerzas, los perros no, pero hasta hoy ustedes no han podido, porque así es el mundo... El mundo no tiene sentido, pero hay cadenas, y modos, las humanidades siempre terminarán enfrentándose a su condición, de eso trata esta explicación, de un mundo raro, y terrible, pero en donde hay un esquema.

 

        Ustedes que creen que saben, ustedes que pueden ver a los perros y que no saben que (los humanos somos como ellos, que somos de lo mismo que ellos, pero que todos ustedes) están igual que ellos, igual de ciegos, igual de inconscientes (y ustedes que creen que tienen conciencia, pues hasta hoy ha sido como la de los perros, con límites, que no han podido rebasar), y casi igual de ignorantes (y más la gran mayoría de ustedes), y quién les dio a los perros ese ser de perro, quién condenó a los perros, a ser perros, a sólo ser perros… pues eso mismo hasta hoy nos ha condenado a nosotros: los modos del mundo.

 

        El mundo ya puede saberse (el mundo es sorprendente, y parece incomprensible, pero es pequeño, tiene límites, y su principal límite es que no es de inteligencia, que no se maneja por inteligencia –que es lo único en donde hay propósitos, razones, sentido, voluntad, racionalidad, y la mayoría de ustedes creen que la racionalidad de un Dios creó al mundo, y todos ustedes se creen muy racionales, pero hasta hoy la racionalidad de ustedes ha estado muy irracional, ha estado igual de programada -de limitada, de cerrada, de dirigida, de impuesta, de ciega -y así también está la famosa conciencia que muchos de ustedes cacarean tanto-- que la pequeña racionalidad -pensamiento, entendimiento- que alcanzan los perros, que tienen los perros, que hay para los perros, y que por eso son perros, si tuvieran más serían humanos, y ya no serían perros, ni parecerían perros, tendrían cuerpo como de humano -¿y los cuerpos de los chimpancés, y de los gorilas, y de los orangutanes, y de los gibones y de muchos de los demás primates que tienen cuerpos más parecidos a los de nosotros que a los de los delfines?, y esto nos lleva a 2 cosas, nos lleva a que la inteligencia de tipo humano proviene directamente de cuerpos semihumanos, y nos lleva a que la inteligencia de tipo humano es tajante, y que la inteligencia de tipo perro máxima puede incluso tener un cuerpo muy semihumano, como el de los chimpancés, o que puede tener un cuerpo como el de los delfines. Y los humanos no descendemos de los chimpancés, descendemos de algo que nos dio origen a nosotros y a los chimpancés -y a los bonobos-, y ese algo -que ya tenía un cuerpo muy semihumano- vivió hace como 7 millones de años -pero desde hace como 19 millones de años que en el planeta Tierra ya hay cuerpos muy semihumanos, hace como 19 millones de años se diferenciaron los gibones y los homínidos, es decir, ésos que algún día darían origen a orangutanes, a gorilas, a chimpancés, a bonobos, y a humanos-, y una vez que se separaron nuestros caminos, humanos y chimpancés pasamos por una gran serie de antepasados propios, y en algún momento nosotros caímos en el punto irreversible que hace que haya humanos, inteligencia de tipo humano-, y la inteligencia también tiene límites, pero es la única cosa en donde hay ojos y pensamiento), porque la inteligencia ya puede saberse (que produce entendimientos raros, parciales, tontos, como los de los perros… y como los de ustedes, como los de todos ustedes… está el mundo y sus datos –sus hechos–, está la inteligencia, que puede entender, y están los mundos de ustedes y de los perros. Cuando se pregunten qué es el mundo, tienen que ver hacia el mundo, y hacia la inteligencia –que es quien entiende–, y lo mismo que les dio a los perros esa inteligencia tan rara se los dio a ustedes: las cantidades de inteligencia, esas cantidades de inteligencia que ven Dios en donde no hay nada, esas cantidades de inteligencia que entienden ciencia, pero que no entienden justicia, porque no ven las causas de la injusticia, porque no están totalmente capaces, para en verdad poder ver, y trataron de ver al mundo y a sus partes, y a eso le llamaron filosofía, pero no pasó mucho, y establecen reglas para vivir el día a día, y a eso le llaman política, pero no se han dado cuenta de que no se puede, que sólo sería administrar seres como los perros, igual de condenados, a sólo ser lo que un mundo sin inteligencia da para ser, y a unos los hacen perros, y a otros los hacen humanos, perros humanos).

 

        Todos ustedes andan en el mundo como andan los perros (todo lo que viven ustedes y los perros es un mundo irreal, y viven y mueren en ese mundo, siéndolo, creyéndolo), sin saber qué son (que sólo son cosas, que sólo son vida, que sólo son animales, que tienen inteligencia, pero que no es mucha, y que la gran mayoría de ustedes incluso tienen menos), sin saber al mundo (que no tiene sentido, y que es completamente inútil), impotentes (padeciendo –en ustedes, o en el prójimo– infelicidad, injusticia, desigualdad, irresponsabilidad, estafa, poder, ignorancia, maldad, modos de ser del mundo y del humano), como tontos (en vicios, en países, en dinero, en egoísmo, en negocios), como locos (en vilezas, en bestialidad, en crimen, en violencia, en guerras religiosas, políticas y sociales), pero sólo están limitados, programados (es decir, condicionados, obligados, a ser de determinada manera, sólo el conjunto de capacidades y de límites que les permiten su cuerpo y su cantidad de inteligencia)… lo que están siendo sólo es una etapa del humano (y no hay nada para nadie, pero los perros y ustedes no lo saben, y los perros no pueden saberlo, pero ustedes sí, y cuando pasa eso el final ya estaría cerca –pero ese final no es a lo loco, tiene que planearse muy bien–, porque se dan cuenta de que sólo son vida, e inteligencia, y de que aquí no se puede ser, que lo más que podrían ser sería perros conscientes, pero que serían para nada, que lo único que hay para ser es como para perros –y para piedras–, que no pueden saber su ser, al ser).

 

        Y hay mujeres muy atractivas (que también están condenadas a la ignominia de tener que ir al baño –y de expeler gases–, y que se marchitarán, y ellas se producen en la evolución de la vida, de un tipo de peces salieron vacas y ratas, y también de ahí salieron los cuerpos y las caras de las mujeres de ensueño), pero también hay muy feas, y ellas no tienen la culpa, pero todo es como una broma para los seres que pueden verlo, sentirlo (los humanos sentimos hambre, y ganas sexuales, que incluso llegan hasta eso que es el amor sexual, y el hambre es porque casi todos los animales así es como mantienen su vida del día a día, y las ganas sexuales son porque la reproducción sexual es una más de las formas de cómo la vida puede seguir y seguir generación tras generación –y a través de la reproducción sexual la vida puede desarrollar todo su potencial, que no está en la inmortalidad -como parece que es lo de las planarias, lo de las hidras y lo de la medusa Turritopsis dohrnii -inmortalidad que en caso de que sea posible también será desbaratada algún día, cuando la expansión actual del universo se resuelva en desmembramiento o en aplastamiento… y la inmortalidad también puede acabar comida por algún otro animal--, sino en la inteligencia–), y pregúntenle a la gallina que se van a comer (y si ya hemos matado muchísimas gallinas es porque no somos animales herbívoros como las vacas, pero las gallinas tampoco son animales herbívoros, también matan, gusanos y más) si todo no es como una broma, como una broma macabra, y ser el aguafiestas de un carnaval para tontos, en donde hay tanto daño, pero sólo es el mundo, así es el mundo, ustedes y las gallinas son a los que una inteligencia de gallina les hace creer cosas.

 

        Y el mundo carece de sentido, es inútil –y es completamente inútil, porque cosas como las que vemos hoy se producen y se desbaratan–, pero los perros no lo saben, ellos andan en sus cosas (como loquitos, sin saber que van a morir, sin saber lo que es la vida –que es sólo una cosa química, y que su ser es sobrevivir–, sin saber cómo es el mundo –que es mundo e inteligencia, un mundo que es, pero que sólo es a través de la inteligencia, pero que la inteligencia es en cantidades–, sin saber casi nada), en sus apetitos, en sus peleas, en sus mundos de dominio… Y es estar obligado a que ustedes entiendan al mundo, aunque nada importa, pero cómo asistir incólume a esta terribilidad en donde todos ustedes están como los perros. Y ser de aquí, igual que todos ustedes, pero haber podido entender al mundo (pero no porque yo me lo propusiera, sino porque así nací, con más inteligencia)… Y lo primero que debió haberse percibido es la injusticia, la desigualdad, la ignorancia, la mentira, pero la mayoría de ustedes ni siquiera podía darse cuenta de esas cosas tan obvias, y había más, mucho más (hay estructuras, hay modos de ser), pero eso ya los incluía a todos ustedes, porque todos ustedes están en una inteligencia muy incompleta. Todo lo de ustedes es como lo de los perros, sólo capacidades ciegas, y pueden tener mucha tecnología, pero mucha cordura no tienen.

 

        Y hoy estoy en este terrible hoy, que sólo es una partecita de un mundo terrible (el fondo es de terribilidad, porque nada tiene sentido, porque todo es inútil, y porque las desgracias serán una y otra vez –eternamente–, siempre va a haber la posibilidad de que haya –como aquí ya los hubo, eso espero, que ya no los vuelva a haber más– tipos como Hitler que a muchísimos les destruirán la vida –y no todo es tan negro, pero al ser inútil todo, entonces todo es nada, pero hoy estamos siendo esta nada–), en donde nada importa, pero en donde aun así hay responsabilidades, deberes (y por eso yo ya no pude pensar en ser un “licenciado” –o un médico, o un guerrillero–, cuando esto era muchísimo más –cuando el mundo no es lo que ustedes creen, cuando todos ustedes viven un mundo irreal–, y cuando tenía que llegar hasta el fondo de todo esto –tenía que atraparlo, y tenía que poder decirlo lo más exactamente posible–, de esta cosa que es lo único que es, lo único que hay, y ahora ya puedo ver –no sólo vislumbrar– que los licenciados –y los médicos y los guerrilleros– sólo están en los mundos de ustedes, tan irreales como los de los perros).

 

        Y yo no quisiera meterme con eso llamado Dios, pero no tengo alternativa. Esto (el mundo, la realidad, el ser, la naturaleza, las cosas, todo) sólo podría ser de Dios (es decir, de un Creador, de una Inteligencia), o podría no ser de Dios (pero tampoco es del diablo, Dios y diablo son del mismo cuento de espíritus), y no es de Dios (porque no hay la más mínima prueba de tal cosa), y entonces, qué es, cómo es, de eso trata esta explicación (de un mundo “natural”, que sólo es a través de inteligencia… y también a través de inteligencia tonta, como la de los perros, y como la de todos ustedes).

 

        Y no hay nada como eso que ustedes creen que es la vida (pero siempre los humanos caerán en eso, porque son parte de nuestros “instintos”), ustedes se inventan un mundo, inventan cosas como las religiones, como las formas de gobierno, como el matrimonio, y todas las demás cosas “humanas” (el no hacer del baño a la vista de todos, las tazas de baño, el papel para –medio– limpiarse el ano), todas las demás cosas que no tienen los perros, todas las demás cosas que si los perros tuvieran nuestras instintos también inventarían, nosotros sólo somos unos perros más avanzados, y tarde o temprano llegamos a un momento en que el mundo puede verse, y puede verse lo que somos nosotros, y lo que son los perros, y en lo que están ustedes (hay un mundo perro el mundo que los perros ven, el mundo que los perros entienden, y hay un mundo ustedes el mundo que ustedes ven, el mundo que ustedes entienden, pero sólo hay un mundo, el real, de eso trata esta explicación, del mundo real, y de los mundos de los perros y de ustedes –del mundo de los humanos cuando están en la etapa en que hoy están todos ustedes, y antes yo también vivía en eso… y sigo sintiendo ganas de comer, y de ir al baño, y de dormir, y de sexo, pero ahora ya sé qué es todo esto, y por lo menos los humanos ya no andamos a 4 patas, porque si así fuera yo tendría que seguir andando a 4 patas, aun sabiendo ya a tanta cosa natural sin sentido, inútil–).

 

        Los humanos sólo somos unas cosas más del mundo, y somos en modos de ser (nosotros venimos desde un nivel de entendimiento casi como el del perro, y ustedes ya debían de haber entendido al mundo, y sin embargo no ha sido así, pero no es culpa de ustedes, la inteligencia tiene modos de ser, la inteligencia es en niveles, desde los más mínimos y hasta el nivel en que están los perros, y luego hasta el nivel en que están todos ustedes –aunque no todos ustedes estén en el mismo nivel–, y en el nivel que sigue ya se puede entender al mundo, y yo nací, y he podido entender al mundo, porque nací con un poco más de inteligencia –y porque ya se podía entender al mundo -pero tal vez desde hace más de 4 300 años que ya se podía-, porque la humanidad ya había avanzado lo suficiente para eso–), y además de nosotros sólo hay perros (o seres como ellos, es decir, seres vivos, pero menos inteligentes que nosotros), y piedras (o seres como ellas, es decir, seres no vivos), no hay más, no hay dioses ni nada que se les parezca (no hay Dios, ni espíritus, ni fantasmas, ni aparecidos, ni brujería, ni clarividencias, ni milagros. Y no los hay porque no hay ninguna prueba de cosas como ésas, cosas mágicas, inteligencia espiritual, sólo hay un mundo muy raro, pero que no es de inteligencia –en él sólo hay modos de ser físicos y químicos–, inteligencia sólo la hay en muchos de los seres vivos –pero puede estar tan poco inteligente como está en todos ustedes y en los perros–. Pero la tortilla se voltea cuando la inteligencia –de un nivel como en el que sigue estando la gran mayoría de ustedes– inventa a los espíritus, y entonces le da superpoderes a la inteligencia –y entonces cree que la inteligencia está detrás de todo, cree que la inteligencia es la fuerza máxima del mundo -que ella creó al mundo-, o cree que el mundo es como es la inteligencia, que tiene voluntad, que tiene propósitos–), pero la gran mayoría de ustedes creen en cosas como ésas (y la gran mayoría de la gran mayoría de ustedes que creen en cosas fantásticas creen en eso llamado Dios –aunque cada quien lo crea a su manera, una manera que sólo es el resultado de lo que hay acumulado en el cerebro, o sea, en lo que cada inteligencia ha podido extraer del mundo–, pero generalmente a ese Dios lo tienen muy revuelto con muchas otras creencias, como la de “la Llorona” –un fantasma femenino que se lamenta por sus hijos–, o como lo del tarot –o como lo de la astrología, o como lo de la brujería, aunque algunos -de los creyentes en Dios- no confíen en esas cosas, porque las creen del diablo, diablo que sólo es “el Coco” del cuento de Dios–, o con fantasías de humanos extraterrestres –que según algunos de los creyentes sólo vienen y se van -y a veces sólo vienen a hacer figuras en los campos de trigo de Inglaterra, han de ser humanos extraterrestres con retraso mental-, pero otros de los creyentes dicen que actualmente hay humanos extraterrestres en el planeta -y que son millones-, que algunos viven entre nosotros, y que otros viven bajo tierra–… y seres como nosotros los ha habido y los seguirá habiendo, pero hasta hoy no han venido al planeta Tierra, porque no hay ninguna prueba).

 

        Y yo he llegado a lo que está en esta explicación de una forma natural, para mí ha sido inevitable, imperioso, nunca pude dejar de seguir todo lo que veía del mundo. Y de lo de ustedes lo que más se acerca a esto son las ganas que han tenido algunos de ustedes de querer “cambiar al mundo”, de querer hacerlo mejor, darle justicia, arrancarlo de manos de la injusticia (y no hay diablo, pero la injusticia se le parece mucho), porque por ahí pasé yo, cuando tenía 16 años, pero también veía más cosas.

 

        Y hoy sé que los humanos sólo somos cosa, capacidad, y procesos, los humanos no siempre hemos sido como somos hoy, pero lo que hoy se sabe del mundo ya es suficiente (y tiene tiempo que ya era suficiente, tal vez más de 4 300 años –algunos testimonios de tiempos de Urukagina muestran que el humano ya podía darse cuenta de muchos asuntos de fondo del mundo–) para poder darse cuenta de él, pero ustedes no han podido. Y yo nací, y durante algunos años viví como cualquiera de ustedes (en la normalidad que viven ustedes, en el sonambulismo que viven ustedes), y un día vislumbré que todos ustedes estaban como están, como tontos, como ciegos, muy ignorantes (y malos, y buenos, pero que aun su bondad tiene ignorancia. Pero que su maldad tiene ignorancia y sólo ignorancia. No hay diablo, pero la injusticia y la ignorancia se le parecen mucho).

 

        Todo lo de ustedes ha sido dentro del esquema del mundo, y ahí podían darse esas revoluciones científicas de Copérnico o de Darwin, que movieron mucho al mundo de ustedes, pero que terminaron asimilándose al mundo de ustedes, por eso todavía hoy algunos de ustedes pueden seguir creyendo en tonterías como lo de la Tierra plana, y por eso todavía hoy la mayoría de ustedes pueden seguir creyendo en cuentos como el de Adán y Eva (y era necesario evidenciarle algo a una Biblia tan infantil, pero hace falta evidenciarle más cosas, como eso de que “varón y hembra los creó” –todos con voz de hombre, todas con voz de mujer, todos con un pene más o menos normal, todas con una vagina más o menos normal, ninguno con el pene muy pequeño, ninguna con la vagina incompleta… pero más o menos una de cada 4 000 -de las mujeres nacidas vivas- nace con agenesia mulleriana -la agenesia mulleriana -los conductos de Müller forman el útero, las trompas de Falopio y la parte superior de la vagina en casi todas las mujeres… y en algunos hombres -   hace que las mujeres nazcan sin o casi sin la parte superior de la vagina -y sin o casi sin útero ni trompas de Falopio-- o con síndrome completo de insensibilidad a los andrógenos -el síndrome completo de insensibilidad a los andrógenos hace que los hombres nazcan como mujeres… y casi todas nacen con  la vagina incompleta, o muy incompleta, o casi sin vagina-, y uno de cada 166 -de los hombres nacidos vivos- nace con micropene, o sea, actualmente -abril de 2024, estimando que los humanos del planeta Tierra somos, más o menos, 8 100 millones- en el planeta Tierra hay como 1 012 000 mujeres que nacieron con agenesia mulleriana o con síndrome completo de insensibilidad a los andrógenos y hay como 24 397 000 hombres que nacieron con micropene. Y la cantidad de pene, o de clítoris, o de mamas, o de caderas, son buenos indicadores de lo que somos realmente, pero hay paradojas, principalmente referentes al pene, muchas tienen pene, y cuando sienten amor -sexual-, o deseo, usan lo que tienen -Y micropene es menos de 7 centímetros en erección, y ya me dirán si el mundo es hermoso, para todos, y actualmente ya se puede hacer algo por las vaginas, pero no mucho por los micropenes. Y además de los micropenes hay los minipenes, y son muchos más… y casi todos son por desórdenes del desarrollo sexual, como es en el caso de los güevedoce, que son consecuencia de problemas en la enzima 5 alfa reductasa 2, y se les llama güevedoce porque como a esa edad les salen -al exterior, al escroto-, y también el pene -apenas a esa edad empieza a parecer pene-, pero no les salen plenos, y así sus vidas-).

                             

        Los humanos del planeta Tierra somos de uno de los 3 tipos de seres que puede haber en el mundo (sólo hay seres como las piedras, seres como los perros –y demás seres vivos con excepción de los humanos– y seres como los humanos. No hay seres como Dios o como el diablo, los seres espirituales sólo existen en la imaginación. Sólo hay seres que tienen vida y seres que no tienen vida, y la vida sólo es una capacidad de los elementos químicos –porque de ellos está hecha, y no hay Dios–, y no siempre hay vida, no siempre hay eso en donde puede emerger el mundo… a través de cosas como los ojos y como el pensamiento… y cuando la vida llega hasta pensamiento es cuando se complica el mundo, porque en el pensamiento el mundo es en ideas, sólo en el pensamiento hay ideas, ideas como las de nosotros, ideas como las de los perros. Y el pensamiento de ustedes –revelado por sus cegueras– y de los perros –revelado por sus ladridos y más gestos– es lo que permite desnudar al pensamiento, y cuando se desnuda al pensamiento se puede desnudar a todo los demás. En el mundo lo único que es en pensamiento es el pensamiento, él es el único que piensa, imagina, cree, crea ideas, hace conceptos, pone nombres, inventa cuentos, tiene ilusiones, es en ilusiones, en sueños… Y pareciera que vida y mundo son sinónimos, pero lo único que pueden hacer muchos seres vivos es percibir a lo que existe, pensar a lo que existe, ver a lo que existe –pero no todos los seres vivos que tienen ojos ven lo mismo, los perros no ven todo lo que nosotros vemos, y no todos nosotros vemos lo mismo, no todos nosotros entendemos lo mismo, la inteligencia tiene niveles–), pero lo humano es la cosa más compleja del mundo (lo humano se produce cuando las características de la inteligencia pueden ser hasta su límite, en los seres como los perros la inteligencia llega hasta cierto límite, y así sus cuerpos, cuerpos de chimpancés, o de delfines), pero tiene una etapa como en la que todos ustedes están hoy (y ahí está el enredo de todo), con la gran mayoría de ustedes en muchísima ignorancia (creyendo en cosas como Dios o como el tarot), y en donde ninguno de ustedes ha podido llegar a los máximos alcances de la inteligencia (o sea, poder entender a los 2 mundos, al mundo real y al mundo que es desde limitaciones de la inteligencia… Y eso llamado ciencia es sorprendente, pero es un conocimiento como de ciegos, como de sonámbulos. Y eso llamado filosofía no es sorprendente, es especulación de merolicos. Y de eso llamado política lo más rescatable está hacia la izquierda y hacia la revolución, aunque la mayoría de eso que se dice izquierda dé vergüenza, y aunque las revoluciones izquierdistas siempre estén tan contaminadas de humanidad de la más común y corriente). Pero los humanos sólo somos cosas, no hay méritos ni culpas (sólo son una serie de condiciones las que hacen posible que algún “animal” llegue hasta “humano”), sólo somos un modo de ser, sólo somos algunas capacidades (ni nosotros ni los perros hemos inventado nada, sólo hemos sido lo que está dentro de nuestras capacidades de vida e inteligencia).

 

        Y habría que arreglar al mundo (sus problemas, sus males, sus miserias, sus injusticias, sus desigualdades, sus irresponsabilidades, sus infelicidades), y no sólo hoy, sino siempre (pero apenas hoy nosotros podemos hacer algo), y no sólo para nosotros los humanos (todos los humanos tendrían que ser iguales, en todo, no sólo para que no hubiera pobres, sino para que no hubiera feos ni todas las demás causas de mal. Pero ni aun la clonación podría resolverlo todo, porque la vida envejece, y muere, y porque el mundo no tiene sentido, es para nada –porque no fue creado, ideado–, y porque la vida se vuelve nada, porque se produce cuando en el universo hay condiciones para eso, pero también llega un momento que en el universo ya no hay condiciones para que siga habiendo esa vida), sino para todos los demás seres que necesiten arreglo (pero nosotros no podemos meter orden en los perros, sólo en los humanos, y sólo en los humanos del planeta Tierra)… Y el asunto es lo malo, el problema es lo malo, y el querer arreglar a lo malo me llevó hasta lo que está en esta explicación, y desde el mundo en que están encerrados todos ustedes lo más lejos que se puede ver es hasta revolución izquierdista, y sólo muy pocos de ustedes pueden llegar a ese máximo.

 

        Y quisiera poder decir que si hubiera Dios (porque el mundo sólo podría ser solo… o de Dios, es decir, de alguien, creación de alguien), pues que entonces los problemas de los humanos se los dejáramos a Dios y que él los resuelva cuando quiera, pero que si no hay Dios, pues que entonces esta explicación del mundo sólo sería un intento de explicación, pero no puedo, Dios y todo lo que hay en el mundo de ustedes está sosteniéndose en la ignorancia y en el conocimiento increíbles de todos ustedes, en la ignorancia profunda en que están la gran mayoría de ustedes (se necesita tener demasiada ignorancia para creer en Dios, o en la astrología, o para ser un antivacunas. Creer en Dios no es un asunto de bondad, de piedad, de elección. Y creer en la astrología –o en el tarot– es sinónimo de casi babear), y en el poco conocimiento profundo que pueden alcanzar ustedes, sólo muy pocos de ustedes (y ustedes pueden algunas cosas, pero los perros también tienen algunas gracias, es decir, algunas capacidades, ciegas).

 

        Seres como los humanos y como los perros somos los únicos que somos el mundo desde ideas, juicios, conceptos (en la inteligencia hay mundos, como el mundo que viven los perros, el mundo que ven los perros, el mundo que entienden los perros, o ustedes. La clave del mundo está en la inteligencia, porque sólo ahí el mundo es en cosas de inteligencia, en voluntad, en sentido, en propósitos, en ideas, en juicios, en razones, en querer encontrar razones, pero no hay razones. El mundo es solo, sin un Creador, es decir, sin un Dios, es decir, sin una inteligencia general. Y en un mundo así lo único a lo que los humanos podrían aferrarse sería a la justicia hasta la igualdad máxima posible. Porque no hay razones, no hay sentido. Sólo Dios, o algo como eso, podría haberle dado sentido al mundo, pero desgraciadamente los seres espirituales no existen más que en la inteligencia de la gran mayoría de ustedes, en los mundos de una inteligencia que ve, pero que no ve, como la de los perros, pero así también están todos ustedes, en ojos como programados, para sólo ver determinadas cosas, y muchísimos ven Dios, y otros ven desde ciencia, o desde filosofía, o desde política, o en mezcolanzas de todo eso, pero si de por sí la política y la filosofía son ya una mezcolanza de creencias y de conocimientos, de esas creencias cuya expresión máxima es eso que ustedes llaman Dios, de esos conocimientos que lo más lejos que llegan en ustedes es hasta ciencia por un lado, y hasta revolución izquierdista por el otro).

 

        Y meterse con el avispero de ustedes está de locos, pero tarde o temprano cada humanidad tiene que enfrentar al mundo real (y a la cita ustedes llegan normales, bastante normales, con la gran mayoría muy tonta, y con muchos malos, y con algunos muy, pero muy malos). Esto que hoy estamos siendo nosotros ya ha sido innumerables veces (porque hoy es y no hay Dios, no es especial, único) en la eternidad del mundo que ya ha habido antes de nosotros (el mundo es eterno porque hoy es y porque no hay ningún Dios, sólo hay fuerzas naturales, fuerzas sin idea, sin propósitos), y en algún momento dado toda humanidad deja de estar tan sujeta al mundo como lo están los perros, y cuando eso sucede esos humanos sólo tienen 2 opciones, quedarse, o irse (y si deciden irse tienen que ser todos, y a la de tres. Pero eso tiene que ser bien planeado). Y lo más seguro es que las humanidades no se quedan, porque en inteligencia completa aquí no se puede ser (aquí sólo se puede ser en inteligencia como la de los perros, o como la de ustedes. Aquí no se puede ser porque no hay sentido –el mundo es para nada, es inútil–, sólo sería hacerle al tonto, y no sería fácil, porque son muchas las goteras, y no todas se pueden reparar, algún día la vida no podrá continuarse –la vida sólo es una cosa química -una combinación más de los elementos químicos-, que vive, y que muere, pero que se reproduce, que se continúa, pero que no puede tener una continuidad eterna–, la vida está sujeta a un mundo físico –es decir, a un mundo material, no espiritual, no mágico–, natural –es decir, solo, que es como es, como hoy está siendo -y que sólo es a través de cosas como ojos y pensamiento, que ven y piensan en relación a cantidades de inteligencia-, raro, que no tiene sentido –porque no fue creado, ideado–, y que lo que hay en él siempre es cortado –porque el universo -dentro del cual se da la vida- es en modos de ser, no está inmóvil, el universo en que estamos se está expandiendo, las cosas son en periodos, por lo menos las que vemos hoy no siempre han sido, pero pueden ser, son posibles que sean, en la etapa de la expansión del universo como la que hasta hoy ha sido aquí–, y que entonces sus humanos ni siquiera pueden engañarse queriendo inventarse un mundo –que tendría que ser de justicia, de igualdad -hasta la clonación-, no lo de hoy, que ni siquiera es de engaño, sino que es de un nivel de inteligencia todavía como el de los perros, tonto, pero normal, inevitable–). Pero sea lo que sea lo que decidan hacer, primero tienen que enderezar su ser, que hasta ese momento habría sido igual que en los perros, sin mérito, sin culpa, dado (“caído del cielo”), robótico, ciego, tonto.

 

        Y todavía a veces me parece increíble que el mundo sea así como lo estoy diciendo, pero no hay Dios (ni nada como eso, es decir, no hay seres que puedan crear cosas de la nada con el poder de su voluntad, y lo único que se acerca un poquitito a eso es la inteligencia, pero la inteligencia sólo es de la vida, ahí surge –en la evolución de la vida, de una vida que sólo es una cosa química más–, y lo más que puede es lo que podemos los humanos. Pero también de ella son los líos del mundo, porque el mundo sólo es desde ella, ella es la única que ve, la única que piensa)… y hay muchas cosas buenas (pero no hay sentido, el mundo es para nada –porque no fue creado, ideado–, y lo único que puede hacer la vida es vivir, mientras es –mientras los modos de ser del universo se lo permiten–, pero vive para nada, sólo vive para mantenerse –y por eso hay cosas como el hambre y como el sexo–, es decir, sólo vive para sobrevivir, sólo son vueltas de más, aunque en nosotros sea muy sofisticado, en los perros es más bestial)… y hay ignorancia, y mentira, y desigualdad (hay perros chicos y grandes, hay belleza y fealdad, hay enfermedad), y daño (hay muertos, hay asesinados, hay sufrimiento), y mala suerte (como tal vez ésa que exterminó a los dinosaurios, antes de tiempo, porque algún día toda la vida que surgió en el planeta Tierra será exterminada)… es decir, sólo hay cosas naturales, y hay cosas humanas, que también son cosas naturales, pero los únicos que hablamos somos nosotros, y hasta hoy el mundo era de ustedes, de lo que decían ustedes.

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

RESUMEN

 

        Al mundo (o realidad, o ser) podríamos llamarlo universo si el universo en que estamos fuera el único, y actualmente este universo se está expandiendo, y esta expansión empezó hace como 13 800 millones de años, y en esta expansión se han producido los elementos químicos de los que están hechas las estrellas y la vida, y algún día esta expansión se va a resolver de una u otra manera (va a seguir y seguir o va haber contracción), pero todo lo que vemos hoy (incluso los elementos químicos, que no podemos ver a simple vista) va a ser desbaratado, ya sea que sea desmembrado o comprimido.

        Y eso es lo peor, pero el problema es que el mundo no tiene sentido, propósitos, que es para nada, porque no fue creado, porque no hay ningún dato que sostenga a esa posibilidad de que alguien haya creado al mundo (y aquí –en este todo tan extraño que es– todo podría ser posible, pero no lo es –porque aquí hay datos, hechos–, y la inteligencia es lo único que puede aclarar a todo esto –porque de ella es el mundo, porque de ella son cosas como los ojos y el pensamiento, con los que se puede ver y pensar–, a un mundo increíble –inconcebible–, y en donde todos ustedes están increíbles, como ciegos, como sonámbulos), porque eso llamado Dios no existe (porque no hay ninguna prueba de eso), y porque lo único en donde hay ideas y poder de creación voluntario (porque aquí hay mucho poder de creación, pero no es de voluntad, es de modos de ser físicos y químicos) es en la inteligencia (pero sólo puede crear algunas cosas, pero no mágicamente es decir, a partir de la más absoluta nada, sino a partir de lo que hay en el mundo), en una inteligencia que sólo es de la vida (surge en la evolución de la vida química).

        Inteligencia sólo la hay en los seres vivos, y en donde hay más es en animales como nosotros y como los perros. Y en nosotros hay mucha más inteligencia que en los perros (incluso en la gran mayoría de ustedes que no nacieron con mucha inteligencia y que por eso son capaces de creer en cosas como Dios o como el tarot, y que además pueden actuar con mucha maldad), pero en todos ustedes todavía está como está en los perros, y ahí está el lío del mundo, en una inteligencia que tiene ojos, pero que sin embargo no ve lo suficiente como para entender al mundo.

        Los humanos del planeta Tierra somos de uno de los 3 tipos de seres que hay en el mundo, sólo hay seres vivos y seres no vivos, e inteligencia en distintos grados, sólo hay seres como las piedras, seres como los perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos) y seres como los humanos (nosotros somos una humanidad más, lo de nosotros sólo es la inteligencia más allá del nivel que alcanzan los perros, y en ese nivel ya se puede entender en verdad, no como en ese nivel en que están los perros… y también todos ustedes, pero lo de ustedes sólo es una etapa del humano. Y hasta hoy todos ustedes han estado en la misma incapacidad de no poder entender en verdad, pero no todos ustedes están igual, algunos –pocos, poquitos– de ustedes nacieron con más inteligencia, y eso los tiene en ideas de izquierda de más izquierda –de más justicia, de más igualdad, de más responsabilidad–, y otros –poquitos– de ustedes están en conocimiento científico. Y la gran mayoría de ustedes creen en cosas que no existen).

        Todo lo de ustedes está increíble (no sólo la religión, sino también la ciencia, y la filosofía, y la política, pero en algo de las ideas políticas de izquierda es en donde está lo menos ciego de ustedes, porque incluso el conocimiento científico está ciego, es de ciegos, que ni siquiera pueden darse mucha cuenta de las raíces de tanto problema que ha jodido y sigue jodiendo a los humanos –como la injusticia, como la desigualdad, como la ignorancia, como la irresponsabilidad, como el vicio, como la vileza, como la violencia, como el crimen, como la mentira–, y de la falta de sentido del mundo ni hablemos), pero no es de ustedes, es de las cosas que son como nosotros en la etapa en que están todos ustedes, aquí no hay culpas ni méritos, hay cosas y modos (y lo de ustedes sólo iba a poder superarse cuando alguien naciera con la inteligencia suficiente como para poder darse cuenta de que todos ustedes están ciegos ante lo que más tenemos frente a las narices: terribilidad y estupidez, y a partir de eso –de terribilidad y de estupidez, y de la ceguera en que están todos ustedes ante esa terribilidad y estupidez– ese alguien iba a llegar hasta lo que es todo esto, hasta cómo es el mundo).

        Y no podemos quedarnos en igualdad (en la igualdad máxima que pudiéramos hacer, es decir, hasta la clonación, no sólo hasta la igualdad económica), no podemos hacer un mundo mejor para el humano (porque el mundo no tiene sentido, es para nada, es inútil –porque no fue creado, ideado–, y porque algún día todo lo que vemos va a ser desbaratado, o sea que todo es completamente inútil), pero mucho menos podemos quedarnos en lo que hoy están ustedes… y todos ustedes van a ser sacados de sus cuentos, y de sus estructuras de tontería, de dinero, de fronteras, de egoísmo, de problema, de daño (y no he querido tratar lo de la reconversión mínima que se tendría que hacer, pero mucho de lo de hoy tiene que volcarse, y construirse algo basado en igualdad máxima hoy posible, y en todo lo contrario a irresponsabilidad, a estupidez). Y el asunto era tajante, o era en verdad saber, o era estar como hasta hoy, es muy abrupto, es pasar de la tontería y locura a la nada, es pasar de ser perros a ser nada.

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

INTRODUCCIÓN

 

        El mundo es eterno, y hoy yo me encuentro en él… y puedo ver, desde mi inteligencia… Y veo y veo y no veo a ningún Dios, a ningún Creador, sólo veo cosas y modos de ser… Y veo a la inteligencia que también tienen los perros… y los veo a ustedes, y a los perros, perdidos ambos... Y veo a algo del planeta Tierra (y veo a la Luna, y al Sol, y a algunos planetas del Sistema Solar, y a algunas estrellas)… Y tengo que encontrar una explicación de todo, principalmente de las cegueras increíbles de todos ustedes, porque ahí estamos atorados los humanos, ahí está atorada la justicia, ahí está atorada la cordura.

        Todos ustedes están increíbles (y por eso va a parecerles increíble lo que voy a decir en esta explicación), pero no es culpa de ustedes, y los perros también están increíbles, tan bobos (tan tontos ante el mundo del que son parte, tan perdidos en su mundo de perros, tan reaccionando sólo a sus “instintos”, es decir, a sus programaciones, forjadas en el curso de la evolución), pero tampoco es su culpa, así es el mundo.

        Los seres humanos tenemos muchos problemas (pobreza, enfermedad, violencia, crimen, vicio, irresponsabilidad, mentira, vileza, egoísmo, prejuicios, ignorancia, injusticia, desigualdad, infelicidad…), y cualquiera de nosotros tendría que darse cuenta de ellos, y tendría que tratar de hacer algo para solucionarlos, pero no sucede así, a lo largo de la historia humana sólo pocos se han dado cuenta, y sólo de algunos de los problemas, por eso hoy todavía seguimos muy mal, pero son cosas de los modos de ser del mundo. En esta explicación voy a mostrar lo que yo veo (pero las cosas no son de opiniones, desde pequeño siempre hubo una gran diferencia entre todos mis compañeros de salones de clases y yo, y eso me fue marcando, y un día a todos ustedes los vi tan mal que empecé a leer y a leer para algún día poder gobernarlos, pero terminé hasta lo que está en esta explicación –en donde ya no hay lugar para ningún gobierno -ni siquiera para el mejor que pudiéramos hacer-, ni para nada–. Y la diferencia que había era de calificaciones, de saber –y con el tiempo esa diferencia se hizo más y más, ya no en las calificaciones, sino en el saber, las calificaciones fueron constantes desde mi primer año de escuela–. Y cuando empecé lo que ahora está en esta explicación fue porque a todos ustedes los percibí como operados del cerebro, y ahora puedo decir que sí, que están como operados del cerebro, que están en un estado parecido al de los perros, que sólo entienden hasta cierto punto). Y de lo que se trata es de solucionar los problemas de los humanos, de lo que se trata es de ponerle un alto a tanto que no debería ser, pero que es, ha sido, tenía que ser así, porque así es el mundo.

        En esta explicación voy a mostrar al mundo, o sea, a eso a lo que también se le llama realidad, naturaleza, ser. Y también voy a mostrar a los humanos, y a los perros y demás seres vivos, y a las piedras, a los seres no vivos. Y también voy a mostrarlos a ustedes, que sólo son una etapa de los humanos.

        Esta explicación es para empezar a corregir una situación natural, la única situación incoherente que se da en el mundo (en un mundo en donde no hay deber ser sólo a la inteligencia podría calificársele de incoherente): una inteligencia que ya puede entender al mundo (y no siempre fue así, los humanos no siempre hemos sido lo que somos hoy, lo humano surge a partir de niveles mentales casi como los de los perros, pero ya tiene muchos años –tal vez más de 4 300 años– que el mundo ya hubiera podido ser ubicado, enmarcado, marcado, fijado, porque ya podían verse los mundos en que están encerrados ustedes y los perros, porque ya podía verse que el mundo de ustedes sólo está dentro de ustedes, y que el mundo de los perros sólo está dentro de los perros, ya podía verse que sólo hay “conciencia” –ojos, tacto, oído, olfato, gusto, pensamiento– y “materia” –un mundo material, no espiritual -con “espíritu” sólo en seres como nosotros y como los perros-) y que sin embargo sigue tonta, entendiendo sólo parcialmente, ocupada en asuntos menores del mundo, igual que los perros.

        Y el problema es que son todos ustedes los que están muy increíbles, como ciegos, como sonámbulos, pero no es culpa de ustedes, pero tampoco es mérito lo de nosotros los humanos, que somos lo que somos porque tenemos un poco más de inteligencia que los perros, y si todos ustedes todavía están como los perros es porque todavía les faltaba un poco más de inteligencia, y por eso no han podido entender al mundo (por sí solos), por eso todavía están atrapados, igual que los perros (aunque lo que ellos hagan más sea ladrar, a lo tonto la mayoría de las veces. Y ustedes tienen política, y religión, y filosofía, y ciencia, pero esas cosas son de cegueras increíbles, de ignorancias increíbles, son de una inteligencia parecida a la del perro, que sólo puede entender algo de lo del mundo. Y la inteligencia tendría que poder entender todo –o por lo menos hasta cómo es este todo que es–, pero la inteligencia tiene niveles, como los de los perros, como los de nosotros, como los de ustedes, como los de las plantas), igual que los pobres perros, que sólo son lo que son, y también así los pobres de nosotros, sólo títeres, cosas, resultados.

        La inteligencia de nivel humano sí puede entender al mundo, pero hoy (que comprobablemente ya se puede porque tal vez desde hace más de 4 300 años que ya se podía) todos ustedes están ajenos a eso, en los humanos hay una etapa como en la que hasta hoy habíamos estado todos nosotros, una etapa completamente cerrada, un mundo completamente cerrado, como el de los perros.

        En un sumerio llamado Urukagina puede verse que desde hace más de 4 300 años los humanos ya podían darse cuenta de muchas cosas del mundo, pero ustedes tienen barreras, y eso se ve en la política (que lo más lejos que ha podido ver es revolución izquierdista), y en la filosofía (que siempre debió darse cuenta de más cosas, pero no pudo, y en Heráclito de Éfeso puede verse que muy pronto la filosofía llegó casi a sus potencialidades máximas, y luego siguieron 2 500 años de filosofía que lo más que pudo ver fue hasta algo tan obvio como la materialidad del mundo, pero tan limitadamente la vio que por eso terminó en el callejón del marxismo), y en la ciencia (que es conocimiento del mejor, pero desviado de los problemas más primarios de los humanos: las desigualdades, las estructuras).

        Y no ha sido fácil atrapar a esta cosa que es el mundo. Y luego no ha sido fácil encontrar desde dónde decirla (lo filosófico y lo científico no sirven para decir a un mundo tan atrapado dentro de sí, y lo político podría servir algo, al mostrarles que la lucha política se queda muy corta ante las soluciones que necesitamos los humanos para poder con todos nuestros problemas, que aun las mejores intenciones políticas de ustedes se quedan cortísimas ante la realidad, ante un mundo que no tiene sentido –que es para nada -porque no fue creado, ideado-, que sólo es de modos de ser físicos y químicos–, y ante una vida que algún día será cortada, porque algún día todo lo que vemos hoy va a ser desbaratado).

        Y no es fácil estar obligado a tener que abrirlos a ustedes, pero no tengo de otra, a pesar de que nada importa, de que nada tiene sentido, de que todo es completamente inútil, pero ustedes no lo saben, ustedes están como los perros, pero ustedes pueden saber, por los perros no se puede hacer nada.

        Y me fue inevitable no poder ser como ustedes, en esa inteligencia inconsciente (de la que ninguno de ustedes tiene la culpa. Y el que alguien pueda llegar solitariamente a esta explicación es cosa de procesos sujetos a tiempo, y a cantidad de inteligencia, se necesita nacer con la inteligencia adecuada, en un tiempo ya adecuado, cuando la cantidad de conocimiento acumulado ya es suficiente –pero que la gran mayoría de ustedes no sabe, no maneja, no entiende, la gran mayoría de ustedes creen en cosas como Dios o como el tarot–, y así va a ser siempre –los humanos del planeta Tierra sólo somos una humanidad más–, en el mundo hay esquemas, la inteligencia de todos ustedes se queda increíble, estacionada, atorada –como ésa que se queda en perro–, y sólo naciendo con una inteligencia suficiente es como va a poder desatorarse esto, porque se tiene que tener la inteligencia suficiente para poder verlos a todos ustedes –que están tontos, como ciegos, como sonámbulos -ante los datos que hoy hay, datos que llevan y llevan -no crean que ha sido muy sencillo llegar- hasta lo que está en esta explicación-, aun los pocos de ustedes que saben -y que por eso medio vislumbran- más–, y a pesar de lo muy difícil que es entender al mundo a contracorriente de todos ustedes se tiene que seguir y seguir –porque se llega a sentir que el destino de los todos los humanos -principalmente lo peor, la injusticia, la pobreza, el vicio, la vileza, el crimen, la violencia, la mentira, el daño, la infelicidad, el sufrimiento- depende de uno, y cuando resulta que no se andaba errado, que así es como se rompía esto– todo lo que se ve, a un montón de cosas extrañas, entre las que están todos ustedes, muy incapaces, tan perdidos en el mundo como lo están los perros. Y tal vez suene rudo, pero por lo menos hay algunos de ustedes que se dan cuenta de que esas ideas de Dios en que creen la mayoría de ustedes ya son muy incoherentes a esta altura del desarrollo de la humanidad, de una humanidad que hace 200 000 años todavía andaba desnuda… y hace 200 000 años los humanos todavía no nos limpiábamos el ano, y actualmente ya casi todos los que pueden hacerlo se lo “limpian”, con papel, pero lo que también deberían hacer sería lavarlo con jabón, en alguna especie de bidet, por lo menos, porque por lo que he visto en los botes de basura de los baños públicos no es difícil que muchísimos de ustedes habitualmente anden con excremento embarrado en el ano, y con el movimiento o con el sudor se ha de hacer una buena combinación –y hasta tienen canciones jocosas de eso–) como de perro, en donde algunos de ustedes se aprovechan de que la vida les dio dientes (poder: dinero, fuerza, belleza, algo de inteligencia, no mucha), y en donde para muchos de ustedes el vivir sólo es sobrevivir (en medio del sufrimiento, de la pobreza, de la enfermedad, de la vileza), y en donde muy pocos de ustedes tratan de hacer algo (los revolucionarios izquierdistas principalmente, pero también otros buenos, como algunos de religión, o como muchos de los que se dedican a la investigación científica), y a veces eso les cuesta la vida, pero lo hacen, porque no pueden evitarlo.

        Y me molesta que el mundo sea como es, me molesta ponerlos a todos ustedes al mismo nivel que los perros (y que yo quede como protagonista, pero sólo así puedo acomodar al mundo, a lo humano, y al mundo que todos ustedes viven hoy. Y no crean que ha sido muy bonito haberse ganado la rifa del tigre, pero tarde o temprano a alguien le iba a tocar): encerrados en mundos raros, perdidos en mundos raros, tontos, pero es que hoy así están todos ustedes. Y ustedes sí pueden ver a los perros, al mundo de los perros, al mundo que viven los perros (y también pueden ver al mundo de los niños, y al mundo de los locos, y al mundo de los más tontos).

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

CAPÍTULO 1    EL PROBLEMA (EL NUDO) DE ESTA EXPLICACIÓN

 

        Esta explicación del mundo no es fácil, porque va contra todos ustedes y contra todo lo que el mundo ha sido hasta hoy para cualquiera de ustedes. Y el problema está en ustedes (ustedes están muy increíbles, con mucho sonambulismo, con mucha ceguera, con mucha ignorancia, con mucha tontería, con mucha maldad), pero no es de ustedes, los humanos somos una cosa más del mundo, y ustedes sólo están siendo lo que se espera que sean (sólo lo que sus niveles de vida y sus cantidades de inteligencia les hacen ser), pero no está bien (y tampoco ser perro está bien, pero por ellos no puede hacerse nada).

        Esta explicación del mundo no es fácil, porque implica meterse con las cosas del mundo, es como si a los perros se les quisiera hacer entender el mundo, para que dejen de ser en esa inteligencia inconsciente que los tiene como perros.

        Pero los perros (o las hormigas, o las estrellas) sólo son lo que son, y no pueden ser diferentes a eso, no pueden ser más (ser perro –u hormiga, o planta, o sea, todos los seres vivos con excepción de los humanos– es un nivel de ser en el mundo, los otros niveles son lo que somos los humanos y lo que son las piedras –o las estrellas, o el agua, o sea, los seres no vivos–), pero ustedes sí pueden ser más, ustedes sí pueden ser diferentes de lo que son hoy, ustedes sí pueden ser movidos de esa inteligencia tonta en que están hoy, no por culpa de ustedes, sino porque los humanos (y los perros) sólo somos cosas (y estamos sujetos a modos de ser), y aunque tengamos ojos eso no significa mucho, sino sólo que podemos ver, pero los perros no ven mucho (no entienden mucho), hasta ustedes pueden darse cuenta de eso, pero ustedes tampoco han podido entender mucho, y de eso ustedes no se dan cuenta.

        En nosotros y en los perros el mundo es a través de cosas como los ojos y el pensamiento, pero el mundo que nosotros y los perros vemos no es el mismo (y no todos los humanos entienden lo mismo –y no todos los perros entienden lo mismo–, porque el entendimiento depende de la cantidad de inteligencia con que se nace, y del conocimiento adquirido, y de la época en que se nace –los humanos no siempre hemos tenido la misma cantidad de conocimiento–, y de la edad que se tiene, porque nacemos sabiendo nada). Pero los perros no pueden entender al mundo (porque su inteligencia no da para tanto, porque su cantidad de inteligencia no es mucha), y hasta hoy ustedes tampoco han podido entenderlo, hasta hoy ustedes también han estado estacionados en uno de los mundos intermedios de la inteligencia (por cosas de los modos de ser de la inteligencia –que sólo podían ser rotos cuando alguien naciera con una cantidad de inteligencia suficiente -en un tiempo ya adecuado, cuando la cantidad de conocimiento -acumulado por los humanos- ya fuera suficiente para poder entender al mundo, y en los humanos del planeta Tierra esto tal vez ya es desde hace más de 4 300 años-, en verdad suficiente -para que pudiera darse cuenta de lo increíbles -tontos- que están todos ustedes-, no semiautista, como la de Einstein y otros que son considerados muy, pero muy, inteligentes–, porque la inteligencia de muchos de ustedes ya es suficiente para entender al mundo, si se les encamina). Y no va a ser fácil moverlos de ahí, pero yo tengo que hacer mi parte, yo tengo que mostrarles el mundo (y dejárselos fijado, marcado, para que los pocos de ustedes que –por la cantidad de inteligencia con que nacieron– entienden más puedan entender más). Porque así es esto, nosotros no somos únicos, esto que hoy somos nosotros aquí en el planeta Tierra ya ha sido innumerables veces, y volverá a ser innumerables veces más, porque el mundo es eterno (porque hoy es y nadie lo creó, porque no hay eso llamado Dios, y sin embargo la gran mayoría de ustedes creen en Dios –o en cosas como ésa, cosas que no son, cosas de las que no hay ninguna prueba–).

        Y sólo puedo mostrar el mundo a través del conocimiento, pero todos ustedes están muy increíbles (debido a las cantidades de inteligencia con que nacieron), y la mayoría de ustedes (y no estamos hablando del 51 %, sino de más del 99 %) están más que increíbles, están muy tontos (y tengo que ser muy claro, para que ustedes dejen ya de estar en tantos cuentos, y cuentos normales, naturales, esperables, inevitables, pero que sólo son cegueras, limitaciones, que el humano tiene en la etapa en que están todos ustedes), muy ignorantes (y el hecho de que la mayoría de ustedes estén tan ignorantes sólo evidencia la pequeña cantidad de cordura en que hoy están todos ustedes). Pero los perros también ignoran tanto, y sin embargo andan por la vida como si nada. Pero por eso tienen una vida de perros.

 

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

CAPÍTULO 2    6 EJEMPLOS DEL MUNDO

 

Los mormones

        Los que creen en Dios tienen muchos ejemplos increíbles de ignorancia, o de tontería (no sé cómo decirlo, no quiero ofender), y voy a dar un ejemplo:

        Los mormones (la religión mormona fue fundada en Estados Unidos en 1830 por Joseph Smith) creen en muchas barbaridades, pero la principal barbaridad en la que creen es que los primeros habitantes del continente americano eran judíos (en el Libro de Mormón se narra algo de la supuesta historia de esos judíos, entre ello que Jesucristo estuvo unos días en el continente americano poco después de su muerte y que aquí terminó de dar su mensaje, y ese complemento también está en ese libro), y que llegaron en barcos, en 3 distintas ocasiones, una en tiempos de la Torre de Babel (y según los creyentes de la Biblia lo de la Torre de Babel fue allá por el año 2269 antes de Cristo. Y por si hiciera falta aclaro que no hubo tal cosa como la Torre de Babel en donde según el cuento fueron creados todos los idiomas de los humanos, para esa fecha Imhotep y Urukagina ya habían vivido, e Imhotep había hablado en egipcio y Urukagina había hablado en sumerio, y todavía faltaban más de 2 000 años para que empezara a formarse el idioma –español– que estoy utilizando… Y ni hubo un Diluvio Universal y ni existió un humano llamado Matusalén que vivió 969 años… y ni existió un tal primer hombre de nombre Adán, que fue creado, según muchos, en el año 4026 –o, según otros -James Ussher principalmente-, en el año 4004– antes de Cristo… y el hecho de que fechemos tomando como referencia a alguien a quien apodaron el Cristo no significa nada, sólo es una de las huellas de cómo fue formándose el mundo humano del planeta Tierra), otra allá por el año 600 antes de Cristo, y la otra en el año 588 antes de Cristo, y que si se les cambiaron los rasgos y el color de la piel fue por una maldición de Dios (que de blancos y “sumamente bellos” los volvió de piel oscura a casi la mitad de ellos, para que no fueran atractivos a los que siguieron siendo blancos y sumamente bellos, pero que con el tiempo los blancos y sumamente bellos fueron exterminados por los de la piel oscura, y que por eso cuando los europeos “descubrieron” América ya sólo encontraron gente de piel oscura. Pero ésos que encontraron los europeos no son los del cuento de los mormones, el origen de los primeros habitantes del continente americano está en Siberia, más algunos náufragos polinesios, y tal vez uno que otro náufrago europeo y africano). Y los mormones creen que todo lo anterior es verdad, todo eso viene en el Libro de Mormón, un libro que según ellos le fue dado a Joseph Smith por medio de un mensajero de Dios (ese mensajero le mostró en dónde estaban unas planchas de oro en las que estaba escrita una historia de los antiguos habitantes del continente americano, y Joseph Smith tradujo al idioma inglés esa historia por medio de 2 piedras en aros de plata, ensambladas por el mismísimo Dios). Y pobre Joseph Smith, cómo hubiera podido imaginar él que sus absurdidades (cuentos, fantasías, mentiras) iban a servirme para poder demostrar la ignorancia o tontería que conlleva en sí toda creencia de eso llamado Dios. Y todas las religiones pueden ser desnudadas, pero una de las más fáciles de desnudar es la de los mormones, pero también son fáciles de desnudar todas las religiones que toman a la Biblia como palabra auténtica de Dios (la Biblia es fantasiosa y abunda en contradicciones, fue armada en distintas épocas, desde diferentes puntos de vista, y tiene añadidos sobre añadidos).

        Y con ejemplos como el de los mormones tengo que mostrar lo raros (como sonámbulos, como hipnotizados) que están ustedes, todos ustedes, tanto los que creen en cosas como las de los mormones, como los que no creen en ninguna cosa como ésa, pero que no pueden enfrentarse a un mundo humano dominado por creencias (como las de los mormones, o por peores, como las de los satánicos), y por ignorancias increíbles, y por mentiras, y por dinero (y por pobreza, y por enfermedad, y por irresponsabilidad, y por injusticia, y por desigualdad), y por vicios, y por todas las demás vilezas: asesinatos, robos, violaciones de niños y bebés… Pero nosotros los humanos sólo somos cosas, no hay culpas ni méritos.

 

Los extraterrestres

        Lo menos que puedo decirles a ésos que creen en los cuentos de los extraterrestres (o a ésos que hacen negocio con los cuentos de los extraterrestres) es que los extraterrestres no han venido a visitar el planeta Tierra, ni están viniendo, ni van a venir, porque los extraterrestres (es decir, los otros humanos, los otros seres de cerebro de tipo humano que hay –o ha habido, o va a haber… en la eternidad– en otros planetas de la expansión actual del universo… o de otras expansiones, de este universo… o de otros universos) son como nosotros (no exactamente iguales, pero son como nosotros, no son como las piedras, no son como los perros, ni siquiera son como los gorilas, o como los chimpancés, son más o menos como nosotros, y mientras están como hasta hoy hemos estado nosotros tienen países, fronteras, negocios, dinero, política, religiones, filosofía, ciencia), y antes de que lleven las tan normales cegueras humanas (ignorancia, injusticia, conquista, comercio, exploración, proselitismo religioso, turismo) a otros planetas los alcanza (les abre los ojos, les detiene su carrera natural de inconsciencia) una explicación como ésta (si es que han llegado hasta este punto, es decir, si es que antes no se han autodestruido, completamente, en una guerra nuclear), y por mucho que esa explicación tarde en poder darse va a haber tiempo, porque los viajes interestelares no son tan fáciles de realizar (y la humanidad del planeta Tierra ni siquiera ha hecho viajes interplanetarios, lo más lejos que ha podido ir es a la Luna), para que los humanos del planeta Tierra hubieran podido ir a algún planeta de alguna de las estrellas más cercanas (porque en los demás planetas y lunas del Sistema Solar puede ser que ni siquiera haya bacterias) todavía les iba a tomar muchísimos años, ¿saben a qué distancia está hoy (porque las estrellas no están fijas, no siempre están a la misma distancia unas de otras) la estrella más cercana a nosotros (aparte de nuestro Sol, claro está)? A 4.22 años luz. ¿Saben cuánto es eso en kilómetros? 39 924 221 601 024 kilómetros. ¿Saben cuánto se tardaría en recorrer 39 924 221 601 024 kilómetros a la velocidad a la que viaja la sonda espacial (que es muchísimo más sencilla que una nave espacial tripulada) Voyager 1 (que es el objeto de los humanos del planeta Tierra que más se ha alejado del planeta Tierra, y sigue alejándose –fue lanzado en 1977–, y actualmente viaja como a 17 kilómetros por segundo, y para lograr esa velocidad se utilizaron combustibles normales –para cohetes– y algo de la fuerza de propulsión que pueden dar los planetas, pero todo eso no da para mucho –ni aun los métodos más exóticos de propulsión posibles–… para lograr viajar en una cantidad de años que no suene a locura se necesitarían cosas casi imposibles, por la cantidad de energía requerida)? Más de 74 000 años.

 

Nagasaki

        Había 2 (y en algunas fuentes se habla de 3) ciudades japonesas (Kokura y Nagasaki) candidatas para ser la ciudad en donde iba a ser lanzada la segunda bomba atómica de los humanos del planeta Tierra, y la que se llevó el premio fue Nagasaki, Kokura se salvó, porque se combinaron diferentes circunstancias, principalmente las del clima (nubes, y viento, que llevó humo de los incendios que se desencadenaron en una ciudad cercana que el día anterior había sido bombardeada), así que los aviones se fueron hacia Nagasaki, hacia los pobres habitantes de Nagasaki (que era el objetivo alternativo), que tuvieron que morir (o ser afectados) por cosas como el clima, ¿y quién da el clima, qué acaso no se mueve ni la hoja de un árbol si no es por la voluntad de Dios (en varios lugares de la Biblia dice que Dios es el causante de todo lo bueno y de todo lo malo, por ejemplo: en el capítulo 45 de Isaías, versículos 6, 7 y 8; o en el capítulo 3 de Lamentaciones, versículos 37 y 38; o en el capítulo 4 de Éxodo, versículo 11)?, pero los japoneses también tenían cuentos, creían que sus dioses iban a ayudarlos (ya los habían ayudado en el pasado, como cuando los mongoles quisieron invadirlos, bueno, eso creían ellos, y también creían que eran una nación divina), pero qué decepción se llevaron, fueron vencidos en una guerra que creían que iban a ganar, porque así debía ser, porque sus dioses eran los originales, los verdaderos, pero no, no eran, pero todos los que creen en dioses piensan que sus dioses son los verdaderos, y son los verdaderos mientras no se los desmiente la realidad, sólo con la realidad pueden ser desmentidos los dioses humanos.

 

Las medicinas

        Si siempre hubiéramos tenido medicinas (pero medicinas efectivas, no medicinas “alternativas”, medicinas alternativas que hemos tenido siempre, pero que no pueden curar casi nada, medicinas alternativas que no pudieron evitar los millones de muertes por peste bubónica, porque para esa enfermedad se necesitaba un tipo de antibióticos que sólo empezaron a ser descubiertos a partir de 1943) no hubieran tenido que morir tantísimos millones de seres humanos.

        Pero los humanos sólo somos lo que somos, sólo unos animales más, sólo que con un cerebro más desarrollado, pero a ese cerebro más desarrollado le toma algún tiempo poder darse cuenta de todo lo que puede darse cuenta (incluida esta explicación, de un mundo tan terrible, en donde inevitablemente siempre va a haber víctimas).

        ¿Cómo podíamos saber que para poder con la bacteria que causa la peste bubónica había que utilizar alguna tetraciclina (o cloranfenicol, o estreptomicina), o que para poder con la bacteria que causa la tuberculosis había que utilizar isoniacida, rifampicina y pirazonamida?

        ¿Cómo podíamos saber cosas como ésas?, imagínense a los perros o a las moscas (o a ustedes a la edad de un año) sabiendo eso, imagínense que los perros o las moscas fueran capaces de poder obtener esos conocimientos, pues desde seres casi como ésos venimos nosotros, desde por allá venimos, por eso hemos tenido tanta ignorancia, por problemas de origen, porque las cosas son naturales (porque no hay un Dios creando al hombre tal cual es hoy. Y la Biblia dice que el hombre fue hecho a “imagen y semejanza” de Dios. Pero el cerebro de esa imagen y semejanza ignoraba tanto, no sabía que la lepra no es una maldición de Dios, no sabía que la lepra puede ser curada con dapsona y rifampicina, no sabía que la bacteria Mycobacterium leprae, que causa la lepra, tiene mucho de semejanza con el animal Homo sapiens, o sea, con nosotros, los humanos del planeta Tierra), nuestro cerebro y nuestro cuerpo (pero en el principio es más importante el cuerpo que el cerebro, porque en cuerpos primates fue en donde pudo desarrollarse más el cerebro, fue por donde la vida terrícola llegó hasta humano) salieron de la naturaleza, y fueron desarrollándose casi a la par, se desarrolló (y se culminó) la postura erecta, se desarrolló la belleza, se desarrolló la resistencia a las enfermedades, pero no toda la belleza, y no toda la resistencia a las enfermedades, porque empezó a intervenir cada vez más el cerebro de tipo humano, que alteró cosas como eso de la resistencia a las enfermedades, porque empezamos a tener más cuidados, más limpieza (no mucha), y “casas” (aunque al principio sólo fueran cuevas), empezamos a alterar cursos naturales, en donde sobrevive sólo lo que sobrevive, lo más adaptado.

 

Adán y Eva

        Y voy a dar una prueba más de la incoherencia del mundo de todos ustedes.

        El cuento de Adán y Eva es un buen ejemplo del mundo increíble de todos ustedes, un mundo lleno de ignorancia (y de mucha infelicidad), y de vicio, y de vileza, y de deformación, en donde nuestros destinos son forjados, en donde las cadenas en que están todos ustedes no permiten un respiro, por lo menos de bondad, un punto inicial de cordura.

        Ustedes tienen un mundo increíble en donde unos de ustedes dicen una cosa y otros de ustedes dicen otra (y en un lado está la gran mayoría de ustedes, y en el otro lado están pocos de ustedes; y en un lado están los más ignorantes de ustedes, y en el otro lado están los menos ignorantes de ustedes; y en un lado están los que creen en Dios o en cosas como ésa, como el tarot, o los fantasmas, y en el otro lado están los que ven al mundo desde ciencia o desde filosofía materialista), y no pasa nada, el mundo de ustedes sigue, más o menos igual, más o menos en unos cauces en donde se mantienen el daño, el mal, la locura, y con algo de bondad, pero como de ciegos, como de tontos, como de niños, que hacen lo que pueden, pero que no se dan mucha cuenta del mundo.

        En ejemplos como el del cuento de Adán y Eva es en donde se ve la inoperancia del conocimiento de ustedes (y a los que no creen en el cuento de Adán y Eva parece que no les importa que la gran mayoría de ustedes sigan creyendo en cuentos, han de pensar que en nada modifica al mundo el hecho de que la gran mayoría de los humanos crean en cosas que no son. Y también están las mentiras que ustedes tienen, con las que conviven, que los moldean, que los perpetúan. Parece que todos ustedes están lelos, pero no es que estén lelos, sólo están en una etapa de los seres de cerebro de tipo humano), porque las ignorancias increíbles en que están la mayoría de ustedes pueden ser comprobadas (como por ejemplo, que los seres humanos no somos creación de ningún Dios, sino que venimos de la naturaleza, que somos naturaleza, sólo que un poco diferente, pero que también las moscas son diferentes, y que incluso vuelan), pero no pasa nada, el mundo de ustedes (el mundo normal de todos ustedes) sigue como si nada, pero no es un mundo inocente, se pagan precios, un mundo con tantos daños que tienen causas, pero la ignorancia y la impotencia de ustedes tienen su explicación en lo que es el mundo, en cómo es el mundo.

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

CAPÍTULO 3    DIOS O NO DIOS

 

        El mundo (es decir, la realidad, el ser, la naturaleza, todo) sólo podría tener 2 explicaciones: Dios, o no Dios.

        Es decir, o el mundo sería producto de una creación (de Dios, de un Dios. Pero eso no se ve por ningún lado –no hay ninguna prueba de que haya algo como eso–, eso sólo está en las creencias, en la fe, en una ignorancia muy grande, y lo grave es que la gran mayoría de ustedes creen en Dios y en cosas como ésa –en neblinas, del tipo de la astrología–, pero eso da una idea del tamaño del problema en que estamos).

        O el mundo no fue creado (por nadie… sólo alguien mágico podría haber creado al mundo, porque la inteligencia sólo es de la vida química), sino que el mundo es, siempre ha sido (todo lo del mundo tiene explicación. El mundo es de algún modo –pero ése no es el lío del mundo, ahí no está el problema del mundo, sino en la inteligencia de todos ustedes–, pero ese algún modo no implica ningún Dios, ningún creador, ningún ser o seres maravillosos, mágicos, misteriosos, porque no los hay. Pero ésa sólo es la parte menos importante de la respuesta, la parte más importante de la respuesta está en una inteligencia tan increíblemente limitada como la de todos ustedes que no ve muchas cosas obvias que hay y que incluso ve lo que no hay. La parte más importante de la respuesta de lo que es el mundo está en nosotros y en los perros, porque el mundo sólo es a través de la inteligencia –el mundo sólo es a través de cosas como los ojos y como el pensamiento -que ven y piensan a través de inteligencia-, y a través de las cegueras de ustedes y de los perros es como puede llegarse al fondo de todo), es eterno (porque hoy es y no fue creado, y no fue creado porque no hay ninguna cosa como un Dios, y porque aquí –en este todo que es– lo único que puede crear es la inteligencia, pero sólo puede crear algunas cosas, y no a partir de la nada), y es en incapacidades increíbles de inteligencia de ustedes (y ahí es en donde el mundo está enredado, no sólo en un Dios imaginario, sino en todo lo demás de ustedes –filosofía, ciencia, política–, en todo lo demás en que puede estar la inteligencia cuando ya puede entender mucho más que los perros, pero que todavía está en una inteligencia limitada, muy incompleta).

        Y el mundo no es de Dios, pero ese mundo sin Dios nos lleva a un mundo cuyo único testigo es la inteligencia, y ahí se explican los mundos en que están encerrados ustedes y los perros, cuando a través de las absurdidades de ustedes y de los perros es cómo podemos empezar a armar este rompecabezas en que estamos, este rompecabezas que es el mundo.

        No hay Dios, eso que ustedes llaman Dios sólo es imaginación, ceguera, ignorancia, ignorancia increíble, ceguera increíble. Pero un mundo sin Dios nos lleva a algo que tampoco entienden los pocos de ustedes que no están tan ciegos, tan ignorantes, los pocos de ustedes que por lo menos no ven lo que no hay (pero el problema es, ¿por qué no ven más, por qué están en la misma situación de ésos que ven lo que no hay?).

        Porque un mundo que no es creación de ningún Dios nos lleva a un mundo de puras cosas naturales, en donde nosotros somos una de esas cosas naturales (sin culpas, sin méritos), en donde lo nuestro no es nuestro, sino del mundo, de los modos de ser del mundo (y en nuestra historia puede verse eso, nosotros venimos desde una inteligencia casi como la de los perros, nosotros hemos tenido daños e ignorancia que eran inevitables. Pero ustedes están increíbles, porque no han entendido a un mundo que desde hace años –tal vez más de 4 300 años– ya puede entenderse. Y ustedes han logrado cosas, pero las cegueras en que todavía están todos ustedes niegan esos logros, muestran que lo que ustedes han logrado sólo es porque así se es en eso en que están ustedes), y en donde el mundo no tiene sentido, porque no fue creado (porque fuera de seres como nosotros o de seres como los perros el mundo no muestra voluntad, pensamiento, entendimiento, es decir, no muestra elementos desde los que podría ser un Creador, un Dios, Dios… Y el mundo no muestra espíritu, o espíritus, o cosas parecidas a eso: sobrenaturalidad… Y el mundo sí muestra mucha tontería en ustedes y en los perros), y en donde a ese modo de ser que hoy estamos repitiendo nosotros aquí en el planeta Tierra sólo le queda irse, pero antes tiene que arreglar su situación, tiene que poner orden en su mundo (tiene que liberarse de la ignorancia, del vicio, de la vileza, de la irresponsabilidad, de la injusticia, de la desigualdad), y si quiere puede intentar permanecer, hasta que se convenza de que es absurdo, porque el mundo no tiene sentido, propósitos (además de que va a llegar un momento en que toda la vida no va a poder continuar, porque va a ser desbaratada, en la continuación o en la contracción de la expansión actual del universo), el mundo solamente es, y en su ser se dan cosas como las piedras, cosas como los perros (y demás seres vivos con excepción de los humanos), y cosas como los humanos, pero esos humanos en la etapa en que están todos ustedes no ven los elementos del mundo: que no hay Dios, que el mundo sólo es a través de los ojos y del pensamiento, que lo nuestro es natural, normal, que ya ha habido otros como nosotros, infinitas veces, y que ellos tendrían que haber entendido al mundo y al humano del mundo.

 

Lo Dios (lo espiritual)

        Lo Dios sólo es creencias sin fundamento, Dios sólo es creencias que no pueden sostenerse si se les somete a análisis. Y la no existencia de Dios (y de todo lo que es como Dios: espíritus, fantasmas…) puede ser demostrada, pero para eso se requiere conocimiento, tanto del que va a demostrar, como del que va a oír (o a leer) la demostración, porque si no, no funciona mucho, para entender tienes que entender, pero si entendieras (aunque sólo fuera un poquito), entonces no creerías en Dios (y por lo menos estarías en ese tipo de izquierda: igualitaria y materialista… o en una ciencia de ese tipo: en una ciencia combativa, militante), es un círculo vicioso, pero de alguna forma hay que empezar a romper este círculo.

        En la palabra Dios va incluido todo lo espiritual y todo lo demás jalado de los pelos. En la palabra Dios va incluido Dios, y el diablo, y los demás dioses, y los demás diablos, y la astrología, y la “programación neurolingüística”, y la “dianética”, y las brujerías, y los milagros, y la filosofía idealista, y las creencias de que los ovnis son naves tripuladas por seres extraterrestres… y todas las demás cosas como ésas que para creer en ellas lo único que se requiere es ser ignorante (pero sorpresa, la gran mayoría de la humanidad cree en cosas como ésas), por más que hayas leído (o que creas que has leído), o por más que hayas ido a “universidades” en donde se “estudia” astrología.

        En lo Dios va incluido el diablo, porque Dios y el diablo son del mismo cuento, el diablo sólo es “el Coco” del cuento de Dios. Los que creen en Dios creen que lo opuesto de Dios es el diablo (el Mal), pero no, lo opuesto de Dios es lo real, lo que no es cuento, lo que no es imaginación, lo que no es muchísima ignorancia.

        Lo opuesto a Dios (y a todo lo Dios, a todo lo que es como dicen que es Dios) es eso que algunos de ustedes (que entienden un poco más que la gran mayoría de ustedes) llaman materialidad (y el término materialidad proviene de la palabra materia, pero no se refiere exactamente a la materia, sino a la condición de material, a la condición de no espiritual), es decir, que el mundo no es espiritual, es decir, que el mundo no es de creación espiritual, que el mundo no es de creación de los espíritus, o de un Espíritu, sino que el mundo no fue creado (el mundo es, siempre ha sido, es el ser, es la realidad), y en ese mundo sin creador están los humanos, unos humanos que son como los perros o como las piedras (unos humanos y unos perros que surgen de lo mismo de donde surgen muchas de las piedras: de las combinaciones de los elementos químicos), sólo que diferentes, unos humanos que sólo son cosas, sólo unas cosas más, unos humanos en donde hay la idea de Dios, unos humanos que crean a Dios, unos humanos que inventan a Dios, unos humanos que imaginan a Dios, unos humanos que pueden pensar que Dios es (pero afortunadamente no todos, porque si todos los humanos pensaran que Dios es, que hay Dios, entonces sí que yo estaría en problemas, porque tendría por delante un trabajo peor del que tengo: hacer entender un mundo que no tiene Dios… pero también tengo que hacer entender un mundo que tampoco es como lo piensa ninguno de los pocos de ustedes que alcanzan a pensar un poco más: los de ciencia y los de filosofía materialista. Dios sólo es ignorancia, de ignorancia, pero la ciencia y la filosofía materialista también son de ignorancia, no sólo son ignorancia, pero también son de ignorancia, de ceguera, de cegueras, de inteligencia limitada, como la de los perros. Las ignorancias y conocimientos de ustedes están increíbles, y la mayoría de ustedes están en muchísima ignorancia, y los pocos de ustedes que tienen un poco de conocimiento de algo de lo verdaderamente importante lo tienen como de oídas, pero son cosas del mundo, de ese mundo que a los perros los tiene como perros, en la cantidad de conocimiento en que vive el perro, que se requiere para vivir como perro, para funcionar como perro).

 

Lo no Dios (lo no espiritual)

        Lo no Dios es todo eso que no es como Dios, todo eso que no es espíritu, espiritual, aparecidos, astrología, tarot, creencias.

        Lo no Dios es tomar al mundo desde lo contrario a espíritus, y los espíritus pueden verse a través de la realidad, de que no se ven espíritus por ningún lado, que los espíritus sólo se ven en los cuentos humanos de siempre (que nadie tiene pruebas, aparte de los cuentos humanos), ¿y cómo poder con los cuentos? Sólo con la dura realidad, y con darse cuenta de todo lo demás de ustedes, de todas las barbaridades de ustedes, de todas las inconsistencias de las afirmaciones de ustedes. A Dios lo derrota la realidad y la ignorancia de ésos que creen en él… y entonces queda un Dios sólo de fe, pero fe que no tiene nada que hacer frente a la realidad, un mundo que no es así, un mundo que no se maneja por ninguno de los caminos humanos (ni por los caminos humanos más tontos ignorancia, egoísmo, maldad, daño, mal, ni por los caminos humanos más cuerdos, bien para todos y para todo, felicidad para todos y para todo, igualdad máxima, justicia máxima).

        Y entre lo no Dios están las leyes (físicas, naturales) y conjuntos de conocimientos (como la teoría de la evolución) de los que se ha dado cuenta la ciencia, porque la ciencia se rige bajo el método científico, en donde se admite sólo lo que puede probarse, medirse, someterse a pruebas y más pruebas, y tiene que pasarlas todas, porque si no, no es científico, y eso está bien, pero la ciencia se queda muy corta ante la realidad, porque el mundo muestra mucho más de lo que la ciencia trata, el mundo muestra ignorancia humana, injusticia humana, y el mundo también muestra mucho daño gratuito (injusto, ante el que la injusticia y demás cegueras  humanas se quedan pequeñitas), y el mundo también muestra que no tiene sentido, objetivos, propósitos, el mundo muestra que es para nada, el mundo muestra que en el mundo el único que piensa en sentidos es el humano, un humano que intentó ponerle un Dios al mundo, y un humano que intenta vivir al mundo desde ciencia o desde filosofía materialista, una ciencia y una filosofía materialista no tan absurdas como Dios y la religión, pero que tampoco son para aquí, para la realidad, una realidad que no es de lo que puede idear el humano, el pensamiento humano sólo es una cosa más de un mundo que no es como es el pensamiento.

        Y lo no Dios llega hasta la muerte colectiva (no de suicidios individuales, como los de los suicidas verdaderos, o como los de los cerditos valientes, cuyo sacrificio ha sido casi de suicidas) de la humanidad, todas las humanidades terminan renunciando a lo que son, porque el mundo no tiene sentido (sólo algo como Dios le hubiera dado sentido al mundo), las humanidades terminan yéndose porque aquí no hay lugar para ellas, para como son ellas, para cómo se es desde pensamiento como el del humano cuando ese pensamiento ya no está en tontería (el pensamiento del perro no tiene ningún conflicto con el mundo, igual que la mayoría de todos ustedes hasta hoy).

        Lo no Dios en el nivel en que lo tienen ustedes (algunos de ustedes, sólo algunos de ustedes, muy pocos de ustedes. Porque la gran mayoría de ustedes están en lo Dios, creen en Dios, o en el diablo, o en el tarot… y más cosas como ésas) también está en tontería, porque lo no Dios llega hasta la renuncia de las humanidades, hasta la renuncia de toda humanidad (nosotros los humanos del planeta Tierra, sólo somos una humanidad más) que se da aquí (en el mundo, en lo único, en el todo).

        O cuando mucho llega hasta justicia, hasta la mejor sociedad humana de igualdad y felicidad que pudiera inventarse, una sociedad humana en donde no hubiera más tontería que la de intentar permanecer en un lugar como éste (en un lugar en donde no hay sentido, y en donde una y otra vez la vida en su conjunto es detenida, cortada, porque el universo tiene procesos de ser –actualmente está en expansión– y siempre llega un momento en que no puede seguir albergando a la vida que en él puede surgir), ya no habría ricos y pobres, ni vicios, ni vilezas… ni demás tonterías y daño evitable (y ya no habría bellos y feos, fuertes y débiles, sanos y enfermos, inteligentes y tarados, felices e infelices. Porque con la clonación ya se habrían quitado casi –porque los clones no son 100 % iguales– todas las diferencias, todos los hombres serían casi iguales, todas las mujeres serían casi iguales. Pero todavía habría problemas, como el envejecimiento y la muerte).

        Lo no Dios sólo es el mundo (o sea, todo, todas las cosas, que son, que hay. Y si tengo que ser tan repetitivo es porque cuando uno lee se le escapan muchas cosas, e intento que de tanto remarcar y remarcar al mundo a ustedes les quede muy claro todo lo que tienen que entender, todo lo que hoy no saben del mundo, todo lo que no pueden ver, todo lo que no han podido ver, no obstante que también tienen ojos, pero es que no es tan sencillo, en esto del entender hay algunos factores, como el conocimiento que se adquiere, y como la inteligencia con que se nace, pero la mayoría de ustedes no entienden mucho, porque no pueden darse mucha cuenta, ¿y la inteligencia?, pero el asunto es que la mayoría de ustedes nunca han entendido mucho, y en la escuela no todos resaltan, sólo algunos, y yo puedo saber de mí, de que también se me van muchas, pero también sé que con lo poco o mucho que tengo fue suficiente para que siempre existiera una gran diferencia entre todos mis compañeros y yo –y los poquitos que se me acercaban un poquito eran los que ustedes llaman inteligentísimos–, yo siempre era el que sabía más, no obstante que todos recibíamos la misma enseñanza, las mismas enseñanzas, en la escuela, en la casa, en la calle, en la tele) agarrado desde no Dios. El tomar al mundo desde no Dios sólo es porque al mundo no se le ve Dios, el tomar al mundo desde no Dios sólo es porque se ve que Dios sólo está en la ignorancia de los que creen en eso. Un Dios que está en lo peor en que podría estar, en la ignorancia y no en la realidad. Un Dios que está al revés de cómo debía estar.

 

Pero lo Dios sólo es ignorancia

        Pero el problema es que los humanos caen no sólo en ideas de un Dios inexistente, sino que los humanos también caen en todo lo demás de una inteligencia todavía muy incompleta, y por eso el Dios humano puede sostenerse, como hasta hoy. El humano tiene problemas aún más grandes que Dios, y por eso no puede con Dios, con la ignorancia profunda que significa Dios, y por eso ustedes no han podido entender al mundo, y por eso ustedes están en los problemas en que están, en problemas de cordura, de entendimiento.

        Los problemas de ustedes están en la inteligencia de todos ustedes, e inteligencia es lo que son ustedes, inteligencia es lo que somos nosotros los humanos, los humanos somos inteligencia hasta el nivel humano (y los chimpancés y las plantas son inteligencia de nivel perro, hasta como el nivel perro), pero en todos ustedes esa inteligencia humana todavía está a medio camino (porque todavía les faltaba un poquito más de inteligencia), y por eso es que ustedes hoy son lo que son, por eso es que están como están, en ignorancia y maldad (y la maldad podrían atribuírsela al diablo, o al humano, pero a quién van a atribuirle la ignorancia).

        Y yo digo que no creen en Dios los que de entre ustedes no están tan ignorantes, y ésos que de entre ustedes no creen en Dios tampoco creen en ninguna cosa parecida a Dios (como la brujería, o la astrología, o los fantasmas), y yo digo que los que no creen en Dios están en materialidad (sólo pueden estar ahí, porque sólo hay 2 opciones en el mundo, materialidad o espiritualidad, que el ser sea material, o que el ser sea espiritual, de espíritus, con espíritus), entendiendo el mundo desde materialidad, no desde espiritualidad (y espiritualidad es simplemente creer que hay algo así, creer que hay espíritus, o Espíritu, o sea, Dios, o sea, astrología, es decir, astros movidos no por fuerzas naturales, sino por una espiritualidad que llena al universo, que gobierna al universo). Y esos de ustedes que no ven el mundo desde Dios son los que están en filosofía materialista (o muchos de los que están en ciencia)… y en la necesidad de una revolución izquierdista que pueda solucionar los problemas de los seres humanos materiales. Y los revolucionarios marxistas creen en un determinismo casi como el de Dios, creen que en el mundo hay sentido, objetivos, creen que en el humano y en el universo sólo hay progreso y más progreso (pero es que Carlos Marx tenía ideas bastante primitivas del ser… y los que han creído en sus ideas sólo repiten como periquitos ese evangelio). Y eso parece muy ciego, pero la ciencia está aún más ciega que eso, y ni siquiera se ocupa de la justicia, la ciencia también cree en el progreso, pero la ciencia sabe que no hay progreso indefinido, porque algún día los humanos no podrán continuarse, porque algún día todos los seres vivos van a ser desbaratados, y ahí se cortarán todas las necedades de los humanos del planeta Tierra.

        Los asuntos humanos no se agotan en un Dios, sino que los asuntos humanos se agotan en un mundo que es sin Dios, porque el que no haya Dios condena a los humanos (porque entonces el mundo es solo –y sólo es a través de la inteligencia, sólo es porque hay inteligencia y porque la inteligencia llega hasta ojos y pensamiento, pero hasta hoy aquí en el planeta Tierra la inteligencia sólo había visto y pensado a través de ojos y pensamiento como los de los perros y como los de todos ustedes–), y por eso las humanidades no son por mucho tiempo, por eso no han venido extraterrestres a visitarnos, porque seres como los humanos pueden llegar a navegantes, a exploradores, a conquistadores, a turistas, pero no a astronautas durante mucho tiempo, sino sólo mientras su destino (la explicación del mundo) no los alcanza. Y hasta hoy no han venido extraterrestres a visitarnos, es decir, humanos extraterrestres, porque los perros (o los chimpancés), terrícolas o extraterrestres, no pueden mucho. Y pudiera ser que si no han venido a visitarnos humanos extraterrestres es porque nosotros somos la primera humanidad de esta galaxia Vía Láctea, o porque somos de las primeras humanidades de esta galaxia y las otras humanidades todavía no han podido alcanzar nuestro planeta. O puede ser porque las humanidades son como estoy diciéndoles y entonces las humanidades renuncian a andar de astronautas, porque se dan cuenta de cómo es el mundo, y se van. Porque hasta hoy no hay pruebas de seres inteligentes extraterrestres (ya sean humanos, o dioses), por más que los creyentes de los ovnis digan que en los dogones (una etnia –o raza– de África, allá en Malí, Malí está al sur de Argelia, Argelia está al sur de España) o que en los mayas (una etnia –o raza– de América Central) hay pruebas (unas pinturas, unos relieves, unas pinturas de gente como con una especie de casco –en el caso de los dogones–, un relieve con un maya en una posición como de piloto, como de piloto de algo parecido al panel de control de un avión. Y asuntos como el de Dios o como el del tipo de extraterrestres en que creen los creyentes de los ovnis nos llevan a un mundo de puros enredos de ignorancia, o de desfachatez) de actividad extraterrestre, hasta hoy los creyentes en los ovnis están igual que los creyentes en Dios (eso de los ovnis es como lo de Dios, creencias, sólo creencias, sólo absurdos, si a los creyentes en Dios queremos entenderlos, tenemos que entender también a los creyentes en los ovnis, porque si no, no podemos con tantas creencias de los humanos, aunque sean de buenas intenciones, como algunas de las creencias en Dios, o de total ignorancia como todas las creencias en Dios y como todas las creencias en los ovnis). Las humanidades son en tanto no saben al mundo… el conocimiento de cómo es el mundo (a través de inteligencia y de cantidades de inteligencia) pierde a los humanos, porque los condena (porque se dan cuenta de lo que es el mundo, sólo física y química, sin sentido, sin propósitos, sin razones, de ser, para ser, de por qué ser, y ni siquiera pueden engañarse inventándose una vida, porque algún día se va a desbaratar todo lo de la vida, una vida que sólo es una cosa química, de un universo físico, que actualmente está en expansión, y que sólo ahí es en donde pueden ser –producirse– las cosas como nosotros –y como los perros -y como las estrellas y sus planetas-, pero que ahí mismo –en la continuación o en la reversión de la expansión– son desbaratadas), por eso hasta hoy el conocimiento no los había condenado a ustedes.

        Y si Dios nos hizo a su “imagen y semejanza”, entonces por qué nos dotó de aparato digestivo (de boca, de esófago, de estómago, de intestinos, de ano), qué acaso él tiene aparato digestivo, qué acaso él come, y defeca, en cosas así se ve al ser humano que está detrás de Dios. El Dios del humano tiene mamas (como el humano, como el perro, el humano inventó a un Dios del tipo de los animales mamíferos), pero no tiene ombligo. El humano terrícola creó a un Dios a imagen y semejanza del humano terrícola, y a imagen y semejanza del humano terrícola que fue posible, del humano terrícola que hoy es, porque si los dinosaurios no aviares no hubieran sido extinguidos pudo haber habido un humano terrícola del tipo de los dinosaurios no aviares, y el nuestro ya jamás hubiera sido, un humano dinosaurio que hubiera creado a Dios a su imagen y semejanza: sin mamas, sin pelos, sin menstruación, con cola (si es que no la hubiera perdido en la larga historia de la evolución, y nosotros no tenemos cola, en algún momento se perdió, pero ese momento fue hace mucho, porque ese rasgo también les quedó a los chimpancés, a los gorilas, a los orangutanes y a los gibones, y si ese dinosaurio hubiera conservado la cola, hubiera sido interesante ver a su Dios también con cola), con la imagen espejo que son un humano y su Dios (y Dios debe ser terrícola, porque la imagen y semejanza de nosotros está modelada de acuerdo a la fuerza de gravedad y a otras condiciones que hay en el planeta Tierra. Los que creen en Dios viven en un mundo muy ingenuo, muy infantil, muy sencillito, no ven tanto que hay que ver, para poder entender, pero eso hoy no lo ve ninguno de ustedes, ni los niños de 6 años de edad, y ni los niños de 66, y algunos de esos niños de 66 ya saben que la cantidad de fuerza de gravedad que hay en el planeta Tierra tiene mucho que ver con la forma de nuestros cuerpos, pero esos niños de 66 no ven más cosas, no se les ha enseñado, y ellos no han podido extraer más mundo de todo lo que se les ha enseñado, y de todo lo demás que han aprendido, de todo lo demás que se aprende al vivir, al ver y ver al mundo, y a su humano). Y los diferentes humanos que se den en la eternidad del mundo más o menos se parecerán en el aspecto externo, pero serán exactamente iguales en las capacidades de pensamiento.

        Y Dios también tiene boca (pero a él la boca no le sirve para comer, sino para hablar, y tal vez hasta para besar), y por eso nos dio boca a nosotros (pero también le dio boca al perro, al perro que no habla, pero que ladra, pero que no besa, pero que come, que tiene que comer, porque así se sustenta la vida en ese nivel de la vida), y la boca no sólo nos sirve para comer, sino también para hablar, pero la boca no fue hecha para hablar, la boca fue hecha, se hizo, se produjo, para que algunos seres vivos pudieran alimentarse por ahí, y después la boca también sirvió para que una parte de la vida pudiera emitir sonidos, o gruñidos (como los de los humanos antes de que pudieran hablar), o ladridos, o chasquidos, o cantos (como los de las aves), y palabras, la boca también sirvió para hablar, y la boca también sirve para escupir, como escupimos nosotros, y las llamas, y las alpacas, y los camellos (y las llamas, las alpacas y los camellos pertenecen a la familia de los camélidos), y luego la boca también sirvió para besar, nosotros besamos, y creo que los bonobos también besan. Y los bonobos (también llamados chimpancés pigmeos) pertenecen a la familia de los homínidos, y a esa familia también pertenecen los chimpancés, los gorilas y los orangutanes, y nosotros. Y nosotros también pertenecemos al orden de los primates (como los lemures). Y nosotros también pertenecemos al superorden de los euarcontoglires (como los ratones y los conejos). Y nosotros también pertenecemos a la clase de los mamíferos (como las vacas). Y nosotros también pertenecemos a la superclase de los tetrápodos (como las ranas). Y nosotros también pertenecemos al subfilo de los vertebrados (como los peces, como todos los demás peces, y nosotros descendemos de peces sarcopterigios). Y nosotros también pertenecemos al superfilo de los deuteróstomos (como las estrellas de mar, a este superfilo pertenecen los animales a los que en las etapas iniciales de su desarrollo embrionario se les forma primero el ano, la boca se les forma después). Y nosotros también pertenecemos al reino animal (como todos los demás animales). Y nosotros también pertenecemos al dominio eucariota (como los hongos, como las plantas. Y los animales estamos más emparentados con los hongos que con las plantas). Nosotros los humanos terrícolas estamos atados a la cadena de la vida terrícola, nosotros los humanos nos explicamos dentro de la cadena de la vida, nosotros los humanos no nos explicamos dentro de la creación especial de un Dios, nosotros los humanos sólo somos unos animales más (unos peces más, unos mamíferos más, unos primates más), y los animales son la parte de la vida que puede ir más lejos, los animales son la parte de la vida que puede llegar a producir cosas como nosotros, los seres que crean a Dios, que inventan a Dios, que se complican con Dios, y con todo lo demás que se parece a Dios, o sea, cosas como el diablo, cosas como la astrología, cosas como la brujería, pero aún más, a esos seres se les complica el entendimiento no sólo hasta el punto de que crean que existe Dios y la brujería, sino que el entendimiento se les complica hasta el punto de caer en un conocimiento científico y en un conocimiento filosófico que no son capaces de poder con Dios o con la injusticia, el único lugar de ustedes desde donde se intenta enfrentarse a Dios y a la injusticia (y a la violencia, y a los vicios, y a la maldad, y a la desigualdad) es por el lado de esos revolucionarios izquierdistas que ubican algo de lo que es Dios y de lo que es la injusticia.

        Y el asunto es muy sencillo: si hay Dios, entonces el mundo es de Dios, y si no hay Dios, entonces el mundo no tiene ningún sentido, es para nada, sólo es física y química (e inteligencia, como la de ustedes y como la de los perros, inteligencia que hace mundos). Y lo que yo digo es que no hay Dios, lo que yo digo es que Dios no es, lo que yo digo es que Dios sólo está en la peor ignorancia de todos ustedes, pero yo también digo que el entendimiento que alcanzan los que de entre ustedes entienden más también está muy corto, porque no ven qué es lo que pasa si no hay Dios, no ven cuáles son las conclusiones de un mundo visto desde sin Dios (pero si ni siquiera ven lo que está detrás de Dios y de la injusticia, pero es parte del mismo problema, la incapacidad en que están todos ustedes no les permite ver los problemas más evidentes de los humanos, mucho menos los asuntos más profundos del mundo).

 

Pero lo no Dios llega hasta la falta de sentido del mundo (y entonces los humanos nos quedamos sin nada)

        Un mundo que no es de Dios es un mundo sin sentido (es un mundo solo, que es de nada, que es para nada, es un mundo “natural”, es lo natural, la naturaleza, el ser, la realidad), porque sólo Dios, o algo como Dios, le daría sentido al mundo, le daría objetivos, propósito, dirección, el mundo sería para algo. El que el mundo no sea de Dios (o de algo como Dios, algo capaz de crear, algo con voluntad, con ideas… algo inteligente, pero la inteligencia sólo es de la vida, de una vida que no siempre es, de una vida que sólo es de química, química que es de física, y que está sujeta a los modos en que es la física) impide que los seres como nosotros puedan hacer una vida aquí, porque, por qué viviríamos, para qué viviríamos (la vida sólo es una cosa química que vive, que sobrevive. Pero en la vida es en donde se produce la inteligencia, y la inteligencia es el único lugar desde donde el mundo es visto, pensado, entendido, malentendido).

        Lo no Dios lleva a los seres humanos hasta un final, porque un mundo sin ninguna de las características de Dios (un mundo que no tiene ninguna de las características del humano, del humano que está detrás de Dios, del humano que crea a Dios, y que lo hace como es el humano, sólo que muchísimo más grande, infinitamente más grande, Dios es humano, Dios es del humano, pero el mundo no es del humano, el mundo no es humano, el humano es el que es del mundo, pero hasta hoy todos ustedes han tomado al mundo al revés, irreal: o creación de un Dios, o universo que puede ser investigado, explorado, explotado. Pero en el universo se puede ser, se sea feliz o infeliz, despierto o dormido, vivo o muerto, inconsciente o medio consciente, pero no sí se es consciente) nos deja sin nada, porque no podemos engañarnos (a pesar de todo el daño que ya hemos tenido –y que debería de darnos pistas de lo que es todo esto–, porque algún día terminaría este engaño, porque algún día ninguna vida va a poder seguir –no sólo la vida humana–, porque va a ser desbaratada, porque se ha producido en una expansión de universo y esa expansión sólo puede seguir y seguir o dar para atrás, contraerse) con el bien, con el amor, con la justicia, con la igualdad, con la felicidad (con la satisfacción de las pasiones humanas, una satisfacción de pasiones que al tener que ser para todos tendría que ser regulada), porque el mundo no es así, el mundo de no Dios es casi nada, y ahí nosotros sólo somos unos perros más, sólo unas piedras más, pero los perros y las piedras no pueden saber lo que son, ellos son otro mundo, otra realidad, otras cosas, ellos son en el mundo como es el mundo, sólo ser lo que se es, sólo ser lo que es, sin preguntas, y por eso sin problemas, sin los problemas que puede ver el pensamiento cuando ya no está tan incompleto.

        Un mundo que no es de Dios es un mundo que sólo es a través del pensamiento, desde pensamiento, desde las ilusiones del pensamiento, desde los errores del pensamiento, desde los errores en que puede caer el pensamiento, desde los problemas del pensamiento… en seres como nosotros el mundo es alterado por el pensamiento, por un pensamiento que puede pensar muchísimo más que el pensamiento del perro.

        Y tendríamos que irnos porque aquí (en el mundo, en lo único) no hay lugar para nosotros. Y podríamos intentar ser, pero no deberíamos, porque además de ser tonto, sin sentido, innecesario, inútil, nos meteríamos en complicaciones, continuaríamos algo que no tiene por qué ser continuado, hambres (necesidades, deseos) que no tenemos por qué provocarlas, causarlas, crearlas, hacerlas, producirlas, seguirlas produciendo, que se sigan produciendo. Y no seríamos justos, con los que sólo han venido a joderse, y han sido muchísimos, y somos muchos aún hoy, y todavía habría muchos, porque no podríamos lograr una situación de no tanto problema (de no tanto problema dentro de los problemas del mundo, dentro de la terribilidad del mundo, dentro de la falta de sentido del mundo, dentro de la inutilidad del mundo, dentro de la completa inutilidad de todo lo que hagamos, porque algún día esta vida que surgió en el planeta Tierra no será) de la noche a la mañana, sería tonto (sería absurdo, porque sabríamos que algún día sería desbaratada, en los modos de ser del universo), porque el sacrificio sería inútil, innecesario, que sólo se justifica el sacrificio cuando es para algo, cuando tiene sentido (cuando se espera algo, cuando se va hacia algo). Dejemos que la inconsciencia sea, dejemos que lo que no es capaz de redención sea, porque también los perros sienten, pero es diferente, no sienten tanto, pero al final nosotros y ellos no sentiremos nada, no sabremos nada, no seremos nada (será como si nunca hubiera habido humanos y perros del planeta Tierra), pero hoy nosotros ya podemos saber de todo esto, de esta película terrible de nosotros y del mundo.

        Un mundo de no Dios nos condena a la renuncia. Pero no nos obliga, no puede obligarnos, quien nos dice de esta condena es nuestro entendimiento. Y nosotros no somos libres, pero aquí podríamos ser (pero no por siempre, porque algún día terminaría todo para nosotros, algún día no quedará nada vivo de esta vida que surgió en el planeta Tierra), si lo quisiéramos, si lo decidiéramos, porque nadie está corriéndonos. Yo sólo estoy explicándoles el mundo, hasta dónde llega todo lo que yo veo.

        Pero por el momento tenemos tareas más urgentes, más inmediatas: detener la tontería, tanta tontería, tanto mal, tanto daño que hoy tenemos. Y ya después (en 30, o en 300 años) se verá lo demás (Pero los humanos del planeta Tierra no somos la única humanidad, atrás de nosotros –en la eternidad que ya ha pasado antes de este hoy de nosotros–, ya ha tenido que haber habido millones de millones –billones de billones, trillones de trillones, cuatrillones de cuatrillones…la eternidad no tiene un límite– de humanidades, nosotros no somos los únicos que han llegado hasta este dilema del mundo).

        Y en caso de que (después) se optara por la renuncia (por la muerte, de todos, y al mismo tiempo), ésta tendría que planearse muy bien.

        Pero en caso de que decidieran quedarse (pero más bien, sólo estarían posponiendo el final) van a tener que vivir en una completa justicia, es decir, en una completa igualdad, y la igualdad llega hasta la igualdad de los cuerpos (todos los hombres tendrían que ser iguales en cara y cuerpo, y también las mujeres), y no tendrá que haber dinero, ni negocios, ni lujos, ni propiedad privada más allá de las pertenencias más personales, ni fronteras, ni gobiernos como los que tienen, ni educación como la tienen, ni abogados, ni barrenderos, ni cárceles, ni armas, ni ejércitos, ni policía, ni vigilantes, ni mascotas, ni vicios, ni deportes tontos, ni diversiones tontas, ni desperdicio de recursos naturales, ni trabajo innecesario, ni nada de tontería, ni de maldad, van a tener que organizar la sociedad para que no haya necesidades, y con el mínimo tiempo de trabajo, van a tener que estudiar más al cuerpo humano, para luchar contra la enfermedad, contra el envejecimiento… en pocas palabras: van a tener que ser todo lo mejor que puedan ser, y no va a tener que haber nada que no deba ser. Y qué difícil va a ser hacer todo esto, evitar lo más que se pueda todo problema, y ya ustedes se irán dando cuenta de todo lo que significa eso.

 

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------

 

CONCLUSIÓN  

 

        Los humanos sólo somos un tipo diferente de perro (o de piedra).

        Y todo lo del mundo tiene explicación, tiene que tenerla, pero las explicaciones más determinantes del mundo son: el mundo no lo creó nadie (porque el mundo no muestra nada como un Dios –que sólo es una invención, una imaginación, a partir de algunas características de la vida y de la inteligencia–, y porque voluntad –e ideas– sólo la hay en la inteligencia, en la inteligencia que sólo es de la vida, en la inteligencia que sólo surge en la evolución de la vida, de una vida que sólo es una cosa química más –la vida surge a partir de una serie de combinaciones de los elementos químicos–), el mundo es eterno (porque hoy es y no hay creador), el mundo no tiene sentido, propósitos, es para nada (porque no fue creado, ideado), el mundo sólo es a través de cosas como los ojos y el pensamiento (que lo pueden ver, que lo pueden pensar)… pero los ojos y el pensamiento de los perros y de todos ustedes están increíbles (porque no disciernen mucho, y esto es más evidente en los perros, pero así como están ellos están todos ustedes, en una inteligencia pequeña, primaria, ciega, mecánica… y aunque la de ustedes esté más grande sigue siendo como de robots), y ahí es en donde el mundo se hace bolas (pero ustedes sólo están en una etapa de lo que somos los humanos –y los perros no están en una etapa, lo de ellos está completo… y lo único que puede seguir de ahí es lo de nosotros… Sólo hay 3 tipos de seres en el mundo -y lo que los define es la vida y la cantidad de inteligencia-: seres como las piedras -seres no vivos-, seres como los perros -y demás seres vivos con excepción de los humanos- y seres como los humanos–)… Y el mundo también tiene desbaratamientos periódicos, porque hay un universo, que actualmente se está expandiendo, y en esa expansión se ha producido todo lo que vemos hoy, pero la expansión sólo puede seguir y seguir, o contraerse… y ahí todo lo que vemos hoy va a ser desmembrado y desmembrado o aplastado.

        El mundo es, pero sólo la inteligencia puede percibirlo, pero la inteligencia no es la gran cosa, casi no puede nada frente al mundo, pero sí puede mucho en nosotros, porque es la que dice al mundo, y la inteligencia increíble (limitada, pero natural, normal, inevitable) de todos ustedes (la cantidad de inteligencia que el humano tiene cuando está en la etapa en que están ustedes, o sea que no sólo es de ustedes –los humanos del planeta Tierra sólo somos una humanidad más–, no se envanezcan, de todo lo bueno que hay hoy en el mundo humano, sino que vean hacia todo lo malo, y hacia todo lo tonto, que hay hoy en el mundo humano, porque ése es el punto que pone al humano en su exacta medida, sólo un perro –sólo una piedra–, sólo que diferente. Y los humanos –y los perros– sólo somos lo que nuestras capacidades de vida y de inteligencia nos hacen ser) es la que hasta hoy había dicho al mundo aquí en el planeta Tierra.

        Y sólo Dios (o cualquier otra cosa sobrenatural, la más mínima cosa sobrenatural, la más mínima prueba de mundo sobrenatural) haría la diferencia, porque pondría al mundo en otra dimensión (y entonces yo tendría que callarme), y ahí la ignorancia y el conocimiento de todos ustedes (y de los perros) tendrían la razón, como hasta hoy (a pesar de que todas las evidencias están en contra del mundo que todos ustedes –y los perros– ven, creen, pero todos ustedes están enceguecidos, y la mayoría de ustedes están muy ignorantes, e irresponsables, estamos como en una trampa, pero sólo son los modos de ser de la inteligencia, ojalá se pudiera preguntarle a los perros qué es lo que ellos entienden del mundo… desde sus capacidades de inteligencia… y hacerles ver sus cegueras y afanes necios, que para ellos lo son todo).

        Pero el mundo no tiene sentido, porque no fue creado (porque no se ve ningún creador –ningún Dios–, y lo que sí se ve es muchísima ignorancia en los que creen en tal cosa –o en cosas como ésa: en cuentos–, y son la gran mayoría de ustedes), pero los perros ni lo sospechan, y hoy todos ustedes todavía ven al mundo con ojos como los de los perros, con ojos muy inconscientes, con ojos como programados (programados con muy poca inteligencia… porque todo lo de nosotros y lo de los perros es de seres programados… pero la inteligencia puede llegar hasta entender en verdad… y eso es lo más raro –increíble–, para algo que sale –que parte, que surge– de “instintos”, de condicionamientos) para sólo darse cuenta de determinadas cosas (y por eso tienen tanta tontería, como las leyes con las que tratan y han tratado de enmarcar religiosa o civilmente al mundo –a un mundo que no tiene ningún sentido, y en donde sus cosas son en modos de ser–, como en el asunto de la criminalización de la homosexualidad, de una homosexualidad que sólo es aparente, una homosexualidad que sólo es intersexualidad, una intersexualidad que es resultado de desórdenes con los que nacen los “machos” y las “hembras” de los organismos que se reproducen sexualmente, muchísimos de esos machos y de esas hembras no son 100 % machos o 100 % hembras, y en los humanos el ejemplo más visible de eso son ésos que ustedes llaman homosexuales, y que le causan problemas a “instituciones” como la del matrimonio. Y son más de 50 los diferentes tipos de desórdenes que producen alteraciones en el desarrollo sexual de los “hombres” y de las “mujeres”, los seres humanos no somos seres humanos a secas, somos hombres, o mujeres, o con partes de ambos, unos hombres y unas mujeres que pueden ser hombres o mujeres al 100 %, o muy cercanos al 100 %, pero que también pueden tener grandes porciones del sexo contrario, pero nadie elige nacer como nace –nadie elige nacer pareciendo “homosexual”, pero una vez que pasa ya no queda sino aguantarse o matarse, u operarse, pero no siempre hubo la tecnología para eso, pero ni aun las operaciones pueden corregir toda la deformación, quedan muchas marcas, de un mundo, que no es que sea malo, sólo es difícil, ciego, sin corazón, porque así como en él hay belleza también hay fealdad, y sólo los ciegos, o los suertudos, no pueden darse cuenta de tanta desigualdad, de tanta injusticia, de tanta complejidad. Nadie elige nacer a problemas, nadie elige nacer feo, nadie elige nacer débil, nadie elige nacer enfermo–, y en las mezclas más paradójicas es en donde pareciera que hay eso que ustedes llaman homosexualidad, pero la homosexualidad no existe, que los exteriores no nos engañen, hay heterosexualidad, bisexualidad y asexualidad, los gais y las lesbianas son heterosexuales –los “afeminados” en realidad son mujeres, y las “machorras” son hombres, nada más que con el cuerpo alrevesado–, no son homosexuales, “ellos” y “ellas” son una mezcla de hombre heterosexual y de mujer heterosexual, pero sus ganas sólo son unas, quienes tienen de ambas –aunque no con la misma intensidad– son los bisexuales. Y muchos de los que por fuera se ven como hombres o mujeres “normales” podrían ser bisexuales –o gais o lesbianas–, y si la mayoría de los bisexuales pueden mantener ocultos toda su vida sentimientos tan “vergonzosos” es porque la bisexualidad no es una, sino en una gran variedad de grados. Y el matrimonio es un invento de los humanos cuando están tontos, eso del matrimonio es un buen ejemplo para restregarles la clase de mundo que creen vivir ustedes. Y querer hacer aquí la igualdad máxima que pudiéramos hacer –en un mundo como éste, el único, en lo único que es, pero en donde no hay sentido, en donde todo es completamente inútil, en donde nada importa–, no sólo la económica –que es lo primero que vamos a tener que hacer–, también sería una necedad).

        No se puede arreglar a los humanos, ni siquiera clonándolos (para que casi –porque los clones no son 100 % iguales– no hubiera ninguna diferencia de hoy en adelante, más que las de entre hombre y mujer –para que no hubiera feos, ni enfermos, ni tontos–), porque el mundo no tiene sentido (sólo podría haber 2 tipos de mundo: o el mundo sería de alguien –de un Dios–, o el mundo sería solo, y es solo –porque los hechos así lo muestran–, y un mundo solo no puede tener ningún sentido, porque no es de planes, de ideas, no hay ninguna voluntad detrás de él… Un Creador implica inteligencia, y esa inteligencia se vería en el mundo, pero sólo se ven humanos tontos, y perros tontos, y moscas y mosquitos tontos y latosos… y asteroides –o cometas–, que obedeciendo a fuerza de gravedad física pueden caer en planetas, y exterminar dinosaurios tontos, que tal vez incluso amaban. Y el amor sexual tampoco es la gran cosa, el amor sexual sólo es una cosa más que le funciona a la vida, para su persistencia –mientras hay las condiciones para que esa vida pueda seguir siendo–, uno no se enamora porque quiere, uno se enamora porque el amor sexual es una fuerza natural exitosa, el amor sexual no es de cuento de hadas, es de impulsos animales), es para nada, y es completamente inútil (y por eso no se puede pensar en una vida de igualdad hasta la clonación para las generaciones futuras, porque puede verse que lo que somos está atado al universo, y que el universo no siempre puede albergar vida, porque el universo no es una cosa inmóvil, porque actualmente se está expandiendo, porque esa expansión tuvo un inicio, porque en esa expansión se ha producido todo lo que vemos hoy, porque esa expansión sólo puede seguir y seguir o revertirse, va a disgregar y disgregar o va a aplastar… los humanos –y los perros, y las estrellas, y los planetas– son unas cosas que una y otra vez se producirán –porque hoy son y no los creó ningún Dios, porque no hay ninguna prueba de tal cosa–, y que una y otra vez serán desbaratados… pero los humanos del planeta Tierra jamás volverán a ser), pero tampoco se puede dejar que sigan siendo como hasta hoy.

        Por lo pronto hay tareas, hay que enfrentarse a la pobreza, a la estafa, a la injusticia, a la desigualdad (más primaria), a la ignorancia (más cavernícola), a la irresponsabilidad (más infantil), a la maldad (a toda la maldad), hay que enfrentarse a un mundo humano gobernado con los pies de los más vivillos, que sólo son unos pobres tontos más del promedio (o casi del promedio, porque en algunos gobiernos también hay izquierdistas, que, por lo general, están un poquitito por encima de la tontería promedio), que se amparan en una mayoría muy ignorante que vota (cuando ya hay ese cuento de la democracia electoral, pero las cadenas de ignorancia y poder vienen de mucho más atrás, de cuando ni siquiera había dictadores o reyes, vienen de esas peleas de perros en donde la fuerza bruta decide, condena, y hoy esos modos de la naturaleza sólo están sutilizados en nosotros), decide (ésa que hace que gente como Trump gobierne, guíe, la marcha, en un mundo sin sentido, por eso no importa cómo gobiernen, o desgobiernen, porque somos habitantes de un vacío, más afín a perros y a piedras. Pero aun y así tenemos que luchar, hacer un poco de orden en esta casa de fieras. Y después ustedes podrían tratar de hacer una isla –condenada, porque algún día sería destruida– de felicidad para estos humanos del planeta Tierra, porque sólo eso les quedaría, tratar de ser felices, pero todos, absolutamente todos, y para eso necesitarían la igualdad máxima que pudieran hacer, la igualdad hasta la clonación, no sólo hasta la igualdad económica –que es lo menos que hoy se tiene que hacer, y hoy también se tiene que hacer la igualdad de corazón–).

        La clave del mundo está en la inteligencia (porque sólo ahí el mundo aterriza, sólo ahí el mundo es visto, pensado, oído, tocado, olido, saboreado), y la clave de la inteligencia está en la cantidad de inteligencia con que se nace (una cantidad de inteligencia que entre más sea más puede saber, y entender. Y qué más se puede entender, sino al mundo mismo).

        La inteligencia llega hasta el poder entender al mundo mismo, y el escalón anterior a esto (no es la ciencia) tendría que ser el darse cuenta de que hay que hacer la justicia, la igualdad (porque siempre hemos estado plagados de problemas, en los que podían verse algunas causas: estafas, mentiras, injusticias, desigualdades, ignorancias, historia, naturaleza… y entre más fuera ese darse cuenta de toda la injusticia –es decir, de toda la desigualdad–, más cerca se estaría de poder entender al mundo, pero hasta hoy ésos han sido terrenos en los que ustedes no han podido meterse. Y yo sólo les explico el mundo, y les cuento cómo llegué a esta explicación, y me sigue admirando que todos ustedes estén como ciegos, aunque ya sepa que nada de lo nuestro es nuestro, que lo humano sólo es un lugar del mundo, y que tiene sus modos de ser, y que hoy nosotros los humanos del planeta Tierra sólo estamos siendo ese lugar y sus caminos), y los escalones de más hasta abajo van de derecha hasta perro (hasta planta, hasta virus).

        El mundo no tiene sentido (es para nada), y eso nos condena (y ni siquiera podemos engañarnos tratando de “vivir la vida” –tratando de vivir una vida sin sentido, tratando de vivir por nada, para nada–, porque algún día no habrá nada de esta vida que hay hoy en el planeta Tierra, porque será exterminada –por los modos de ser del universo–, y entonces será como si nunca hubiera sido… pero por siempre habrá la posibilidad de que la vida surja –pero es muy difícil que vuelva a surgir en el planeta Tierra -… y la vida que hay hoy en el planeta Tierra tiene los días contados -porque el Sol no siempre va a estar como está hoy-…por mucho que todavía falte para eso… lo más seguro es que dentro de 3 000 millones de años ningún ser vivo podrá vivir aquí… y seres como nosotros no podrán vivir aquí desde mucho antes que eso, tal vez dentro de 600 ó 700 millones de años ya no podrán hacerlo… pero claro, los humanos podrían huir en naves espaciales… pero vayan a donde vayan algún día serán exterminados… Y dentro de más o menos 5 000 millones de años la Tierra tal vez sea tragada por el Sol… o tal vez sólo sea movida un poco de su ubicación actual… o tal vez sea expulsada del Sistema Solar…-, pero sí puede seguir surgiendo todavía en otros planetas de la expansión de universo en que estamos -mientras eso pueda ser posible… porque algún día no va a ser posible-… y eternamente va a seguir surgiendo, en alguna expansión futura de nuestro universo, o en otras expansiones de otros universos–… pero también por siempre será exterminada… pero siempre también habrá la posibilidad de que todo sea entendido… de que sea entendido todo lo que es… o sea, de que sea entendido el mundo… y la inteligencia… a través de la cual es el mundo… y por eso es que fue entendido eso de los perros y de ustedes, esa inteligencia a través de la cual hasta hoy ha sido el mundo aquí en el planeta Tierra) a un final (que tendrá que ser muy bien planeado), a los perros no (porque ellos jamás podrán entender al mundo, en el mundo en que están encerrados ellos el mundo se queda en ese nivel, en nivel perro, en donde se nace y se es lo que se tiene que ser, mientras se puede serlo, es decir, mientras se es… Y cada vez que ustedes se queden maravillados ante lo sorprendente de cualquier cosa del mundo sólo piensen que lo más lejos que puede llegar el mundo somos nosotros, y que lo inmediatamente anterior a nosotros son ustedes, los afanes de todos ustedes, tan tontos como los de cualquier perro –tan cortos, tan como si el mundo fuera otra cosa, tan como si estuvieran en otro mundo–), pero hoy tenemos tareas más inmediatas: empezar a enderezar al humano (y ya a otros les tocará lo más difícil, lo más terrible, dentro de 30 ó 300 años).

 

M020424

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Parte final de aclaraciones, resumen, introducción, capítulos 1, 2, 3 y conclusión, en proceso, 4 de febrero de 2024

Parte final de aclaraciones, resumen, introducción, capítulos 1, 2, 3 y conclusión, en proceso, 12 de marzo de 2024

Parte final de aclaraciones, resumen, introducción, capítulos 1, 2, 3 y conclusión, en proceso, 4 de mayo de 2024